El futuro de los jóvenes no es un juego

8 de cada 10 personas en Perú hizo alguna apuesta en línea en los últimos 6 meses. Los jóvenes de 15 y 25 años son los principales apostadores.

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Tres jóvenes estudiando inglés. Foto del archivo de Infobae.
Tres jóvenes estudiando inglés. Foto del archivo de Infobae.

El 82% de los peruanos reconoce haber apostado en línea en los últimos 6 meses, cuando en Latinoamérica el promedio es del 70% (Playtech, Informe de Juego Responsables, 2023).

En este escenario hace algunos años que docentes, profesionales de la salud y actores de la misma industria del juego, vienen advirtiendo sobre el crecimiento entre la juventud de las apuestas online, especialmente las deportivas.

Las plataformas de juegos y casinos virtuales se multiplicaron en los últimos años. Los jóvenes tienen un acceso libre, indiscriminado e hiper promocionado por sus ídolos: camisetas de los jugadores del fútbol, campañas en redes sociales, influencers o astros del deporte que hoy son embajadores de ciertas marcas.

Especialistas aseguran que los hombres de entre 15 y 25 años son los principales consumidores de este tipo de juegos. La juventud lo ve como una manera de ganar dinero fácil.  Lo hacen desde su casa, el colegio o el mismo trabajo. Pagan con billeteras virtuales. En la práctica, el acceso no tiene limitaciones de edad, educación, nivel socioeconómico y mucho menos horarias. Así es la virtualidad.

Esta situación se da porque la juventud peruana está navegando por aguas turbulentas.

El desempleo a nivel nacional sigue siendo muy alto y la situación es peor para la población joven. Encontrar un trabajo es un enorme desafío, pero no es el único: sólo el 14% de las personas de 14 a 24 años que tienen un empleo trabaja en condiciones de formalidad (INEI, 2023).

Los problemas del trabajador joven del Perú no se detienen aquí. Hoy en día un adolescente que recién egresa, o que trabaja mientras estudia, o peor aún que abandonó la escuela para trabajar gana un 30% menos que el ingreso promedio de cualquier trabajador (INEI, “Comportamiento de los Indicadores del Mercado Laboral a nivel nacional y 26 ciudades”, 2T 2023).

Es una tormenta perfecta. Un mercado laboral contraído, bajos salarios, altísimos índices de informalidad y respuestas insuficientes por parte de la educación tradicional. Ser joven hoy es muy difícil.

¿Es posible ganarle a este fenómeno que ofrece sin distinciones la falsa ilusión de un futuro mejor? Sí.

Un punto clave es trabajar propuestas que refuercen habilidades socioemocionales, que complementen el enorme trabajo que realizan los docentes en las escuelas, y al mismo tiempo sean herramientas útiles y efectivas al momento de buscar un primer empleo.

Las habilidades socioemocionales y el entrenamiento de competencias para el trabajo son sin dudas alternativas que ayudan a recuperar la capacidad de imaginar proyectos personales posibles. Así, la juventud podrá reconciliarse con la idea de tener un futuro mejor, con base en caminos reales y efectivos para el inicio de la vida adulta, integrados de manera sólida al mercado laboral.

La batalla contra la desesperanza hay que darla, aunque sea titánica. La juventud busca constantemente alternativas. Tenemos que ser capaces de ofrecer buenas opciones. Cuando las opciones existen, la enorme mayoría de los jóvenes elige muy bien.

Rodrigo Kon, director general de Fundación Forge.
Rodrigo Kon, director general de Fundación Forge.