Un grupo de 47 migrantes centroamericanos y sudamericanos fueron rescatados en su paso por el estado de Nuevo León; junto a ellos viajaban cuatro presuntos traficantes de personas que pretendían conducirlos a la frontera con Estados Unidos.
De acuerdo con información del Gobierno estatal, fueron agentes de la Policía Federal Ministerial (PFM), adscritos a la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quienes se percataron de la presencia de dos vehículos con placas de Tabasco y en la que viajaban varias personas en condiciones inseguras.
Al inspeccionar el contenido de los vehículos descubrieron en su interior a 16 migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador que no pudieron acreditar su estancia legal en México, por lo que fueron puestos a disposición de las autoridades competentes; en tanto, los conductores, identificados como David “V” y Fernando “R”, quedaron detenidos.
La AIC precisó que el aseguramiento de los migrantes ocurrió en la carretera que conecta los municipios de Monterrey con Reynosa, sobre el municipio de Los Ramones, a unos kilómetros de la frontera entre Nuevo León y Texas; sin embargo no fue el único hecho ocurrido.
En el municipio de General Bravo, en la misma carretera que conduce a la ciudad de Reynosa, policías federales capturaron a César “J” y Brandon “X” por trasladar a 25 personas de distintas nacionalidades; al no contar con la documentación necesaria para transitar por suelo mexicano, todos los migrantes fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM).
En el último reporte relacionado con migrantes en Nuevo León, la Secretaría de Seguridad Municipal de Apodaca, capturó a Moisés “N” y Paola Judith “N”, una pareja de 54 y 25 años respectivamente, a quienes se les señaló por retener en su vivienda a seis migrantes de Ecuador y Guatemala.
Cobraban 300 dólares a cada migrante
Vecinos de la colonia San Isidro, Apodaca, quienes llamaron al servicio de emergencia 911 para denunciar la presencia de personas presuntamente privadas de su libertad en el domicilio marcado con el número 328 de la calle San Isidro.
Al atender la llamada de emergencia, personal de la Secretaría de Seguridad se trasladó hasta las calles San Isidro y Río Akumal donde observaron que de un vehículo Nissan Sentra, color verde, descendía un grupo de personas que de inmediato intentó ingresar al domicilio señalado en la denuncia.
Ante la intervención de los uniformados, el conductor del vehículo se identificó como ciudadano mexicano, empero, un hombre, su esposa y sus hijos de 13 y 6 años, todos originarios de Ecuador, no pudieron acreditar su estadía legal en México.
Del inmueble salieron otras dos mujeres de 22 y 35 años, una originaria de Ecuador y la otra de Guatemala, en la misma situación legal que la familia, por lo que se procedió a su traslado a las instalaciones del INM.
De manera extraoficial se informó que los migrantes se encontraban retenidos contra su voluntad en la casa y que la pareja detenida les habría cobrado 300 dólares (poco más de 5 mil pesos) para llevarlos a la frontera con Estados Unidos.
Vecinos de la pareja traficante de migrantes añadieron a medios locales que de manera continua observaban a varios grupos de personas (”que parecían de otros países) ingresar a la casa mencionada, dónde permanecían por algunos días -a veces semanas- hasta que pronto dejaban de verlos y a los días llegaban nuevos grupos.
Conviene recordar que datos de la Encuesta Sobre Migración en la Frontera Sur publicados en 2019 dieron cuenta del jugoso negocio que representa el tráfico de migrantes para los grupos criminales: en aquel año se reportaron ‘ganancias’ por 615 millones de dólares cobrados por polleros o miembros de cárteles para llevar a personas a la frontera o simplemente a manera de rescate o ‘cobro de tránsito’ para que pudieran seguir su camino.