“¡Es un cagón el chileno!”: el desaforado grito de Griezmann a De Paul tras el penal que falló Alexis Sánchez en Atlético Madrid-Inter

El francés siguió desde el banco de suplentes la definición de la tanda que le dio al Colchonero el boleto a cuartos de final de Champions League

Compartir
Compartir articulo
El insulto de Griezmann a Alexis Sánchez en Champions

Antoine Griezmann fue uno de los protagonistas principales de la victoria del Atlético de Madrid sobre el Inter por el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League. El francés, que regresó al once inicial tras recuperarse de una lesión en el tobillo, convirtió el primer gol del Colchonero, que terminó imponiéndose al Neroazurro en la tanda de penales tras el 2-2 en el tiempo reglamentario.

Fue allí cuando el ex Barcelona volvió a tomar protagonismo, sobre todo en las redes sociales, después de que una de sus reacciones a un penal recorriera el mundo. Tras la apertura de la tanda, en la que Calhanoglu marcó para el Inter y Memphis Depay para el Aleti, fue el turno de Alexis Sánchez.

El sudamericano tomó una corta carrera y pateó al medio donde estaba ubicado Jan Oblak. Automáticamente, las cámaras de Movistar Plus se pusieron de espaldas al arco y se encargaron de filmar las reacciones de los futbolistas en el banco de suplentes. Desde allí, se pudo ver a Griezmann buscando al argentino Rodrigo De Paul y gritándole: “¡Es un cagón, el chileno es un cagón!”. Su grito desaforado se propagó rápidamente por Internet, generando una ola de comentarios.

La tanda de penales continuó y fue el turno de Saul Ñiguez, quien también malogró su oportunidad. Posteriormente, el tiro ejecutado por el mediocampista Davy Klaassen iba a ser rechazado por el arquero serbio, quien se llevó el premio al Mejor Jugador del partido. Finalmente, el conjunto madrileño pudo desahogarse por completo después de que Lautaro Martínez erró el último tiro.

En una entrevista posterior con Movistar Plus, Griezmann fue consultado sobre cómo vivió los penales: “Bueno, nervioso, porque la última tanda de penales que viví fue en la final del Mundial y perdimos (contra Argentina 4-2). Así que nervioso, pero confiando mucho en los jugadores que iban a tirar y luego tenemos un arquero increíble”.

Y agregó: “Estoy muy contento. Esto es el Atleti, ya podéis estar acostumbrados a eso, al final no hay ningún partido tranquilo. Hay que pelear hasta el final. Sabía que era importante hoy, había hecho mucho esfuerzo para estar jugando. Muchas mañanas, tardes y hasta noches en casa trabajando para poder estar hoy con los fisios y era fecha clave. Apuntamos a esa fecha, lo intentamos contra el Bilbao pero no podía ni pisar. Hoy al final me fui cargando las piernas porque apoyo mal y hay gestos que me duelen, pero era muy importante para el equipo y había que estar”.

El Inter demostró ser un equipo altamente eficaz, listo para capitalizar cualquier error del oponente y para encontrar oportunidades de romper las defensas adversarias. Abrieron el marcador a los 33 minutos gracias a un gol de Federico Dimarco. Este primer tanto podría haber desanimado a cualquier equipo, pero no al Atlético, que logró igualar el encuentro rápidamente.

Después de perderse cuatro encuentros debido a una lesión, Griezmann regresó e inyectó esperanza al equipo. Aunque no estuvo tan involucrado como usualmente, su presencia en el campo fue decisiva dada su calidad y habilidad para marcar goles. Su inteligencia y oportunismo quedaron evidentes al aprovechar un error de Pavard para anotar el empate a uno.

Antes del medio tiempo, El principito buscó aumentar el marcador, pero su esfuerzo fue contenido por la defensa rival. Desde el costado del campo, Simeone animó tanto a su equipo como a los aficionados, pidiendo más apoyo.

El Atlético no bajó los brazos. En la segunda mitad, el equipo mostró gran tenacidad tanto física como mentalmente. Memphis, tras fallar dos oportunidades claras, no malgastó su tercera oportunidad al minuto 87, marcando el gol que llevó el partido a la prórroga. El partido pudo haber tenido otro giro si Riquelme no hubiera fallado una última oportunidad crucial justo antes del final del partido.