La CIDH condena irrupción en la embajada de México y pide a Ecuador a proteger a Jorge Glas

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exhortó a Ecuador a tomar medidas inmediatas para asegurar la protección de Jorge Glas, exvicepresidente del país, quien se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad desde el 6 de abril.

Este llamamiento se produce tras el incidente en el que la policía ecuatoriana ingresó a la Embajada de México en Quito, donde Glas había solicitado asilo aún cuando estaba condenado por corrupción en su país.

Estos hechos suscitaron preocupación por parte de la CIDH, que enfatizó la necesidad de adherirse a las normativas internacionales que salvaguardan la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y los principios del asilo diplomático en la región.

La institución reiteró su pedido a Ecuador para que garantice los derechos a la vida e integridad personal del ex vicepresidente Glas, quien ha estado bajo medidas cautelares emitidas por la CIDH desde el 31 de diciembre de 2019.

Glas, quien cumplió funciones de vicepresidente entre 2013 y 2017 bajo las administraciones de Rafael Correa y a inicio del mandato de Lenín Moreno, estaba en la sede diplomática mexicana en calidad de “huésped”.

La CIDH también tomó nota de la condena emitida por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) respecto a la invasión policial a la sede diplomática mexicana, ocurrida el 10 de abril, y exhortó al cumplimiento de las obligaciones internacionales establecidas en la Convención de Viena y la Convención de Asilo Diplomático de 1954.

Glas, quien enfrenta acusaciones por presunta malversación de fondos y ya tenía condenas por cohecho y corrupción, buscaba ser reconocido como perseguido político, denunciando lo que considera una persecución judicial o ‘lawfare’ en su contra.

El exvicepresidente, que había sido liberado a finales de 2022 gracias a una medida cautelar antes de su reciente reclusión, se encontraba en la embajada desde el 17 de diciembre.

La irrupción de las autoridades en dicho recinto ha sido calificada de ilegal y arbitraria por un tribunal ecuatoriano, llevando a México a romper relaciones con Ecuador y presentar una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa Azín, defendió firmemente su decisión de autorizar el ingreso a la Embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción.

Esta acción ha provocado un incremento en las tensiones diplomáticas entre Ecuador y México, especialmente después de que México otorgara asilo político a Glas. Esta operación, que tuvo lugar el pasado 5 de abril, ha sido criticada internacionalmente, pero Noboa asegura contar con el apoyo de los ecuatorianos.

Tras la concesión de asilo político por parte de México a Glas, quien estaba cumpliendo condena por casos de corrupción en Ecuador, Noboa justificó la incursión en la embajada mexicana argumentando la existencia de un plan de fuga que involucraba el uso de medios diplomáticos mexicanos.

Según el mandatario, esta acción fue necesaria para prevenir la fuga de Glas y demostrar su compromiso con la justicia y la soberanía de Ecuador.

Noboa también criticó a México por lo que considera una violación a los tratados internacionales, específicamente a la Convención de Caracas, y subrayó la importancia de su decisión para proyectar una imagen de fortaleza y justicia ante la ciudadanía.

El ex vicepresidente Jorge Glas ahora se encuentra detenido en La Roca, un centro de máxima seguridad en la ciudad de Guayaquil.

A pesar de las recomendaciones contra la intrusión de sus asesores, Noboa expresó su deber de actuar en consonancia con los principios de justicia y el mandato confiado por la población ecuatoriana, quienes, según él, respaldan mayoritariamente su gestión en este conflicto.