Los policías que recuperaron los cuadros de Francis Bacon: “El arte es de todos y hay mucha gente que se dedica a robarlo”

La inspectora jefa de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional analiza en una entrevista con ‘Infobae España’ el “negocio” del expolio de piezas de incalculable valor

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Dos agentes de la Brigada de Patrimonio Histórico. (Cedida)
Dos agentes de la Brigada de Patrimonio Histórico. (Cedida)

Una veintena de agentes “apasionados por el arte y la investigación”. Así define la inspectora jefa Montserrat de Pedro la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional que ella misma dirige en una entrevista con Infobae España. En 2017, recuperaron tres de los cinco cuadros del artista Francis Bacon robados en una casa del centro de Madrid.

Este grupo de agentes es el guardián en toda España de cuadros, esculturas y piezas arqueológicas, el patrimonio que en la actualidad más “preocupa” a la Policía, porque “todo lo que se expolia en los yacimientos se acaba vendiendo. Es cuestión de tiempo”. Montserrat explica que parte de la labor de investigación se centra en el “mercado negro”, que hoy se concentra en las “redes sociales” y plataformas de compraventa de todo tipo de artículos, como Wallapop o Catawiki, además de otras más especializadas como Todocolección. Artículos de incalculable valor histórico y económico a la venta y enmascarados entre antigüedades y otras piezas de coleccionista.

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“Bandas organizadas” del expolio

“Trabajo no nos falta”, asegura, aunque nunca dan una pieza por perdida: “Si nosotros no la encontramos, se va a perder”. Y es que hay “mucho negocio” y hasta “bandas organizadas” que se dedican exclusivamente al expolio y que llegan a rastrear yacimientos arqueológicos en busca de patrimonio aún por descubrir. “El arte es de todos y hay mucha gente que se dedica a robarlo”, lamenta. Lejos del perfil del delincuente habitual en otro tipo de robos, el ladrón de arqueología y arte especializado “no es violento”.

Piezas recuperadas en una operación de la brigada. (Cedida)
Piezas recuperadas en una operación de la brigada. (Cedida)

Eso sí, tiene su propio modus operandi. Los grupos organizados dedicados al expolio buscan acabar vendiendo sus piezas en el “mercado legal” (galerías, ferias y casas de subastas) para obtener el máximo beneficio posible, ya que en el mercado negro los artículos se compran “muy por debajo de su valor”, explica la inspectora jefa.

La pirámide del expolio

Desde su robo hasta tener un lugar en la colección de algún comprador de arte, cada una de estas piezas pasa por varias manos. Los agentes de la Brigada de Patrimonio Histórico la definen como “la pirámide del expolio”. Empieza en la sustracción a cargo de “delincuentes comunes” y pasa a manos de “intermediarios” o “receptadores” que, a través de sus contactos, acaban introduciendo la pieza en el circuito legal.

El expolio, como delito contra el patrimonio histórico, está castigado en España con penas de cinco meses a tres años de prisión o multa de 12 a 24 meses. Este “bajo” reproche penal, a juicio de Montserrat de Pedro, facilita que haya expoliadores que se dediquen exclusivamente a este negocio que mueve millones y millones de euros.

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Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional. (Cedida)
Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional. (Cedida)

Aunque la brigada no abandona ninguno de los tesoros del patrimonio histórico, su inspectora jefa reconoce que han dedicado buena parte de sus esfuerzos a perseguir el robo de cinco cuadros del artista Francis Bacon, una investigación “muy compleja” que “no está cerrada”. Tras recuperar tres de las cinco obras y detener a dos receptadores hace apenas un mes, la inspectora jefa, sin desvelar ningún dato que ponga en riesgo las pesquisas, asegura que están “en el buen camino”. Un caso que “nada tiene que ver con expoliadores”, sino con delincuentes que “roban por dinero” y “no saben lo que tienen entre manos”.

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