Pachuca se queja por jugar tres juegos en una semana; América pasó lo mismo en 2007

El Pachuca se encuentra en medio de una situación complicada debido al agotador calendario que enfrenta en los próximos días. Después de no lograr clasificar de forma directa a la Liguilla.

Los Tuzos se ven obligados a disputar las semifinales de la Copa de Campeones de Concacaf contra el América y el Play In contra Pumas, con tan solo 48 horas de diferencia entre ambos encuentros. Esta situación ha generado molestias dentro del equipo hidalguense.

Sin embargo, esta no es la primera vez que un equipo mexicano se ve afectado por un calendario apretado. En la historia del fútbol mexicano, situaciones similares han ocurrido en el pasado, como lo vivió el Club América en la Final del Clausura 2007. En aquella ocasión, las Águilas se vieron obligadas a disputar el título contra Pachuca con apenas un día de descanso, después de haber enfrentado una intensa serie de partidos.

Entre los Cuartos de Final de la Copa Libertadores y la Final de la Liga MX, el América disputó tres partidos en cinco días, lo que eventualmente le costó la eliminación del torneo continental y la pérdida del campeonato local a manos de los Tuzos.

El calendario del América en aquel entonces registró una serie de compromisos agotadores:

• Miércoles 23 de mayo: Santos 2-1 América (Copa Libertadores)
• Viernes 25 de mayo: América 1-2 Pachuca (Liga MX)
• Domingo 27 de mayo: Pachuca 1-1 América (Liga MX)

Diecisiete años después, Pachuca ha expresado públicamente su descontento por verse afectados por la calendarización de la Liga MX. Sin embargo, es importante recordar que en el Clausura 2007, los Tuzos se vieron beneficiados por una situación similar, la cual les permitió alcanzar su quinto título en el fútbol mexicano.

Este episodio revive la discusión sobre la importancia de un calendario equitativo y justo para todos los equipos, evitando situaciones que puedan afectar el desarrollo normal de los torneos y la salud de los jugadores. La polémica del Clausura 2007 resurge como un recordatorio de los desafíos que enfrentan los clubes en un deporte cada vez más competitivo y exigente.