El día que la guerrilla cubana secuestró a Fangio: una increíble operación de Fidel Castro y un accidente trágico

Para el dictador Fulgencio Batista, la participación del piloto en el segundo gran premio que se correría en La Habana era una excelente publicidad para mostrar que en la isla estaba todo tranquilo. Pero el Movimiento 26 de Julio supo sacarle provecho a la presencia de la estrella del automovilismo

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Juan Manuel Fangio, Maserati 250F, Grand Prix of Great Britain, Aintree, 20 July 1957. (Photo by Bernard Cahier/Getty Images)
Juan Manuel Fangio, Maserati 250F, Grand Prix of Great Britain, Aintree, 20 July 1957. (Photo by Bernard Cahier/Getty Images)

Lo que menos parecía era un secuestrado. Cuando ingresó a la casa donde lo mantendrían cautivo, no estaba maniatado ni nunca le vendaron los ojos. Al verlo, todos festejaron y se arremolinaron a su alrededor para pedirle autógrafos. Sin perder la compostura, en el momento de ser capturado se aprestaba a ir a comer. A Juan Manuel Fangio, nacido 46 años atrás en la ciudad bonaerense de Balcarce, a esa altura quíntuple campeón mundial de Fórmula 1, le prepararon papas y huevos fritos.

El viaje a Cuba

Estaba en Cuba para participar de la segunda edición de la carrera de autos sports, organizado por el general Roberto Fernández Miranda, cuñado de Fulgencio Batista, en un intento de mejorar la imagen de la dictadura de la isla. El objetivo de su visita era demostrarle al mundo que el gobierno estaba firme, en un momento en que la situación socio económica lo tenía a maltraer. A eso se agregaba que un grupo guerrillero se había hecho fuerte en Sierra Maestra y buscaba derrocarlo. El argentino ya había ganado la primera edición de esa competición, que se había corrido en 1957.

La noticia dio la vuelta al mundo y fue una acción propagandística para los guerrilleros que se habían levantado contra Fulgencio Batista
La noticia dio la vuelta al mundo y fue una acción propagandística para los guerrilleros que se habían levantado contra Fulgencio Batista

Precisamente Fidel Castro había decidido salir de Sierra Maestra y planeaba abrir tres frentes. Estos involucraban la Sierra de Cristal, operación a cargo de Raúl Castro, mientras otra columna al mando de Juan Almeida iría a Santiago, y Camilo Cienfuegos se ocuparía del llano cercano a Bayamo, una ciudad cercana a la base central..

Armaron el circuito en El Malecón, una amplia avenida que bordea la costa norte de La Habana a lo largo de ocho kilómetros.

Fangio premiado por Batista luego de ganar el Gran Premio de 1957, a bordo de la Maserati 300S (Hy Peskin/Getty Images)
Fangio premiado por Batista luego de ganar el Gran Premio de 1957, a bordo de la Maserati 300S (Hy Peskin/Getty Images)

La noche del secuestro

Cuando hizo las pruebas con un Masserati 450 S, notó que un punto de la pista el pavimento estaba un poco levantado. Cada vez que pasaba, el auto saltaba y costaba dominarlo. No le gustó.

Advirtió a los organizadores de esta falla e incluso recomendó que en ese lugar restringiesen el número de espectadores, porque si un auto se despistaba, ocurriría una desgracia.

La noche del sábado 22 de febrero de 1958 estaba en el lobby del Hotel Lincoln, donde ocupaba la habitación 810. Por entonces, era uno de los mejores de la isla, levantado en 1926.

Hazaña coronada. En la meta recibe la bandera de cuadros en Nürburgring en 1957 (Museo Fangio)
Hazaña coronada. En la meta recibe la bandera de cuadros en Nürburgring en 1957 (Museo Fangio)

El argentino hablaba con el jefe de mecánicos de Masserati, cuando se le acercó un hombre alto, con campera de cuero. “Disculpe, Juan, me va a tener que acompañar”, le dijo. “Vamos, chico, no estoy para bromas, me voy a cenar con amigos”, le respondió.

“Usted tendrá que venir conmigo”, insistió el hombre, mostrándole una pistola 45.

Dos corredores, Alejandro D’Tomasso y Sterling Moss, que presenciaban la escena, amagaron con hacer algo, y el hombre amenazó con dispararles.

Lo que el argentino ignoraba es que desde que antes que llegase a la isla, los guerrilleros conocían su agenda, y siempre fue seguido. En las horas previas hubo un debate entre ellos acerca del momento oportuno para capturarlo. Se barajó esperarlo a la salida de un programa de televisión, pero la cantidad de gente que lo esperaba, los hizo desistir y evaluaron ir directamente a su habitación. Por fin decidieron el movimiento más arriesgado: llevárselo de la puerta del hotel, a la vista de todos.

Fangio era una estrella mundial. Había obtenido cinco títulos mundiales en Fórmula 1 y aún los fanáticos se emocionaban al recordar su carrera en Nürburgring del 4 de agosto de 1957. Luego de una mala parada en boxes, quedó a 48 segundos de los primeros: las Ferraris de Hawthorn y Collins. Entre la vuelta 11 y 21, la última, batió once veces el récord de vuelta, ganó la carrera y se coronó campeón por quinta vez.

Batista se hizo del poder a través del golpe de Estado de 1952
Batista se hizo del poder a través del golpe de Estado de 1952

El cautiverio de Fangio

Lo subieron a un Plymouth negro que se perdió en la noche. En el trayecto, que duró cerca de una hora, cambiaron dos veces de vehículo. Pidió una gorra para disimular su pelada característica y como no tenían, se agachó lo más que pudo. Lo llevaron a dos casas antes de dejarlo en una en El Vedado, un barrio aristocrático de La Habana.

A la mañana del domingo, día de la carrera, le pidió a uno de sus secuestradores, Faustino Pérez, que llamase a su familia para tranquilizarla. Pérez era el jefe del Movimiento 26 de Julio en La Habana.

Le dieron los diarios y se negó a ver la carrera, que era televisada.

El Movimiento 26 de Julio se adjudicó el secuestro, y comunicó que la vida del corredor no peligraba. En el gobierno no lo podían creer, y el propio Batista se puso frente al operativo para dar con el argentino. Se colocaron retenes en rutas, se cerró el aeropuerto, y se interrogó a los testigos, mostrándoles diversas fotografías de sospechosos.

Lo cierto es que la noticia estuvo en la primera plana de todos los diarios y el grupo guerrillero de Fidel alcanzaba resonancia internacional.

El Hotel Lincoln, donde se alojaba Fangio. De allí lo secuestraron
El Hotel Lincoln, donde se alojaba Fangio. De allí lo secuestraron

Cómo fue la carrera

En la quinta vuelta de la carrera hubo un despiste de la Ferrari del cubano Alberto García Fuentes, resultando muertos dos espectadores y otros cuarenta heridos. “Tal vez ustedes lo que hicieron fue salvarme la vida”, le confió Fangio a sus captores.

Una vez terminada la carrera y logrado el objetivo propagandístico, los guerrilleros resolvieron liberarlo. Dudaron dónde hacerlo porque temían que las fuerzas del gobierno asesinasen para culparlos. Se desechó la idea de dejarlo en una iglesia y fue el corredor quien indicó que se comunicasen con el embajador argentino Raúl Lynch, un primo del papá del Che Guevara.

Los guerrilleros insistieron que el secuestro solo tenía fines propagandísticos, que nada tenía que ver con el gobierno argentino, ya que precisamente el 23 de febrero se llevaron adelante las elecciones presidenciales, en las que resultó triunfante Arturo Frondizi. Y le adelantaron que cuando la revolución triunfase, sería el huésped de honor.

La liberación

Cuando fue liberado luego de 27 horas, aseguró que había estado en tres casas, que había sido tratado muy bien. De Cuba viajó a Miami, donde el alcalde lo homenajeó y fue invitado al programa de Ed Sullivan.

Fangio se retiró de las pistas el 6 de julio de 1958 luego de correr en el Gran Premio de Francia, donde terminó cuarto. Volvió a la isla en 1981 como representante de la firma Mercedes Benz. Lo recibió Faustino Pérez, entonces convertido en ministro de Industria. Cuando Fidel Castro se enteró de su presencia, suspendió sus compromisos para ir a saludarlo y pedirle disculpas.

Recibió un telegrama de “sus amigos secuestradores” cuando lo operaron del corazón y cuando se cumplieron 25 años del hecho. Cuando se celebró el sexto aniversario de la creación del Museo que lleva su nombre, Arnold Rodríguez, que en aquellos tiempos participó del secuestro, viajó especialmente.

Faustino Pérez, que cuando liberó a Fangio se dirigió a Sierra Maestra para convencer a Castro y al Che Guevara que era el momento de una ofensiva, murió el 24 de diciembre de 1992 de una afección cardíaca a los 72 años. Desde 1989 era el director de la empresa municipal agrícola Victoria de Girón, en Matanzas.

Hasta sus últimos años, Fangio estuvo en contacto con sus antiguos secuestradores. Aquí con Arnold Rodríguez, quien cumplió funciones en Relaciones Exteriores y Comercio en el de Fidel Castro
Hasta sus últimos años, Fangio estuvo en contacto con sus antiguos secuestradores. Aquí con Arnold Rodríguez, quien cumplió funciones en Relaciones Exteriores y Comercio en el de Fidel Castro

Fangio falleció el 17 de julio de 1995 a los 84 años. Cuando algún periodista le preguntaba sobre el hecho, respondía que había sido una anécdota más para contar y, encogiéndose de hombros, decía que “estas son cosas que pasan en la vida”.