Qué fue de Vicente del Bosque tras jubilarse como entrenador

Vicente del Bosque es una de las personalidades deportivas más célebres de nuestro país por méritos propios. Imposible que el salmantino, de 73 años, no trascendiese: se trata del entrenador que estaba al frente de España cuando la selección de fútbol se proclamó campeona del mundo en Sudáfrica (2010) y de Europa en Polonia y Ucrania (2012). Nombrado marqués en 2011, precisamente por la estrella que los nuestros se apuntaron bajo su dirección técnica, vuelve a estar de actualidad ahora: el Gobierno barajaría tenerle a él, una figura emblemática, al frente del cambio en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que bien puede vivir el momento más convulso de su historia.

Según informó AS en las últimas horas, a Del Bosque le acompañarían una exjugadora internacional y un abogado, sin que todavía haya un sí por parte del antiguo seleccionador nacional: quiere esperar acontecimientos, como los que hoy han llevado al Ejecutivo, vía CSD, a instaurar una Comisión de Supervisión, Normalización y Representación “en respuesta a la crisis de la entidad y en defensa del interés general de España”. También “para corregir la grave situación que atraviesa la RFEF y para que la entidad pueda iniciar una etapa de regeneración bajo un clima de estabilidad e institucionalidad”.

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Echando la vista atrás en el tiempo, Del Bosque disputó hasta 411 partidos oficiales como jugador, desempeñándose en la posición de centrocampista. El Salmantino, el Plus Ultra, el Castellón en dos etapas, el Córdoba y el Real Madrid le acogieron en sus filas. Destaca especialmente su etapa en el club blanco, que le hizo célebre y con el que conquistó cinco Ligas, cuatro Copas y un subcampeonato de la Copa de Europa en el terreno de juego. También jugó 18 encuentros, un gol incluido, con la absoluta de España, acudiendo a la Eurocopa de 1980.

Su carrera en los banquillos tampoco podría entenderse sin el Madrid. Del Bosque pasó primero por las categorías inferiores merengues (incluido el Castilla de 1987 a 1990) y debutó como preparador del primer equipo en 1994. Tomó las riendas de forma interina y por poco tiempo, como volvería a sucederle en 1996. No fue hasta el curso 1999-2000 cuando tuvo mando en plaza total en el escalafón deportivo más alto de la organización. Entre 1999 y 2003, consiguió siete títulos teniendo a su disposición a mitos como Raúl, Figo, Zidane, Hierro o Casillas, entre otros: dos Champions, dos Ligas, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y una Copa Intercontinental.

Sin embargo, el final de la etapa de Del Bosque en el Madrid fue aciago, con una no renovación muy comentada nada más hacerse con la Liga en la 2002-2003. A nivel de clubes, pasó después por el Besiktas (2004-2005: fue cesado en plena campaña) y fue director deportivo del Cádiz unos meses, a partir de junio de 2007. Fue la cara visible del banquillo de España entre 2008 y 2016: 114 partidos, 87 victorias, 17 derrotas y 10 empates.

“Siempre tengo cosas que hacer, sobre todo por la mañana, así que no sé si decir que mi vida es la de un jubilado. Yo nunca me aburro”, comentaba Del Bosque en septiembre de 2023, entrevistado por El Mundo. “A mí me relajan los crucigramas, sobre todo si tienen un poco de ironía a la hora de buscar las palabras”, comentaba entonces. “Me gusta y veo partidos de Primera, de Segunda, internacionales… Estamos bien servidos”, mencionaba al hilo de cómo sigue el deporte rey en la actualidad.

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Las charlas y la colaboración con algunas marcas en términos publicitarios han sido las principales ocupaciones de Del Bosque una vez que su tiempo en primera línea futbolística se marchitó. “Ahora parece que todo el mundo está enfadado, cuando el fútbol es para hacer feliz a la gente”, llegó a confesar el año pasado.

Desde aquel lejano 7 de agosto de 2016, en el que aseguró que no entrenaría más, Del Bosque ha cumplido aquella promesa. Puede que en nuestros días, si se dan las circunstancias, vuelva a dar un paso al frente de envergadura, en este caso en los despachos, para el balompié patrio. Que, todo hay que decirlo, anda necesitado de referentes fiables en estos difíciles momentos.