Desgarro de frenillo del pene: una lesión común entre los hombres durante el coito

En Lima se puede encontrar a varios urólogos que ofrecen cirugía de frenillo, una operación recomendada para quienes han sufrido desgarro de frenillo del pene.

El frenillo del pene es un pliegue que une el glande con el prepucio y que, durante el coito o la masturbación, puede desgarrarse provocando dolor acompañado de una hemorragia. Por eso es importante saber en qué consiste la rotura de frenillo del pene y quiénes tienen más riesgo de sufrirla.

El frenillo del pene es el pliegue de la piel que une la cara inferior del glande con la superficie interior del prepucio, su apariencia se asemeja al frenillo que se encuentra debajo de la lengua y juega un papel crucial en la fisiología sexual masculina.

Esta estructura no solo facilita que el prepucio se contraiga sobre el glande sino que también se considera una de las áreas más sensibles debido a que contiene numerosas terminaciones nerviosas.

Durante un estado de no erección, el frenillo permanece protegido bajo el prepucio. Sin embargo, al desplazar el prepucio hacia atrás, se revela esta banda de piel, que visualmente se asemeja a un triángulo extendiéndose hacia la uretra, lugar por donde se expulsan tanto el semen como la orina.

Las funciones del frenillo del pene son proteger al glande y mantener el prepucio en la posición adecuada, es decir, sobre el glande cuando el pene está flácido. Pero, además, el frenillo del pene también facilita la penetración porque desplaza el prepucio para que el glande pueda quedar liberado durante el coito. Por último, el frenillo hace posible que las sensaciones en la penetración sean más intensas debido a las terminaciones nerviosas que posee este pliegue de piel.

Una complicación que puede surgir en hombres con frenillo corto es la posibilidad de sufrir desgarros en esta área. Estos incidentes generalmente conllevan síntomas como dolor intenso y sangrado, aunque, normalmente, la zona afectada tiende a sanar una vez que cesa la hemorragia. Este tipo de lesión se asocia frecuentemente con el coito, aunque también ocurre durante la masturbación, especialmente bajo circunstancias de fricción intensa y falta de lubricación adecuada.

En profundidad, el principal factor que contribuye a un desgarro del frenillo es la actividad sexual sin la lubricación necesaria, particularmente cuando se adoptan posiciones que ejercen presión adicional sobre el pene, lo que puede resultar en la ruptura de esta zona sensible.

La educación sexual sobre el uso adecuado de lubricantes y la elección de posturas sexuales que minimicen el riesgo de lesiones es fundamental para prevenir estos incidentes.

Luego de haberse roto el frenillo, la cicatrización puede llevar a una reducción aún mayor en la longitud de este pliegue, complicación que, en algunos casos, termina requiriendo intervenciones quirúrgicas o tratamientos tópicos con cremas con corticoides para su corrección.

Dependiendo de la gravedad del desgarro, el proceso de recuperación puede variar, extendiéndose desde dos hasta cuatro semanas. Durante este periodo, es posible que los afectados experimenten una disminución en la sensibilidad del pene, efecto que puede influir negativamente en el goce del coito.

Además de las repercusiones físicas, los desgarros del frenillo pueden tener un impacto psicológico sobre quienes los padecen, afectando su confianza y disfrute en la intimidad.

La atención por parte de profesionales de la salud al primer indicio de anomalías o molestias en el frenillo del pene puede evitar complicaciones mayores, asegurando un tratamiento temprano y efectivo. La consulta con un urólogo ante el dolor y sangrado provocado por la rotura del frenillo es esencial para una valoración adecuada y personalizada.