Así es como ‘El Chapo’ Guzmán discutía cualquier tema con sus hijos en una casa de Culiacán

Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, Ovidio y Joaquín Guzmán son los hijos más conocidos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa. Los descendientes del capo que heredaron el imperio criminal actualmente son unos de los narcotraficantes mexicanos más buscados por el gobierno de Estados Unidos (EEUU).

Iván y Alfredo nacieron de la relación que ‘El Chapo’ tuvo con Alejandrina María Salazar Hernández, mientras que Ovidio y Joaquín son fruto de su amorío con Griselda Guadalupe López. Todos ellos encabezan la facción del Cártel de Sinaloa conocida como ‘Los Chapitos’.

A raíz de la muerte de Édgar Guzmán López en 2008 (otro de los vástagos de ‘El Chapo’), el capo sinaloense tuvo más cercanía con el resto de sus hijos varones, según menciona el periodista José Luis Montenegro en su libro Los Chapitos: radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa.

En ese entonces, ‘El Chapo’ solía pasar la mayor parte del tiempo en la sierra sinaloense. En ocasiones se instalaba unos días en una casa ubicada en Culiacán, donde se reunía con sus hijos para darles consejos de vida.

La vivienda, según Montenegro, se ubica en la calle Emiliano García 1811, ubicada en la colonia Libertad. Cada vez que sus hijos llegaban, ‘El Chapo’ pedía a las cocineras que preparan algo de comida, la cual a veces era acompañada con una botella de whisky.

“Cuando entraban en confianza, El Chapo sacaba una botella de Buchanan’s y les ofrecía solo un trago a sus hijos. Con ese desinhibidor, los jóvenes se relajaban y le contaban algunos problemas que los aquejaban a su corta edad”, señala Montenegro.

De los cuatro hijos, Ovidio era quien solía visitar más frecuentemente a su padre, al menos una o dos veces a la semana. En uno de estos encuentros acontecidos en el año 2013, Ovidio se acercó a ‘El Chapo’ con lágrimas en los ojos por los problemas que tenía con su esposa Adriana Meza Torres.

“Ovidio llegó desesperado y estalló en llanto junto a su padre, quien no tuvo más remedio que abrazarlo y consolarlo”, relata el periodista sobre esa visita. Pese a su perfil criminal, ‘El Chapo’ escuchó a su hijo y le dio algunos consejos sobre las relaciones matrimoniales.

“No todo es perfecto, mijo, a veces hay días buenos y a veces hay días malos. Cuando empiezan los problemas es cuando hay que amachinar”, fueron las palabras que ‘El Chapo’ le dijo a Ovidio Guzmán, quien actualmente se encuentra en una cárcel de Chicago, Estados Unidos, por actividades relacionadas con el narcotráfico.

En cuanto a Iván y Alfredo Guzmán, Montenegro indica que visitaron ‘El Chapo’ en esa casa de Culiacán al menos una decena de veces. Los temas que abordaban eran diversos, desde asuntos personales hasta cuestiones del tráfico de drogas. Sus visitas nunca las hacían de manera ostentosa, pues siempre llegaban en vehículos que pudieran pasar desapercibidos ante las autoridades.

Por Iván y Alfredo, el gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares a cambio de información que lleve a su captura. La principal razón por la que son requeridos por el país vecino tiene que ver con su responsabilidad en el tráfico de fentanilo.