Iniciación sexual: una guía para despejar las dudas de la primera vez

Este paso crucial en la vida debe ser tomado con responsabilidad e información. Un especialista despejó las inquietudes más frecuentes y destacó el rol de la educación sexual

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La iniciación sexual es un momento bisagra de la vida, es crucial recibir la información previa para sexo seguro (Getty)
La iniciación sexual es un momento bisagra de la vida, es crucial recibir la información previa para sexo seguro (Getty)

La iniciación sexual marca una bisagra en la vida. La primera vez, sin lugar a dudas, será una experiencia recordada. Sin embargo hay diversos mitos y fantasmas que merecen ser eliminados.

En la intimidad del hogar o de las aulas, la comunicación debería abarcar la sexualidad toda: cuerpos, deseos, emociones, vivencia de género, orientaciones, cuidados, recaudos básicos para no quedar embarazada o en la prevención de ITS o enfermedades de trasmisión sexual.

La primera vez -a su vez -se acompaña de infinidad de dudas: ¿podré?, ¿qué voy a hacer en la cama?, ¿me sentiré bien?, ¿tendré los cuidados necesarios?, ¿qué pensará él/ella de mí?, ¿cómo me sentiré después?,  ¿qué hago si me duele?.

Para desmenuzar la cuestión, Infobae dialogó con Walter Ghedin, médico sexólogo. "El sexo implica una responsabilidad con uno mismo y con el otro", resaltó como concepto básico el especialista.

"Los jóvenes quieren probar sus capacidades amatorias, saberse seductores, descubrirse, y por qué no, compartir las experiencias con sus grupos de pares", agregó Ghedin.

"Es probable que antes de tomar contacto con la otra persona hayan pasado por experiencias sexuales autoeróticas que ayudan a conocer el cuerpo, los puntos erógenos y la infinidad de sensaciones placenteras", explicó.

El sexo seguro se acompaña de métodos (Getty)
El sexo seguro se acompaña de métodos (Getty)

Comunicación: el diálogo es otro pilar fundamental, aprender a despojar dudas, trasmitir las expectativas, las ganas, los sentimientos, entre otros, es una manera de disipar temores, conocer al otro, y disponernos con menos tapujos a la relación.

Ser jóvenes no los obliga a tener deseo sexual o a sentirse atraídos sexualmente por otro, resalta Ghedin. No ocurre nada patológico, ni implica que así lo serán de por vida. Existe la creencia generalizada de que por ser jóvenes y tener las hormonas en ebullición el deseo sexual está siempre presente y no es así. "El deseo sexual responde a múltiples factores y no solo a los niveles de hormonas sexuales. Desarrollar los caracteres sexuales externos no es condición para el deseo acompañe a esos cambios físicos", dijo.

Prevención: la relación íntima implica una responsabilidad con uno mismo y con el otro. El uso de condones y/0 barreras, métodos anticonceptivos durante toda la relación y el cuidado personal en todo sentido deben ser reglas indiscutibles.

(Getty)
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El miedo suele acompañar al primer encuentro sexual, no es cuestión de evitarlo porque es lógico que así ocurra, por lo quizá lo más indicado sea decir "estoy nervioso" e incluir los miedos como una emoción más de las que suceden en ese momento. No dejarse llevar por la norma ni los estereotipos culturales impuestos.

El miedo a la conquista y a fallar sexualmente lleva a que muchos varones beban alcohol u otras sustancias (drogas, viagra) para vencer los temores. "Además de ser perjudicial, dichos consumo no resuelven el problema de base. Hay que afrontar la situación con las dudas, con los temores, solo de esa manera la experiencia será enriquecedora".

Vencer los miedos es también considerar que el encuentro sexual no es dar un examen ni que el éxito está determinado por el rendimiento "positivo". Lo hice "bien o mal", fue positivo o negativo, me sentí "un ganador o un perdedor" son pensamientos opuestos que exaltan o devalúan la conducta.

Comunicar, respetar, poner el límite cuando algo desagrada, dejar de lado los estereotipos sociales, dejar de lado los imperativos de género y orientación; en síntesis, si el encuentro sexual es desnudez también tenemos que aprender a despojarnos de tantos mitos y condiciones imperantes. Son dos personas, cada una con sus deseos, sus ganas, sus miedos, que se entrelazan para disfrutar.

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