¿El calor nos hace más violentos? Conoce la verdad

La temperatura puede desencadenar comportamientos violentos, eventos depresivos, suicidas e intentos de suicidio, así como agresiones

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Calor y violencia.  evidencia demuestran que sí: las altas temperaturas pueden modular regiones cerebrales encargadas de regular el estado de ánimo, incluyendo las conductas agresivas y depresivas.
Calor y violencia. evidencia demuestran que sí: las altas temperaturas pueden modular regiones cerebrales encargadas de regular el estado de ánimo, incluyendo las conductas agresivas y depresivas.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), estados como Campeche, Chiapas, Colima, Hidalgo, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán experimentarán en los próximos días temperaturas máximas de 40 a 45 grados.

A nivel internacional también se tienen registros de altas temperaturas en diferentes zonas de la superficie de la Tierra de las que jamás se habían registrado.

El calor y la salud mental

Inicialmente la temperatura y el cambio conductual parecen no tener relación entre sí, pero estudios del comportamiento humano han evidenciado que las altas temperaturas sí pueden modular regiones cerebrales encargadas de regular el estado de ánimo, incluyendo las conductas agresivas y depresivas, reportó Mario Alberto Arias García, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El cambio climático es ampliamente reconocido como uno de los desafíos globales más importantes de la humanidad; tiene varios impactos adversos en la salud pública, incluido el aumento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, lesiones y muertes prematuras relacionadas con fenómenos climáticos extremos, y cambios en la prevalencia y distribución geográfica de enfermedades transmitidas por alimentos y agua y otras enfermedades infecciosas.

Sin embargo, se ha prestado poca o nula atención en cómo el aumento de las temperaturas puede afectar posibles cambios en el comportamiento humano que impactan negativamente la salud y la sociedad, como la agresión y la violencia. Hasta ahora muchos de los estudios e investigaciones a nivel internacional se encuentran en sus etapas preliminares, pero los primeros adelantos arrojan vínculos entre una y otra cosa.

Políticas públicas

En el contexto del cambio climático y la salud pública, es crucial comprender el impacto del aumento de las temperaturas en la agresión en todos los lugares, ya que esta información puede ayudar en la formulación de políticas públicas para desarrollar intervenciones efectivas de salud pública que ayuden a mitigar dichos efectos negativos.

Arias García explica que cuando la temperatura se incrementa, se modula la funcionalidad del hipotálamo, el cual se divide en dos partes: “la dorsal, encargada de la sensación de temperatura, y la ventral, que regula las emociones, especialmente de la conducta agresiva”.

Para algunas personas que ya tienen un perfil depresivo o problemas de agresión, la temperatura puede desencadenar comportamientos violentos. Hay estudios estadísticos y epidemiológicos que muestran un incremento tanto en eventos depresivos, suicidas e intentos de suicidio, así como en agresiones, cuando la temperatura aumenta en distintas regiones del mundo.

Señales

Sin duda, la respuesta del organismo frente a las olas de calor, genera cierta irritación, desesperación y estrés en los individuos, que genera, a su vez, un incremento de la violencia, razón por la que hay que estar atentos a nuestro estado de ánimo en las estaciones del año, para prevenir conflictos sociales y afectaciones del estado de ánimo.

Algunas señales que pueden indicar una afectación del estado de ánimo y riesgo de presentar alteraciones en la conducta son:

  • Estrés. El estrés por calor puede aumentar la irritabilidad y el comportamiento agresivo al afectar los procesos cognitivos y la actividad de los neurotransmisores en el cerebro.
  • Ansiedad. A medida que el clima se vuelve más cálido, más personas salen y los días son más largos, lo que aumenta la interacción social y, a su vez, más oportunidades para conflictos interpersonales.
  • Factores económicos. Los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones, se han vuelto más frecuentes, lo que ha provocado escasez de alimentos y pérdidas económicas, lo que puede contribuir a sentimientos de resentimiento e insatisfacción con la vida, lo que podría conducir a comportamientos violentos.

Es evidente que el cambio climático ya no es sólo una preocupación de científicos y grupos ambientalistas sino una realidad innegable que afecta nuestra vida diaria. Es imperativo adoptar medidas de adaptación adecuadas para mitigar estos impactos.

La educación y sensibilización dirigidos al público, junto con los cambios de políticas realizados por funcionarios gubernamentales y políticos, son pasos cruciales para abordar el cambio climático y su impacto en la violencia.

Los casos de violencia van en aumento. (Foto: Composición Infobae)
Los casos de violencia van en aumento. (Foto: Composición Infobae)