Las diferencias y similitudes entres Junts y ERC, los socios que necesita Sánchez para conseguir la investidura

Los dos principales partidos independentistas tienen en sus manos la gobernabilidad de España y luchan por el objetivo común de la autoderminación. Eso sí, hay más que los separa de lo que los une

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Imagen de archivo. Carles Puigdemont y Oriol Junqueras justo antes de anunciar la fecha y la pregunta del referéndum sobre la independencia de Cataluña que convocaron el 17 de octubre de 2017. (EFE)
Imagen de archivo. Carles Puigdemont y Oriol Junqueras justo antes de anunciar la fecha y la pregunta del referéndum sobre la independencia de Cataluña que convocaron el 17 de octubre de 2017. (EFE)

Cuando se habla de los partidos independentistas se tiende a meter a todos en el mismo saco porque, evidentemente, tienen un objetivo común: la autodeterminación en Cataluña. Sin embargo, ideológicamente poco tienen que ver las dos principales formaciones de las que ahora mismo depende Pedro Sánchez, ERC y Junts, si quiere revalidar su puesto de presidente en el Gobierno de España.

En primer lugar, Esquerra Republicana es un partido que se sitúa en la izquierda (como su propio nombre indica). De hecho, ha sido uno de los principales socios del Gobierno de coalición durante la pasada legislatura —aunque se complicó el asunto con el escándalo del caso Pegasus y el espionaje a dirigentes catalanes—, y en materia social ha sido exigente, especialmente en materia de vivienda. Según se define en su propia web, tiene como objetivo principal la consecución de “una sociedad más justa y solidaria, sin desigualdades entre las personas y los territorios”. Y añade que, para ello, el objetivo es “conseguir la independencia de Cataluña”.

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Por su parte, los movimientos de Junts, un partido con menos historia que ERC —se registró en 2018 y que tiene sus orígenes en la antigua Convergència i Unió—, hacen más difícil definir su ideología. Además de considerar que “todas las naciones tienen derecho a la autodeterminación” y recordar en su web que tienen “muy presente el compromiso del 1 de octubre”, el partido de Carles Puigdemont se autoconsidera “transversal”, o lo que es lo mismo, una formación atrapalotodo.

Pero la ideología de un partido se ve con sus actos, no sus palabras. Es interesante ver cómo la Wikipedia define las posiciones de Junts: independentismo catalán, populismo, unilateralismo, personalismo, transversalidad y democracia directa. Bien podría tratarse tanto de un partido de izquierdas como de derechas con esta descripción. Esa transversalidad sirve para defender posturas liberales, más propias de la derecha, como para posicionarse a favor de la justicia social, más defendida por la izquierda. Y eso es lo que han hecho estos últimos cuatro años: ir de lado a lado.

Similitudes entre Junts y ERC

Si analizamos cuáles son los fines de ambas formaciones que tienen en su mano un posible futuro Gobierno de PSOE y Sumar, lo que tienen en común es la autodeterminación de Cataluña. Ninguna renuncia a sus orígenes, pese a que la crisis en la región catalana no es la misma que en 2017, cuando el Ejecutivo del PP se negó a sentarse a negociar. En esta pasada legislatura, la mesa de diálogo con Cataluña ha sido una de las protagonistas, aunque avanza a paso lento.

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Sin embargo, el PP ya anunció antes de las elecciones del 23-J que, si lograba gobernar tras la llamada a las urnas, desactivaría esta mesa de diálogo. “Sí le pediré a la Generalitat de Cataluña, además de mantener un diálogo fluido con sus autoridades, que se incorpore a la mesa multilateral que es la Conferencia de Presidentes y el Consejo de política fiscal y financiera”, sostuvo Alberto Nuñez Feijóo en una entrevista con El Periódico de España.

El líder de ERC, Oriol Junqueras; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián y la diputada de ERC Montserrat Bassa, a su llegada al Congreso de los Diputados el 19 de septiembre. (EDUARDO PARRA/ EUROPA PRESS)
El líder de ERC, Oriol Junqueras; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián y la diputada de ERC Montserrat Bassa, a su llegada al Congreso de los Diputados el 19 de septiembre. (EDUARDO PARRA/ EUROPA PRESS)

Por lo tanto, comparten el independentismo catalán, el nacionalismo y la unilateralidad. De hecho, una de las exigencias que formulan el PSOE y Sumar a cambio de negociar la amnistía es que ambos renuncien a la unilateralidad. Algo a lo que se han negado. “No renunciamos a ninguna vía democrática, pero evidentemente priorizamos la vía de la negociación”, respondió Raquel Sans, portavoz de los republicanos.

Ambos partidos han llegado unidos, tras una relación de muchos altibajos, al sexto aniversario del 1 de octubre de 2017. Y es que han presentado una propuesta de resolución para que las fuerzas independentistas en el Congreso no den su apoyo a una eventual investidura de Pedro Sánchez si este no se compromete a trabajar en un referéndum en Cataluña.

Diferencias entre Junts y ERC

Las diferencias son mayores. La ideología de ERC está clara: más allá del independentismo, destaca la socialdemocracia, el nacionalismo de izquierda y el republicanismo. Pero es difícil dejar clara la de Junts. Eso sí, lo mejor es ir a los ejemplos para comprobar dónde se sitúan estos partidos en el espectro político.

Si nos fijamos en el que posiblemente ha sido el mayor hito del primer gobierno de coalición, la reforma laboral, aprobada de casualidad en febrero de 2022, los de Puigdemont votaron en contra. ERC y Bildu también dieron su no, pero porque pedían llevar más lejos la reforma. La excusa de Junts fue que “excluía al 99,8% del tejido empresarial catalán”, en palabras de su portavoz en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, una postura conservadora y en defensa del empresariado.

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Lo mismo ocurrió un año después en la votación de la ley de vivienda. Una postura curiosa, puesto que poco antes habían apoyado la idea de limitar los alquileres en Cataluña. Pero los sectores económicos catalanes no debieron salir contentos. En lo económico, Junts se ha decantado por posiciones más liberales: se abstuvo con el tope del gas, por ejemplo. Aunque luego descolocó votando a favor de subir los impuestos a los beneficios de la banca y las energéticas. Por poner otro ejemplo, en agosto de 2022 se abstuvo a la hora de aprobar el nuevo sistema de cotización de autónomos.

¿Y qué ocurrió con las leyes sociales? Pues de todo. Junts no sigue un patrón, sino que su posición respecto a cualquier tema es un misterio mientras no se trate de la independencia de Cataluña. Votó a favor de leyes como la trans o la del sí es sí, aunque no dudó en ser el primero en exigir una reforma de esta segunda en cuanto surgieron los primeros problemas tras la rebaja de penas. En lo social, por lo general, ha estado en sintonía con el Gobierno de Sánchez, menos con la Memoria Democrática que, igual que el PP, votó en contra.