Australia aumenta su presupuesto militar para contrarrestar la influencia del régimen chino en la región

El gobierno de Canberra decidió reforzar su sistema militar mientras profundiza su alianza con Estados Unidos y Reino Unido

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FOTO DE ARCHIVO: Soldados de la 3ª Brigada del Ejército australiano vigilan Langham Beach tras un desembarco de asalto anfibio durante las maniobras militares conjuntas Talisman Saber entre Australia y Estados Unidos en Queensland (Reuters)
FOTO DE ARCHIVO: Soldados de la 3ª Brigada del Ejército australiano vigilan Langham Beach tras un desembarco de asalto anfibio durante las maniobras militares conjuntas Talisman Saber entre Australia y Estados Unidos en Queensland (Reuters)

Australia ha anunciado un aumento significativo en su presupuesto de defensa, con una inversión adicional de más de 50 mil millones de dólares australianos (32 mil millones de dólares estadounidenses) durante la próxima década. Este incremento en el gasto, que eleva el presupuesto de defensa del país del 2% al 2.4% del producto interno bruto para el año 2034, tiene como objetivo principal mejorar la capacidad militar del país para “resistir la coerción” en la región del Indo-Pacífico, es decir, China.

Este anuncio se produce en un contexto de creciente tensión entre China y Estados Unidos en la región, y es parte de un esfuerzo por modernizar las fuerzas armadas australianas, incluido el pacto de seguridad Australia-Reino Unido-Estados Unidos, conocido como Aukus, el cual prevé la entrega de submarinos de propulsión nuclear a Australia por primera vez.

Este compromiso incluye la ampliación de la flota naval superficial del país y el desarrollo de capacidades de misiles de largo alcance, así como un aumento en el tamaño de la fuerza militar. Según declaraciones de Richard Marles, ministro de Defensa, este es el mayor compromiso de defensa del país en décadas: “Ahora tenemos un solo trabajo entre manos: transformar nuestra capacidad futura de modo que Australia pueda resistir la coerción y mantener nuestro modo de vida en una región y un mundo mucho menos ciertos.

A pesar de que la mayor parte del gasto está programado para la segunda mitad de la década, ya se han asignado aproximadamente 5.7 mil millones de dólares australianos para los próximos cuatro años. Entre los proyectos anunciados previamente se incluye un programa de misiles de largo alcance. La adquisición de submarinos nucleares y la construcción de 26 buques de guerra, que darán lugar a la flota naval más grande del país desde la Segunda Guerra Mundial, son puntos centrales de la revisión de la estrategia de defensa.

Sin embargo, la financiación de estos proyectos y capacidades avanzadas implicará recortes en otros ámbitos. Según Marcus Hellyer, jefe de investigación en Strategic Analysis Australia, unos 73 mil millones de dólares australianos serán “reorientados” del presupuesto de defensa, afectando principalmente a la gestión de proyectos, vehículos terrestres de gran tamaño para el ejército y buques de reabastecimiento para la marina.

A pesar del optimismo del gobierno, existen preocupaciones sobre posibles sobrecostos y retrasos. Sam Roggeveen, director del programa de Seguridad Internacional del Lowy Institute, advirtió sobre el riesgo de que estos proyectos importantes experimenten costos excesivos y demoras hacia el final de la década, incluso con la estimación del presupuesto aumentado. “No necesitamos gastar mucho más en defensa, solo necesitamos gastarlo cuidadosamente”, expresó.

En el ámbito político, las reacciones al enfoque adoptado en la estrategia de defensa han sido mixtas. Andrew Hastie, ministro de defensa en la sombra y excomandante del Regimiento de Servicios Aéreos Especiales, criticó la estrategia por considerarla una proyección de impacto en lugar de demostrar una capacidad defensiva “asimétrica y con un agarre firme” que Australia debería tener. “Deberíamos ser capaces de arrancar el brazo de un adversario si vienen por nosotros”, declaró.

Este impulso significativo en el presupuesto de defensa subraya la importancia estratégica de la región del Indo-Pacífico y el deseo de Australia de fortalecer su posición y capacidades militares frente a los desafíos emergentes, especialmente en el contexto de la creciente presencia militar de China y las tensiones en la región.