Se hizo pasar por hija de un cantante para estafar a policías y militares: logró su cometido con 300 uniformados

En Medellín, Luisa Fernanda Acevedo, que falsamente se presentaba bajo el apellido Aristizábal, ha sido detenida tras estar implicada en un fraude millonario que afectó a 300 miembros de la Policía y el Ejército, haciéndose pasar por la hija de un famoso cantante de música popular. Según la revista Semana, la estafa, valorada en aproximadamente 3.100 millones de pesos, se orquestó a través de la fundación ‘Niños y Niñas por la Paz’, la cual, según se reporta, fue utilizada como fachada para ganarse la confianza y el dinero de los uniformados.

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La captura de Acevedo, que se llevó a cabo mientras se hacía pasar por médica y cirujana del Hospital San Vicente Fundación, reveló sus múltiples identidades falseadas, entre ellas la de una supuesta relación parental con un destacado artista, engaño que facilitó su acercamiento y manipulación de los oficiales militares y policías.

Adicionalmente, se destacó que Acevedo prometía objetos como vehículos, teléfonos y electrodomésticos a precios muy por debajo del mercado, alegando recibir estos en donación, lo que muchos vieron como una oportunidad legítima debido al respaldo aparente de altos mandos. Un suboficial, que relató su historia a Semana y prefirió mantener su nombre en el anonimato, comentó que la acusada “aseguraba recibir muchas donaciones, entre ellas carros y televisores, que podía ofrecer a mitad de precio”.

La fundación creada por Acevedo, registrada a principios de 2023 con un capital nominal de solo tres millones de pesos, declaraba su misión “la conservación y armonía de la naturaleza a niveles planetarios y extraplanetarios”, un objetivo que resultó ser completamente engañoso y servía como parte de la fachada para sus actividades ilícitas.

Acevedo enfrenta ahora cargos por suplantación de identidad y está sujeta a investigaciones judiciales profundas por los delitos de estafa que suman al menos 24 denuncias en su contra.

Según Semana, en el elaborado esquema de fraude que cautivó tanto a miembros de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá como del Ejército, Luisa Fernanda se valió de estrategias sofisticadas para ganarse la confianza y el dinero de uniformados a través de promesas de beneficios sociales y económicos.

La trama comenzó con la promesa de realizar acciones sociales en beneficio de comunidades vulnerables, una estrategia que permitió a Luisa Fernanda integrarse en la familia institucional de la policía. “Ella empezó a contactar y seducir los uniformados para que accedieran a los beneficios de la fundación”, le narró a Semana una fuente cercana al proceso. La oferta incluía vehículos a mitad de precio y elementos electrónicos a costos irrisorios, bajo el auspicio de la fundación ‘Niños y Niñas por la Paz’. Las investigaciones señalan que más de treinta policías se sumaron a la iniciativa, depositando grandes cantidades de dinero en manos de la estafadora.

La operación se extendió al Ejército, donde Luisa Fernanda modificó su modus operandi presentándose como hija de un reconocido cantante de música popular. En esa oportunidad se presentó como Luisa Fernanda Posada, hija del cantante Luis Alberto Posada. “La mayoría de las víctimas las habría captado en los batallones militares de la subregión”, revela un testimonio clave.

En un evento, acompañada de quien decía ser su esposo, una persona de nombre Yair Cardona, y el verdadero hijo de Posada, Darwin Posada, hizo su primera oferta: un televisor LED de 65 pulgadas por un millón de pesos, un anzuelo que muchos mordieron. La estafa escaló a la venta de vehículos tipo camioneta, lo que llevó a algunos a vender sus bienes y a arriesgar sus ahorros navideños, con un soldado que perdió hasta 48 millones de pesos.

“Detrás de cada consignación hay una historia y un sueño que se echó a perder por la maldad de esta señora”, lamentó un suboficial con diecinueve años de servicio. Las investigaciones en su contra están en curso, y los uniformados que mantuvieron relaciones sentimentales con ella ahora actúan como testigos, revelando inversiones de hasta 500 millones de pesos que terminaron en la ruina.

El dueño de la comercializadora de vehículos implicado en el caso tiene seis denuncias por diversos delitos, incluidas estafa, receptación y constreñimiento ilegal, señalando una red de complicidad que daba apariencia de legalidad a las transacciones. “Se trataría de una organización que se dedica a esto, es decir, varias personas estarían involucradas”, le explicó a Semana un alto mando de la Policía Nacional informado sobre el suceso, subrayando la extensión y planificación detrás de estas estafas.

El equipo legal de Luis Alberto Posada salió al paso de las acusaciones presentadas en contra de Luisa Fernanda Acevedo, que decía tener un vínculo familiar con el artista. Según declaraciones recogidas por Semana, los abogados del cantante niegan rotundamente cualquier relación de parentesco entre Posada y Acevedo, y advierten sobre el uso indebido del nombre del artista para realizar actividades de dudosa legalidad en el departamento de Antioquia.

“La referida persona ha utilizado esta información falsa, y que atenta contra la verdad, para ganarse la confianza de personas en diversos círculos realizando venta de presentaciones artísticas”, acusó el equipo legal de Posada en un comunicado.

A pesar de las contundentes declaraciones del equipo legal de Posada, se reconoce algún tipo de nexo entre Luisa Fernanda y Darwin Posada, hijo del cantante. Este vínculo ha sido suficiente para que ella intentará capitalizar sobre el renombre del artista, organizando eventos y vendiendo presentaciones supuestamente avaladas por la familia Posada. Según se informó, en más de una ocasión, contrató a Darwin Posada para ofrecer presentaciones en vivo, sin embargo, se especifica que este nunca confirmó ni negó las afirmaciones de Acevedo respecto a su supuesto lazo familiar.

La situación alcanza un punto álgido cuando se revelan acosos y amenazas contra los denunciantes de las presuntas irregularidades. “Siento que mi vida corre peligro ya que en varias ocasiones me han hecho llamadas amenazantes para que quite la denuncia, y también amenazas que, si sacaba esto a la luz pública, mi vida correría peligro”, confesó un soldado, víctima de los engaños perpetrados bajo la supuesta autoridad de la familia Posada.

El equipo legal de Luis Alberto Posada insiste en la falsedad de las acusaciones y subraya la manipulación y abuso de la imagen y el nombre del artista para beneficio propio.