¿Fractura en el vestuario del Barcelona? La contundente respuesta de Koundé y Sergi Roberto a Gündogan por señalar a Araujo

Ambos futbolistas alzan la voz para recalcar el ámbito colectivo por encima del individual tras el señalamiento de Ikay al central uruguayo por su expulsión

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Koundé durante el partido de Champions entre Barcelona y PSG (REUTERS/Albert Gea).
Koundé durante el partido de Champions entre Barcelona y PSG (REUTERS/Albert Gea).

Desolación total en Montjuïc. Lo que tenía que ser una gran noche terminó en tragedia deportiva para el Barcelona. Cuando lo tenía todo de cara para estar en semifinales de Champions, el equipo de Xavi Hernández se vino abajo. Raphinha abrió el marcador, pero la expulsión de Araújo con más de una hora por jugar fue una losa demasiado pesada para un Barcelona que tardó en reactivarse cuando se vio en inferioridad. Dembélé, como en París, Vitinha y un doblete de Mbappé impulsaron al PSG, que protagonizó la primera remontada de su historia en la Champions.

El PSG dominaba y el Barcelona resistía mientras esperaba su ocasión, que, del mismo modo que en París, llegó. Raphinha, que únicamente había entrado en contacto con la pelota una vez, culminó un avance de Lamine Yamal que había dejado atrás a Nuno Mendes. El fútbol no, pero el viento soplaba a favor del Barcelona, hasta que Araujo entró en desconexión. Barcola provocó su expulsión tras negar Ter Stegen un doble remate a Mbappé. El central uruguayo perdió la pelota y acto seguido derribó en el límite del área a Barcola. El árbitro expulsó al charrúa y Xavi retiró a Lamine Yamal para dar entrada a Iñigo Martínez. La inferioridad numérica de los barcelonistas agrandó la superioridad del PSG.

Xavi Hernández y Ronald Araújo, tras la expulsión del central uruguayo (EFE/Alejandro García).
Xavi Hernández y Ronald Araújo, tras la expulsión del central uruguayo (EFE/Alejandro García).

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Respuesta de jerarquía y de capitán

Los franceses tardaron menos de una hora en firmar el remonte con un disparo cruzado desde la frontal del área de Vitinha. Y lo que restaba de partido, que era más de media hora, fue un ejercicio que se resume entre el suplicio y la búsqueda azulgrana de una gesta imposible. Fue una acción clave en la eliminatoria. Xavi la calificó como “una jugada que revienta la eliminatoria”, centrando sus críticas en la actuación arbitral. Gündogan, sin embargo, personificó en Araujo su opinión. “

Es duro decirlo, pero en estos momentos tan cruciales tienes que estar seguro si vas a por el balón. Yo no sé si toca el balón o no… Yo prefiero conceder un gol o incluso permitir un uno contra uno. Yo no sé si llegaba al balón o no, pero dale al portero la oportunidad de pararla, o incluso dales el gol. Estoy decepcionado, muy decepcionado. Estaba en nuestra mano y se lo hemos regalado al PSG. Se lo hemos regalado de la forma más fácil”, explicó.

Nuno Mendes durante el partido de Champions entre Barcelona y PSG (REUTERS/Albert Gea).
Nuno Mendes durante el partido de Champions entre Barcelona y PSG (REUTERS/Albert Gea).

La respuesta al exjugador del Manchester City no se ha hecho esperar y viene de su propio vestuario. Koundé tira de jerarquía para contestar al centrocampista alemán. “Una decepción inmensa no clasificarse para las semis cuando teníamos todo para hacerlo. Por cierto ganamos como equipo y perdemos también como equipo, siempre. Toca recuperar y prepararse para El Clásico de este domingo. Gracias por el apoyo culers”, ha publicado en sus redes sociales. A primera hora de la tarde, Sergi Roberto, uno de los capitanes, también tomó la palabra con una en una línea muy similar a la de Koundé. “Ahora más unidos que nunca, aquí ganamos y perdemos todos juntos”, expresó el capitán azulgrana.

La eliminación, además de cortar la participación del Barcelona en Champions, también le supone un la pérdida, o mejor dicho, el no ingreso de 50 millones de euros por participar en el Mundial de Clubes de 2025. A los azulgranas sólo le queda una Liga casi imposible para no terminar el curso en blanco. El Barcelona tocó el cielo con los dedos, pero se los acabó pillando con la tapa del piano buscando una gesta imposible.