Qué es el síndrome hepatopulmonar por el que Daniel Bisogno necesita un trasplante de hígado

Desde hace varios meses Daniel Bisogno ha atravesado por diversos problemas de salud que lo han llevado a ser hospitalizado e intervenido en varias ocasiones; muchas de las cuales incluso se temió por su vida. Si bien su último problema médico se debió a una infección en los pulmones dicha complicación fue consecuencia de un mal adyacente que ha padecido durante varios años, el hígado graso.

Fue tras su regreso al programa de Ventaneando, después de su infección y de haber permanecido varios días en terapia intensiva, que el conductor reveló que su última complicación de salud en realidad se debió a un problema en su hígado, el cual impactó posteriormente al pulmón.

Aunque suene extraño que un problema del hígado afecte al pulmón, lo cierto es que esta es una complicación común conocida como síndrome hepatopulmonar.

Si bien los médicos aún desconocen con exactitud la relación entre ambas condiciones, el síndrome hepatopulmonar es una complicación pulmonar derivada de enfermedades hepáticas crónicas y avanzadas caracterizada la formación de vasos sanguíneos anómalos en los pulmones que permiten que la sangre pase de la arteria a la vena sin una adecuada oxigenación, lo que lleva a una disminución de los niveles de oxígeno.

Los síntomas comunes incluyen dificultad para respirar, especialmente cuando se está de pie (ortopnea), y azulamiento de la piel (cianosis) debido a la baja oxigenación de la sangre. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica, estudios de función pulmonar, y pruebas de imagen como la ecografía con contraste intravenoso, que puede detectar las dilataciones vasculares anómalas en los pulmones.

Si bien este síndrome puede tratar de controlarse con terapias y ciertos medicamentos en casos graves, como es el de Daniel Bisogno, el trasplante de hígado es el único tratamiento viable, tal como le hicieron saber los médicos la conductor.

Mientras se encuentran en espera del trasplante la administración de oxígeno puede ayudar a mejorar la hipoxemia y aliviar los síntomas de los pacientes. Los cuales también deben tener muchos cuidados para evitar infecciones en el pulmón.

Un trasplante de hígado consiste en reemplazar un hígado enfermo por uno sano de un donante. Este procedimiento se recomienda cuando el hígado ha dejado de funcionar adecuadamente, situación conocida como insuficiencia hepática. Las causas de esta insuficiencia pueden variar, incluyendo hepatitis crónica, cirrosis, enfermedades hepáticas hereditarias, y más.

El proceso de trasplante implica ubicar a un donante compatible, que puede ser un donante vivo que seda una parte de su hígado o un donante fallecido. Antes de proceder con el trasplante, el receptor debe someterse a una evaluación exhaustiva para determinar su eligibilidad para la cirugía.

Durante la operación, el cirujano realiza el procedimiento de extracción del hígado enfermo del receptor y lo reemplaza con el hígado del donante. Después de la cirugía, el paciente debe permanecer bajo supervisión médica para evitar el rechazo del nuevo órgano y monitorear cualquier complicación.

El seguimiento postoperatorio incluye el uso de medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo del órgano trasplantado, así como revisiones regulares y pruebas de laboratorio para asegurar el buen funcionamiento del hígado trasplantado. Este procedimiento puede ofrecer una nueva oportunidad de vida para las personas con enfermedades hepáticas avanzadas.

Encontrar un donante de hígado puede ser un proceso complejo y depende de varios factores, como el tipo de sangre, el tamaño del órgano, la gravedad del estado de salud del receptor y la disponibilidad de donantes.

Los donantes vivos son una opción y requieren compatibilidad en cuanto a tipo de sangre y estado de salud adecuado para donar una porción de su hígado; sin embargo, la mayoría de los trasplantes provienen de donantes fallecidos.

La espera por un órgano compatible puede ser larga, debido a la escasez de donantes en comparación con la alta demanda. Los pacientes en espera de trasplante son priorizados en una lista según la urgencia médica, tiempo de espera, y compatibilidad potencial. En algunos casos, este proceso puede llevar varios meses o incluso años.