Yolanda Ramos: “Saco rentabilidad a mi personaje porque es algo que aprendí desde pequeña para sobrevivir”

Yolanda Ramos lleva media vida delante de las cámaras, protagonizando papeles tan icónicos como Noemí Argüelles en Paquitas Salas, en el que demostró su gran talento. Sin embargo, para conocer a la Yolanda de verdad hay que ir a sus apariciones televisivas, donde muestra su verdadera personalidad. Así está sucediendo en Bake off: famosos al horno, el concurso de TVE en el que está volviendo a sorprender -pues ya formó parte de la primera edición, emitida en Prime Video- con su divertido carácter.

Infobae España ha sido uno de los medios que ha podido charlar con ella en esta nueva oportunidad que quiere aprovechar a fondo pues, como dice, si la expulsan del programa se quedaría sin trabajo y, por lo tanto, sin dinero.

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¿Por qué repites en Bake off?

Porque tenía buena experiencia del principio y porque es mi trabajo.

Es curioso que te vuelvan a llamar a un programa que ya has hecho, te pasó también con LOL.

No sé por qué… ¡Estoy agradecida! Bueno, sí que lo sé, ¡porque soy un desastre! Y eso también da juego. Porque gente perfecta ya hay y creo que tiene que haber alguien más imperfecto, por decirlo así.

¿Dudaste cuando te lo ofrecieron?

No, en ningún momento, lo tenía claro.

¿Te has propuesto cambiar algo con respecto a la primera edición?

No, porque yo sufro cuando algo te da mucha vergüenza, cuando haces un mierda, vamos. Sí que es que soy yo misma, porque yo soy muy despistada, tengo problemas de concentración y sufro de verdad. Luego intentas dar un poco de juego, pero realmente no es que vaya de antihéroe.

¿Fuerzas el personaje?

No. Sí que le saco rentabilidad porque es una cosa que he aprendido para sobrevivir desde pequeña, pero no lo fuerzo. O sea, si me lo hicieran hacer bien de verdad lo pasaría mal y sufriría mucho, no es que haga el antihéroe porque sí. Y esto no es mentira. Cuando estoy de actriz, intento dentro de lo que yo soy, hacerlo lo mejor posible. Pero si no me sé el papel, no es que lo haga para que sea un desastre, y lo sigo siendo igual. También es bonito ser un desastre.

En este casting ya conocías a algunos de tus compañeros, ¿eso te ha ayudado a sacar una faceta más tú?

Sí, siempre que llegas a un sitio donde ya te hablas y tienes un lenguaje propio con tus amigos, como son Rocío [Carrasco] y Blas [Cantó], pues desde el primer día empiezas a criticar al resto (risas). Haces piña, unos te caen bien y otros mal, te haces ese grupo de WhatsApp adicional y un día te equivocas y lo envías al grupo que no toca. ¡Es verdad! Estás más a gusto como entienden tu humor es mucho más fácil.

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Con Blas Cantó tienes una complicidad especial.

Sí, Blas tiene algo, que yo sé lo que puede ser, por cosas que nos han pasado en la vida -como a todo el mundo- que nos une más. Tenemos esa cosa de reírnos mucho, pero detrás hay una cosa como muy frágil. Y aunque a mí me da un poco de rabia cuando alguien dice de otro que ‘es como mi hermano’, pasa algo así, nosotros no nos vemos muy a menudo, pero siempre estamos ahí y hay una hermandad de verdad. Yo lo siento así.

La familia, eso está muy visto, pero a la larga, sobre todo cuando te vas haciendo mayor, más es la que tú escoges, no la que te imponen.

Siempre digo que desde el SIDA, muchos homosexuales y mucha gente gay, ayudaron a morir a sus amigos porque en casa no estaba bien visto ser gay. Desde ahí yo creo que la amistad tuvo una relevancia diferente. Y, para los que por nuestro oficio nos hemos tenido que buscar la vida fuera de nuestra ciudad natal, los amigos acaban siendo tu familia.

¿Te llevas algún amigo de aquí?

Creo que me llevo a Pablo Puyol, me parece que es muy bueno, aunque le he dicho 50.000 veces Jordi Pujol porque soy catalana. Y a Ana Boyer. Creo que es un buen descubrimiento, ya me pasó con su hermana [Tamara Falcó]. Su vida está tan lejos de la mía que me parece, sobre todo por parte de ella de una generosidad que sea amiga mía. Es interesante… Yo no sé si soy correspondida, pero creo que sí.

A ti que llevas tantos años en la televisión, ¿te preocupa la audiencia?

En este caso, como ya está grabado, algo cobraré, entonces no me preocupa (risas). Pero cuando depende de la audiencia tu sueldo, cuando dices ‘a ver si la semana que viene se graba y se emite’, cuando es en directo, no es que te preocupes, es que te quedas sin pan. La gente dice, ‘se les ha acabado este programa que era una mierda’, pero detrás hay un equipo que hace un trabajo y parece que nosotros si nos quedamos sin trabajo no pasa nada, y no quiero que se malinterprete… Pero antes todavía, pero ahora es difícil ahorrar con 1.000 euros al mes. Por supuesto que yo también los he ganado, pero no se ganan tantas cosas como para quedarte tan tranquilo en casa, porque puede ser la última vez que trabajas. Si repartes nuestro sueldo en toda una vida, que no vuelvas a trabajar, sale a menos de 1.000 euros mensuales. Esa inestabilidad, que no quiero que se malinterprete, te hace apostar por la audiencia.

¿Cobráis por programa? En el anterior Bake off lo dijiste.

Sí, claro, por eso es normal que lloremos cuando nos dicen que nos vamos, porque te quedas sin trabajo.

Estabas rodando una serie para Atresplayer, ¿ya la has terminado de grabar?

Es que no me acuerdo mucho… Mira, acababa de morir mi madre y me he dejado totalmente de la mano de Jose. Lo que sí sé es que estoy menos cómica de lo que estáis acostumbrados y me han quedado ganas de una segunda temporada para darle más caña. Creo que va a ser bonita.

¿Ha quedado abierta para una segunda temporada o no?

Sí. ¡No muero!

Dices que vas a sorprender porque estarás un poco más dramática.

Sí. Bueno, era mi intención, pero no sé (risas). Es que no sé en cuánto puedo contar… Pero se trata de un tema poco gracioso. Luego también es verdad que la vida, hasta a los peores temas, puedes sacarles punta. Y a mí me gusta sacarle punta.

Hablabas hace poco de la inestabilidad laboral, ¿sigues echando de menos algo más estable, como una serie o un programa diario? ¿O te has acostumbrado?

A eso nunca se acostumbra uno. Y más una persona como yo, que soy un desastre, un poco desorganizada, creo que no me beneficia en absoluto. Pero también pienso que ahora todo el mundo está igual, desde abogados hasta una chica que trabaja en la zapatería. Eso nos lleva a que la salud mental se nos estropee de manera terrible, al miedo. Por eso creo que no salimos a luchar por lo que nos pertenece, creo que hay miedo. A mí no me beneficia en absoluto, pero como a la mayoría del mundo.

Muchos fans de Paquita Salas quieren un spin off de Noemí Argüelles. ¿Cómo verías ese proyecto?

Yo lo vería bien, pero no es fácil porque Noemí Argüelles está hecha para hacerlo en ese sitio. Estaría bien porque yo con Los Javis trabajo muy bien, hablan un idioma igual que el mío y me dejan mandar un poquito. Pero no me han llamado, no sé nada. ¡Pero me encantaría! Creo que por el cariño que me ha dado la gente... ¡es que os lo debo! ¡Pero eso no quiere decir que me tengan que pagar poco!