Cuáles son las garrapatas del calor y por qué deberías tener cuidado con esta silenciosa y peligrosa plaga en verano

La humedad alta es crucial para su supervivencia, ya que necesitan de un ambiente húmedo para evitar la desecación

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La garrapata no está al acecho para lanzarse sobre su próxima víctima. En general, pasa a la piel humana al transitar la persona rozando las hojas. Foto: Patrick Pleul/dpa
La garrapata no está al acecho para lanzarse sobre su próxima víctima. En general, pasa a la piel humana al transitar la persona rozando las hojas. Foto: Patrick Pleul/dpa

Las garrapatas son arácnidos, pertenecientes a la clase Arachnida, similares a los ácaros. Se caracterizan por ser ectoparásitos, lo que significa que viven en la superficie externa de sus huéspedes, de los cuales se alimentan de sangre.

Existen más de 800 especies conocidas de garrapatas, y se distribuyen ampliamente por todo el mundo, particularmente en climas cálidos y húmedos.

Se clasifican principalmente en dos familias: Ixodidae, conocidas como garrapatas duras por la presencia de un escudo dorsal, y Argasidae, las garrapatas blandas, que carecen de este escudo. Este detalle morfológico no solo diferencia a estas familias, sino que también influye en su ciclo de vida y en la forma en que se alimentan de la sangre de sus huéspedes.

Las garrapatas son conocidas por ser vectores de diversas enfermedades tanto en animales como en humanos, transmitiendo patógenos a través de su saliva durante el proceso de alimentación. Entre las enfermedades más comunes que pueden transmitir se encuentran la enfermedad de Lyme, la fiebre manchada de las Montañas Rocosas, la tularemia, entre otras.

ARCHIVO - Las garrapatas son pequeñas, pero peligrosas, porque transmiten enfermedades graves. Foto: Marijan Murat/dpa
ARCHIVO - Las garrapatas son pequeñas, pero peligrosas, porque transmiten enfermedades graves. Foto: Marijan Murat/dpa

El ciclo de vida de una garrapata incluye cuatro etapas: huevo, larva, ninfa y adulto. Necesitan alimentarse de sangre en cada etapa activa para poder desarrollarse al siguiente estadio. Este proceso puede durar desde semanas hasta años, dependiendo de la especie.

La prevención de picaduras de garrapatas es fundamental para evitar las enfermedades que transmiten. Esto incluye medidas como usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo cuando se está en áreas propensas a garrapatas, aplicar repelentes de insectos y revisar regularmente la presencia de garrapatas en la piel y en las mascotas. En caso de una picadura, es importante retirar la garrapata lo antes posible y de manera correcta, para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades.

Amigas de las arañas y el calor

Las garrapatas proliferan en verano principalmente debido a las condiciones climáticas que presenta esta estación, tales como temperaturas más cálidas y niveles de humedad elevados, condiciones ideales para su desarrollo y actividad. Durante los meses de verano, el aumento de la temperatura facilita que las garrapatas pasen más rápidamente por sus ciclos de vida, desde huevo hasta adulto, lo que puede aumentar su población.

Además, la humedad alta es crucial para su supervivencia, ya que necesitan de un ambiente húmedo para evitar la desecación y para facilitar el desprendimiento de las ninfas y larvas de sus huéspedes. Estos factores ambientales hacen que las garrapatas sean más activas en la búsqueda de hospedadores a quienes alimentarse, incrementando el riesgo de contacto con animales y personas.

El incremento de los potenciales hospedadores disponibles durante el verano conduce a una mayor actividad de las garrapatas. (Archivo Infobae)
El incremento de los potenciales hospedadores disponibles durante el verano conduce a una mayor actividad de las garrapatas. (Archivo Infobae)

Otro factor que contribuye a su proliferación en verano es el incremento en la actividad al aire libre de animales y personas. Las actividades recreativas, como el senderismo, los paseos por parques y bosques, y el camping, exponen más a las personas y a sus mascotas al contacto con zonas infestadas de garrapatas, favoreciendo la posibilidad de que estas se adhieran y se alimenten.

La combinación de estas condiciones ambientales óptimas y el incremento de los potenciales hospedadores disponibles durante el verano conduce a una mayor actividad de las garrapatas y, en consecuencia, a una mayor proliferación de estas en dicha estación.

La prevención mediante el uso adecuado de repelentes, el uso de ropa protectora y la revisión constante después de pasar tiempo en zonas propensas son medidas clave para reducir el riesgo de picaduras de garrapatas y las enfermedades asociadas a estas.

Garrapatas al calor del verano

La Rhipicephalus sanguineus representa una amenaza considerable para la salud en diversas partes del mundo, incluido el territorio brasileño donde se le denomina carrapato-vermelho-do-cão.

Esta especie de garrapata, que pertenece a la familia Ixodidae, mantiene presencia en climas cálidos, resaltando su vulnerabilidad ante las bajas temperaturas. Originaria de África, la garrapata canina marrón ha logrado distribuirse globalmente, excepto en zonas de clima extremadamente frío, adaptándose a una variedad de ambientes.

Esta adaptabilidad es notable en su capacidad de completar su ciclo de vida en espacios interiores, lo que le permite sobrevivir a través de las estaciones sin depender exclusivamente de condiciones exteriores favorables. Dicha característica la distingue de otras especies de garrapatas, permitiéndole ser potencialmente endémica durante todo el año en ciertas áreas.

Esta especie de garrapata, que pertenece a la familia Ixodidae, mantiene presencia en climas cálidos. (Archivo Infobae)
Esta especie de garrapata, que pertenece a la familia Ixodidae, mantiene presencia en climas cálidos. (Archivo Infobae)

Su ciclo de vida, que puede desarrollarse tanto en ambientes exteriores como interiores, facilita su propagación en diversas condiciones climáticas. En áreas de clima cálido, su presencia se hace más notable, especialmente durante el verano cuando las condiciones son óptimas para su actividad.

Sin embargo, su habilidad para aletargarse y sobrevivir en refugios temporales durante la estación fría les permite a algunas poblaciones locales permanecer activas todo el año, representando un reto constante para el control de estas garrapatas en dichas regiones.