‘Los detectives muertos’, la serie de DC que llega a Netflix basada en el universo de Neil Gaiman

Es uno de los escritores de género fantástico más importantes desde hace décadas y dueño de un universo propio muy particular. Neil Gaiman, el responsable de libros como Buenos presagios, American Gods, la novela gráfica The Sandman o Coraline, casi todas adaptadas al cine o a la ficción televisiva, regresa a la actualidad con Los detectives muertos, basada en un cómic de DC creado por él mismo junto a Matt Wagner.

En ella, dos jóvenes fantasmas se dedican a montar una agencia de detectives. Su misión, intentar resolver los problemas que tienen los espíritus que se encuentran atrapados en la Tierra y que todavía no han sido reclamados por la Muerte (que es, precisamente, lo que a ellos también les ocurre).

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Por eso, cada vez que resuelvan un caso, tendrán que esconderse para que no se los lleve a ellos también. Esta es la premisa sobre la que se sustenta esta nueva serie que se ha estrenado en Netflix, creada por el propio Gaiman junto a Matt Wagner y Steven Yockey.

Sus protagonistas se llaman Charles Rowland y Edwin Payne. Están interpretados respectivamente por George Rexstrew y Jayden Revri y, podríamos decir que ambos son unos recién llegados y, por tanto, dos de los descubrimientos de la serie que, en su mayoría, está integrada por nuevos nombres dentro de la industria, como Kassius Nelson o Alexander Calvert.

Edwin Payne falleció en 1916 y Charles Rowland en los años ochenta. Ambos sufrieron de diferente manera por culpa de su orientación sexual o los abusos y ahora quieren hacer justicia, la que ellos no tuvieron. Así, asistiremos a un procedimental de carácter sobrenatural que nos llevan del misterio a la comedia negra.

La llegada de una nueva integrante a la agencia, Crystal (la mencionada Kassius Nelson), constituirá un pequeño terremoto en la asentada relación entre ambos. A través de episodios ‘autoconclusivos’ (cada uno corresponde a un caso, al mismo tiempo, también se irá generando una intriga de más largo recorrido.

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En principio se trataba de una ficción para HBO Max, pero terminó en Netflix con algunos cambios que no han afectado a la líneas primordiales propuestas por Gaiman. Los fans del autor disfrutarán con esta serie que contiene los elementos favoritos de un autor que maneja a la perfección una cosmogonía que tiene que ver con los dioses y monstruos, con los ángeles y el Infierno, con los seres fantásticos y toda clase de especies en las que late la imaginación oscura y que se mezcla con elementos cotidianos y problemas actuales con los que todos nos podemos sentir identificados.

Mientras, para el año que viene, ya se ha confirmado la tercera parte de Good Omens, de nuevo con David Tennant y Michael Sheen con la que se cerraría la trilogía.