Por qué el agua del Lago de Texcoco es salada

El sistema lacustre del Valle de México estaba compuesto por el Lago de Texcoco, Xaltocan, Zumpango, Xochimilco y Chalco pero ninguno era para consumo humano

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El sistema lacustre del Valle de México estaba compuesto por el Lago de Texcoco, Xaltocan, Zumpango, Xochimilco y Chalco pero ninguno era para consumo humano. (Foto: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)
El sistema lacustre del Valle de México estaba compuesto por el Lago de Texcoco, Xaltocan, Zumpango, Xochimilco y Chalco pero ninguno era para consumo humano. (Foto: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)

El Lago de Texcoco, situado en el Valle de México, era históricamente un lago de agua salobre, el cual jugó un papel crucial en la fundación y desarrollo de Tenochtitlán, la capital del Imperio azteca. Este cuerpo de agua, junto con los de Zumpango y Xaltocan que conformaban el sistema lacustre del valle, tenía características particulares debido a su composición de sales y a su ubicación en una cuenca donde el agua sólo podía salir mediante la evaporación, lo cual aumentaba su salinidad.

Desde aquella época el agua de estos lagos no era para consumo humano ya que el agua de Texcoco, Zumpango y Xaltocan no eran potables por su alta salinidad y las aguas dulces de Xochimilco y Chalco únicamente se utilizaron para la agricultura. Debido a que ciertos residuos de las plantas y animales de dichos ecosistemas provocaban que tuviera un mal sabor.

La salinidad del Lago de Texcoco fue resultado de la acumulación de sedimentos en sus profundidades. (Foto: Gobierno de México)
La salinidad del Lago de Texcoco fue resultado de la acumulación de sedimentos en sus profundidades. (Foto: Gobierno de México)

Esa fue la razón fundamental para que los habitantes de aquel México-Tenochtitlan implementaran un sistema de abastecimiento de agua potable. A través de cual lograron trasladar el líquido que podía consumirse desde los manantiales cercanos al Valle de México.

De acuerdo a diversas investigaciones la salinidad del Lago de Texcoco fue resultado de la acumulación de sedimentos y la cercanía a manantiales termales como Pathé y Tecozautla. Por lo que los antiguos pobladores esperaban que sus aguas se evaporaran y una vez las sales quedaban expuestas, podían aprovecharlas para otras actividades.

Con la llegada de los españoles y el establecimiento de la Ciudad de México sobre las ruinas de Tenochtitlan, se iniciaron procesos de desecación del lago para controlar las inundaciones, lo que alteró significativamente la ecología de la región. A través de los siglos, la desecación fue casi total, dando paso a la expansión de la mancha urbana y agrícola.

Foto: Instagram/@inakiecheverria
Foto: Instagram/@inakiecheverria

Hoy en día, quedan pocos vestigios del Lago de Texcoco, pero su historia sigue siendo un elemento vital para entender el desarrollo urbanístico y ambiental de la Ciudad de México. El Lago de Texcoco se ubica exactamente entre lo que en la actualidad es el centro de la ciudad de México y los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec, en el Estado de México.