Policía de civil se enfrentó a ladrón armado para defender a su esposa embarazada: el delincuente fue capturado

La situación, que ocurrió en Santa Marta, quedó registrada en cámara de seguridad; en el video se aprecia la manera valiente en la que actúa el agente que termina inmovilizando al criminal

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Pese a que inicialmente fue atacado, el policía de civil terminó por neutralizar al ladrón - crédito Colprensa
Pese a que inicialmente fue atacado, el policía de civil terminó por neutralizar al ladrón - crédito Colprensa

La delincuencia es una problemática que está afectando a las diversas ciudades del territorio nacional y las cámaras de seguridad se han convertido en las herramientas indicadas para documentar el verdadero pánico que sufren diariamente las víctimas de robo.

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En esta ocasión una cámara de seguridad registró un intento de hurto en Santa Marta, pero en el video se aprecia una heroica reacción por parte de una de las víctimas, que evita el robo y termina capturando y entregando al ladrón a las autoridades de la zona.

El héroe es Michael Acosta Cepeda, un policía que se encontraba de civil descansando junto a su esposa embarazada. De acuerdo con el testimonio de Acosta estaba en una calle de Santa Marta comprando los ingredientes del almuerzo junto a su pareja cuando fue abordado por el delincuente armado, quien sin consideración por el avanzado estado de gestación de la mujer, los amenazó con el arma y agredió físicamente a Acosta, golpeándolo en la cabeza.

En medio del hurto el delincuente se descuido y el uniformado de civil puso en práctica sus entrenamientos militares y logró desarmarlo: “Cuando él quería quitarme la billetera, yo vi que él se descuidó con el revólver y rápidamente cogí el arma e intenté quitársela. Forcejeamos, yo logro quitársela y accionó el arma en dos ocasiones, pero no logré impactarlo”, indicó Acosta Cepeda en la revista Semana.

Registro del momento en el que Acosta (de camisa negra) defiende a su esposa - crédito @RevistaSemana/X

En medio de la situación caótica, Acosta consiguió controlar al delincuente, manteniéndolo retenido hasta la llegada de efectivos policiales del cuadrante local, quienes procedieron a detener al agresor. Este enfrentará diversos cargos, entre ellos hurto agravado y porte ilegal de armas. Durante el incidente, una mujer que intentó ayudar al delincuente a escapar, fue también capturada por las autoridades bajo la sospecha de ser su cómplice.

De acuerdo con el policía su intención es que personas como el criminal que los atacó no vuelva a reincidir y acechar a otra pareja vulnerable: “Cuando él me golpea yo pensé que de pronto también agrede a mi esposa o a la bebé. El instinto mío fue de reacción, fue de proteger a mi señora y a mi hijo, eso fue lo único que yo pensé en ese momento. (...) Ya cuando estaba lo capturé, yo pensé que no había que dejarlo ir porque podía robar a alguien más”, concluyó en Semana Acosta.

Actuar en defensa propia qué implicaciones tiene

El actuar en defensa propia en una situación de hurto tiene algunas salvedades - Pixabay
El actuar en defensa propia en una situación de hurto tiene algunas salvedades - Pixabay

En Colombia, el Código Penal regula las situaciones en las que una persona puede causar lesiones a otra, incluso durante un hurto, a través del concepto de legítima defensa y la eximente de responsabilidad. Según el artículo 32 de este código, se considera legítima defensa “repeler una agresión actual, injusta, dirigida a la persona o derecho propio o ajeno, siempre que exista necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y falta de provocación suficiente por parte del agredido”.

Si una persona hiere o lesiona a un ladrón durante un acto de hurto, el caso puede ser evaluado bajo las condiciones de legítima defensa. Para esto, se debe demostrar que la agresión del ladrón era actual e injusta, y que la víctima no provocó la agresión de manera suficiente. Además, se analizará si el medio de defensa utilizado fue racionalmente necesario.

Sin embargo, si se determina que la respuesta excedió los límites de la legítima defensa, es decir, si la fuerza empleada no fue proporcional a la amenaza, la persona podría enfrentar cargos por lesiones personales, conforme a la gravedad de las heridas infligidas al agresor. Las sanciones varían dependiendo de la naturaleza y la gravedad de la lesión, pudiendo incluir sanciones económicas o penas de prisión.

En casos donde se aplica la legítima defensa, puede declararse la exoneración de responsabilidad penal. Es importante, sin embargo, que estos hechos sean debidamente probados en un proceso judicial, donde se evaluará el contexto y las circunstancias específicas del incidente.