Beber agua no quema calorías: un científico de Harvard desmonta varios mitos en torno a la hidratación y la pérdida de peso

El doctor Robert H. Shmerling analiza la evidencia científica disponible en torno a varias ideas generalmente aceptadas en torno a la relación entre beber agua y adelgazar

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Una mujer bebiendo agua mientras se ejercita (Shutterstock)
Una mujer bebiendo agua mientras se ejercita (Shutterstock)
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Existe un consejo más o menos validado por la mayoría que dice que beber un vaso de agua antes de comida ayuda a perder peso. ¿Es esto realmente así? ¿Qué dice la ciencia al respecto? El doctor Robert H. Shmerling es jefe clínico de reumatología en el Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston (Estados Unidos) y editor principal de la Harvard Health Publishing.

Son tres las teorías principales respecto a la relación entre beber agua y adelgazar. La primera de ellas es esa de llenarse de agua antes de las comidas para sentirnos saciados antes. La evidencia científica apoya esta recomendación, pues un estudio publicado en 2007 y disponible en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos concluyó que aquellas personas que bebían un vaso de agua antes de las comidas tendían a comer menos que aquellos que no lo hacía.

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Otra corriente sostenía que beber agua quemaba calorías, pues esta debía calentarse hasta alcanzar nuestra temperatura corporal (termogénesis). La energía que nuestro cuerpo gastaba en este proceso podía compensar las calorías de las comidas. Sin embargo, investigaciones más recientes publicadas en la revista Nutrition&Diabetes no han encontrado una evidencia sólida de que esto sea cierto, por lo que se pone en duda esta teoría relacionada con la termogénesis.

Una teoría sostenía que, en ocasiones, lo que realmente sentimos es sed y no hambre. Ser conscientes de ello puede ahorrarnos más de un viaje a la cocina a picar entre horas y optar por dar unos tragos a nuestra botella de agua. Sin embargo, el doctor Shmerling no ha encontrado evidencias científicas de que sea real esa malinterpretación de la sed con el hambre.

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Una recomendación bastante extendida relacionada con el agua es que estar bien hidratado mejora la capacidad de hacer ejercicio y propicia la pérdida de peso, pues la deshidratación puede provocar fatiga muscular, agotamiento por el sofoco de la actividad física y calambres. A pesar de que es cierto que es vital estar bien hidratados mientras realizamos ejercicio, el experto no ha encontrado estudios que examinen específicamente el papel de la hidratación en la pérdida de peso relacionada con el ejercicio.

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Muchas personas también creen que reemplazar bebidas ricas en calorías (como el alcohol, los zumos o los refrescos) por agua puede ayudar a perder peso a corto o medio plazo. Efectivamente, los nutricionistas y este experto de Harvard concuerdan en que la reducción drástica de la ingesta de este tipo de bebidas está asociada a una pérdida de peso.

Otro de los bulos más extendidos y para los que no se dispone de evidencia científica que sostenga esta idea es que quemar grasa requiere agua, pues esta podría ayudar a fomentar la degradación de las grasas y, en consecuencia, la pérdida de peso. El doctor Shmerling solo ha podido corroborar esta afirmación en estudios con animales.