Estos son los presidentes mexicanos que duraron menos tiempo en el poder

Uno de ellos estuvo en el cargo por sólo 45 minutos

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Estas presidencias cortas evidencian momentos de crisis y transiciones rápidas (Ilustración: Jovani Pérez)
Estas presidencias cortas evidencian momentos de crisis y transiciones rápidas (Ilustración: Jovani Pérez)

México ha experimentado períodos de inestabilidad política varias veces, reflejados en la sucesión de presidentes que ocuparon brevemente el poder, sobre todo hace años, cuando los conflictos en la política provocaban incluso batallas entre diferentes facciones. Aquí te contamos sobre las dos presidencias más breves en la historia del país.

Pedro Lascuráin: 45 días en el poder

Pedro Lascuráin, un destacado abogado y político, asumió brevemente la presidencia de México el 19 de febrero de 1913, en medio de la turbulencia política conocida como la Decena Trágica. Su mandato es reconocido por ser el más corto en la historia de México y posiblemente del mundo, durando menos de una hora.

Antes de ser presidente, Lascuráin se desempeñó como secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de Francisco I. Madero. Su ascenso a la presidencia fue parte de un plan orquestado por Victoriano Huerta para derrocar a Madero. Según la constitución mexicana de ese tiempo, el secretario de Relaciones Exteriores era el tercero en la línea de sucesión presidencial.

Ayudó a impulsar a Victoriano Huerta (Wikipedia)
Ayudó a impulsar a Victoriano Huerta (Wikipedia)

Huerta utilizó esta disposición para que Lascuráin asumiera la presidencia y luego lo nombrara a él como su ministro del Interior, permitiendo a Lascuráin renunciar casi inmediatamente y así Huerta asumir la presidencia de forma “legal”. Después de este breve periodo, Lascuráin se alejó definitivamente de la política.

Rómulo Díaz de la Vega: 22 días en el poder

Rómulo Díaz de la Vega fue un destacado militar y político mexicano que ocupó brevemente la presidencia de México durante el turbulento periodo conocido como la era de la Reforma. Asumió el cargo de presidente interino de México el 12 de septiembre de 1855, sucediendo a Martín Carrera, y permaneció en el poder hasta el 3 de octubre de 1855, cuando fue reemplazado por Juan Álvarez.

Su gobierno se caracterizó por el intento de mantener el orden y la estabilidad en un contexto de agitación política. Díaz de la Vega, sin ser oficialmente nombrado presidente, tomó las riendas del país priorizando la gobernabilidad y la continuidad administrativa.

Esta sucesión ocurrió en un momento crítico de vacío de poder, debido a la abrupta salida de Carrera, quien había permanecido en el cargo por casi un mes. Díaz de la Vega, al tomar las riendas del país, decidió mantener gran parte del gabinete de su predecesor, realizando mínimas modificaciones en la estructura de poder. Su administración terminó cuando Juan Álvarez pidió su renuncia por escrito y él la aceptó sin mayor complicación.

Rómulo Díaz de la Vega estuvo solo 22 días en el poder.

Foto: Wikimedia |SUN RISE (book), Oil (Unknown)
Rómulo Díaz de la Vega estuvo solo 22 días en el poder. Foto: Wikimedia |SUN RISE (book), Oil (Unknown)

El caso contrario: Porfirio Díaz

Porfirio Díaz gobernó México durante un largo periodo que abarcó varias etapas, iniciando en 1876, con una breve interrupción, y extendiéndose hasta 1911. Su mandato se caracterizó por una política de mano dura conocida como el Porfiriato.

Díaz promovió la inversión extranjera y realizó importantes obras de infraestructura, modernizando el país, pero a costa de una amplia desigualdad social y represión política. Durante su gobierno, México experimentó crecimiento económico y estabilidad, sin embargo, la falta de libertades y el descontento social desencadenaron la Revolución Mexicana.

Díaz buscó inicialmente el poder mediante un levantamiento contra el presidente Sebastián Lerdo de Tejada, estableciéndose en el poder tras el Plan de Tuxtepec. A excepción de un periodo de cuatro años entre 1880 y 1884, en el que Manuel González ocupó la presidencia, Díaz mantuvo un firme control sobre México hasta ser derrocado en 1911, huyendo a Francia, donde vivió hasta su muerte en 1915. Su larga estancia en el poder es un testimonio de una era de transformaciones y contradicciones en la historia mexicana.