Cracovia (Polonia), 29 abr (EFE).- Un juzgado de la ciudad polaca de Poznán condenó este lunes al ciudadano bielorruso Andrei R. a tres años de prisión por un delito de espionaje contra Polonia.
En el mismo juicio, otro bielorruso, Dimitri N., fue absuelto por falta de evidencia pues, como reconoció la jueza, Katarzyna Wolff, las acusaciones vertidas contra él se basaban en "pruebas circunstanciales".
En cuanto al condenado, el tribunal tuvo en consideración una serie de pruebas que fueron presentadas por la fiscalía en despachos privados con la jueza y que constituyeron "una base suficiente para demostrar su culpabilidad".
En la sentencia se alude a documentación y objetos que obraban en poder del condenado, como fotografías de instalaciones militares, facturas de compras de material de vigilancia electrónica y software de escuchas telefónicas.
Ello, según se puede leer en el auto, "puede indicar la alta profesionalidad del acusado, su experiencia profesional y su habilidad para evitar a las autoridades".
La magistrada señala en su sentencia que "considerando la gravedad de los cargos (...), la guerra que se desarrolla en nuestra frontera y la situación política general en el mundo, puede parecer que esta pena es leve".
No obstante, añadió que "es justa y adecuada al grado de lesividad social de los hechos (...) pues el imputado solo desarrolló sus actividades durante menos de un mes" y "no se ha probado que llegase a enviar la información obtenida a ninguna parte".
La sentencia de este lunes pone fin a un juicio que comenzó el año pasado, después de que los dos ciudadanos bielorrusos fueran detenidos en abril de 2022.
Según la investigación llevada a cabo por las autoridades polacas, ambos llegaron a Polonia para trabajar como taxistas, lo que supuestamente les habría facilitado el tránsito por zonas de interés militar sin despertar sospechas.
El número de detenidos en Polonia acusados de espiar para Rusia o Bielorrusia pasa ya de la veintena desde que comenzó la guerra de Ucrania. EFE
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