Estas son las medidas del Ministerio de Energía y la Creg que se extenderán hasta julio por el fenómeno de El Niño

En respuesta a los desafíos planteados por el fenómeno de El Niño, el Ministerio de Minas y Energía junto con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) han tomado medidas para mitigar el impacto de la sequía en el sector energético.

A través de la expedición de tres resoluciones críticas el 16 de abril de este año, se ha extendido y adaptado una serie de estrategias para enfrentar las condiciones adversas ocasionadas por este fenómeno climático.

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Una de las resoluciones más importantes emitidas por la Creg, marcada con el número 101 037 de 2024, prolonga la efectividad de la resolución 101 029 de 2022. Esta última había introducido una fórmula que permite a las entidades del mercado mayorista renegociar los cargos adicionales aplicados a los componentes de las facturas.

Además de otorgar facilidades en los tiempos de pago para los consumos facturados, esta medida también ofrece la posibilidad a los comercializadores de posponer las obligaciones de pago por la energía adquirida en bolsa.

“Dadas las dificultades de pago que venían teniendo los comercializadores que atienden demanda regulada y con saldos acumulados de la opción tarifaria”, la resolución Creg 101 029 de 2022 representó una intervención crucial para facilitar el manejo de las obligaciones financieras en el sector, según se desprende de las medidas recientemente adoptadas.

Esto permite un aplazamiento opcional de hasta el 20% de las obligaciones mensuales de pago por transacciones en el Mercado de Energía Mayorista y cargos por uso de redes, estas resoluciones apuntan a proporcionar un alivio tangible para los actores afectados por el fenómeno de El Niño.

Además, la Creg ha extendido una resolución clave que provee un respiro financiero a los comercializadores de energía realizando ajustes significativos en las reglas que rigen el cálculo de garantías financieras y mecanismos de transacciones financieras. Esta decisión responde a la necesidad de “mejorar la disponibilidad de capital de trabajo y el flujo de caja de todos los comercializadores que atienden a usuarios finales regulados”, afectados por una mayor exposición a los precios fluctuantes del mercado.

Este conjunto de directrices representa un enfoque proactivo para asegurar que “el cumplimiento de sus obligaciones con el mercado y garantizar la continuidad del servicio a los usuarios durante el período de El Niño” se mantenga sin interrupciones, según explicó la Creg. Con ello, las empresas del sector cuentan ahora con un precio de referencia transitorio para el cálculo de sus garantías financieras, una medida pensada para soportar los efectos adversos de los precios de energía altamente volátiles en el mercado de bolsa.

Además, el Ministerio de Minas y Energía ha dado un paso significativo para apoyar la integración de fuentes de energía renovables en el sistema, a través de la resolución 40132.

Esta medida, específicamente diseñada para el verano 2023-2024, ofrece un alivio considerable a las plantas de generación de energía renovable al excluir estas tecnologías de los cálculos de desviación mientras dure la medida, que está programada hasta el 30 de abril.

Esta decisión tiene repercusiones importantes para el sector, puesto que facilita la operación de las plantas despachadas centralmente de energías renovables, marcando un enfoque pragmático para manejar las variaciones en la generación energética durante los meses de verano.

El Centro Nacional de Despacho desempeña un rol crucial en este esquema, ya que es el encargado de programar todas las plantas de generación de energías renovables afectadas por esta resolución, garantizando que su integración al sistema sea eficiente y alineada con los objetivos de sostenibilidad energética del país.

La implicación de estas políticas para el futuro energético de Colombia es profunda, preparando el terreno para un entorno más resiliente ante los impactos del cambio climático, al tiempo que promueve una industria energética más sostenible y económicamente viable.

A medida que el país avanza hacia un paradigma energético más verde y sustentable, la adopción de estas resoluciones transitorias se convierte en un componente crucial para asegurar la estabilidad y el progreso del sector en el corto y mediano plazo.