Qué es la “sangre dorada”, extraña condición que muy pocas personas tienen en el mundo

Tan sólo 50 seres humanos viven esta situación

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Lo que hace que el fenotipo Rh nulo sea tan extraordinario es la ausencia total de todos los antígenos Rh en los glóbulos rojos. (Imagen ilustrativa Infobae).
Lo que hace que el fenotipo Rh nulo sea tan extraordinario es la ausencia total de todos los antígenos Rh en los glóbulos rojos. (Imagen ilustrativa Infobae).

La “sangre dorada” no tiene nada que ver con el color de la misma, tampoco con títulos de realeza o personas de la monarquía, sino a una condición que es tan extraña que está presente en muy pocas personas en el mundo: tan sólo se han identificado a 50 seres humanos.

Para entender la singularidad de la “sangre dorada”, primero es necesario comprender los fundamentos del sistema de clasificación sanguínea Rh, el cual, después del sistema ABO, es el segundo más importante para determinar la compatibilidad sanguínea para transfusiones. El sistema Rh involucra la presencia o ausencia de ciertos antígenos (proteínas específicas) en la superficie de los glóbulos rojos. La mayoría de las personas posee estos antígenos, siendo clasificadas como Rh positivas. Sin embargo, una minoría no los tiene, siendo clasificadas como Rh negativas (los que tienen “sangre dorada”).

Lo que hace que el fenotipo Rh nulo sea tan extraordinario es la ausencia total de todos los antígenos Rh en los glóbulos rojos. Esto significa que la sangre de estas personas carece de las proteínas que, en un contexto transfusional, podrían ser reconocidas como extrañas por el sistema inmunitario del receptor, si este es Rh negativo, evitando reacciones adversas. Por ello, la “sangre dorada” es universalmente compatible con casi cualquier paciente.

La “sangre dorada” es universalmente compatible con cualquier paciente 


. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La “sangre dorada” es universalmente compatible con cualquier paciente . (Imagen Ilustrativa Infobae)

Dado que esta sangre puede ser recibida por individuos con diversas configuraciones del sistema Rh, quienes la poseen son a menudo llamados “donantes universales” dentro del ya de por sí limitado grupo de receptores Rh negativo.

Sin embargo, las personas de “sangre dorada” se enfrentan a una complicación: sí, su sangre es compatible con millones de personas en el mundo, pero ellos no tienen la misma suerte, y el tener un tipo sanguíneo tan universal para los demás se vuelve contraproducente para ellos mismos.

Debido a la ausencia de antígenos Rh, pueden tener dificultades para encontrar donantes compatibles en caso de necesitar una transfusión sanguínea, limitándose casi exclusivamente a recibir sangre Rh nulo, es decir, de otras personas con “sangre dorada”.

¿Por qué es importante conocer nuestro tipo de sangre?

Saber nuestro tipo de sangre es importante por diversas razones que impactan directamente en nuestra salud y bienestar.

Saber nuestro tipo de sangre es importante  (Shutterstock)
Saber nuestro tipo de sangre es importante (Shutterstock)
  • Transfusiones sanguíneas seguras: En caso de necesitar una transfusión de sangre debido a cirugías, accidentes, o enfermedades que causan pérdida de sangre, conocer nuestro tipo de sangre permite una selección rápida y segura de la sangre compatible. La transfusión de sangre incompatible puede causar reacciones adversas graves e incluso la muerte.
  • Donaciones de sangre: Al conocer nuestro tipo de sangre, podemos identificar a quién podemos donar de forma segura y de quién podemos recibir sangre. Esto es especialmente importante para los tipos sanguíneos menos comunes o para donantes con sangre universal (O negativo), ya que su sangre es compatible con todos los grupos sanguíneos y es críticamente valiosa en emergencias.
  • Complicaciones en el embarazo: El conocimiento del tipo de sangre es crucial en el embarazo debido al factor Rh. Si una mujer embarazada es Rh negativa y su hijo es Rh positivo, puede desarrollarse una condición llamada sensibilización Rh, la cual puede llevar a complicaciones graves en embarazos posteriores. Saber el tipo de sangre permite la administración de tratamientos preventivos para evitar estas complicaciones.
  • Medicina personalizada: Algunos estudios sugieren que ciertos tipos de sangre pueden estar asociados con un mayor o menor riesgo de padecer ciertas enfermedades. Conocer el tipo de sangre podría ser útil en el contexto de la medicina personalizada, permitiendo adoptar medidas preventivas específicas.
  • Preparación para situaciones de emergencia: En caso de emergencias médicas donde la transfusión de sangre sea necesaria de manera urgente, el conocimiento previo de nuestro tipo de sangre puede agilizar el proceso de transfusión, potencialmente salvando vidas.
  • Salud global y sistemas de información médica: En entornos donde se fomenta la donación de sangre y la concienciación sobre la importancia del tipo de sangre, las comunidades y los sistemas de salud pueden gestionar mejor las reservas de sangre, asegurando una distribución más eficiente de los recursos sanguíneos para quienes lo necesiten.

En resumen, conocer nuestro tipo de sangre tiene implicaciones directas en la administración de atención médica segura, la planificación familiar, las decisiones de estilo de vida relacionadas con la salud y la preparación para emergencias. Por ello, es considerado una pieza fundamental de la información médica personal.