Así opera un posible necrófilo en el Hospital Balbuena, según la Fiscalía General de Justicia de la CDMX

Hasta ocho años de prisión podría alcanzar el presunto necrófilo que puso en alerta a las autoridades del Hospital de Balbuena de la CDMX

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El Hospital General Balbuena de la Ciudad de México se encuentra bajo alerta por la presencia de un presunto necrófilo que ingresó a sus instalaciones para realizar tocamientos a uno de los cuerpos del área de patología.

De acuerdo con información difundida por el periodista Carlos Jiménez, el sujeto fingió ser un trabajador de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina para anotarse en el registro del área de patología con la justificación de que iba a identificar un cuerpo.

Una vez dentro del hospital, el sujeto en cuestión fue descubierto por una doctora que lo encontró tocando el cuerpo ensangrentado de una mujer, mientras al mismo tiempo se masturbaba. De inmediato la médica dio aviso a las autoridades, pero el presunto necrófilo huyo y hasta el momento no se tiene información sobre su posible paradero e identidad.

Versiones extraoficiales apuntan que el presunto necrófilo del Hospital de Balbuena huyó del lugar completamente manchado de sangre, empero, hasta el momento la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México no han confirmado los hechos, tampoco si se tiene alguna grabación de las cámaras de seguridad que ayuden a su identificación y posterior detención.

(X @C4jimenez)
(X @C4jimenez)

Qué es la necrofilia y cuál es el perfil de un necrófilo

Se trata de “perversión sexual -según el Diccionario de la Real Academia Española- de quien trata obtener el placer erótico con cadáveres”; mientras que en el estudio “Necrofilia: comprensión y entendimiento” de la Universidad de Valencia, España, se explica que:

“Necrofilia no se centra únicamente en mantener relaciones sexuales con cadáveres (y que) existen gran variedad de tipos de necrofilia y pseudonecrofilias”.

En el texto publicado en marzo de 2023 se hace alusión a las “motivaciones del comportamiento necrófilo”, las cuáles hablan no sólo hablan de un “amor a la muerte, también buscan la dominación de la otra persona”, siendo este “requisito” más factible en cadáveres que no oponen resistencia.

Otro punto a resaltar en el informe es la “ocupación del necrófilo”:

“A causa de su necesidad vinculatoria con la muerte y todo lo que la rodea, suelen trabajar cerca de cadáveres. Por ende, están presentes en funerarias, donde no van a ser descubiertos y tienen la intimidad necesaria para satisfacer sus deseos sexuales. También se hallan entre los estudiantes de medicina y enfermería, que al estar en contacto con muertos tienen la posibilidad de descubrir si se sienten atraídos o no”.
Autoridades de la SSC resguardaron la zona de urgencias del Hospital Balbuena por detonación de armas de fuego
Foto:
EFE
Autoridades de la SSC resguardaron la zona de urgencias del Hospital Balbuena por detonación de armas de fuego Foto: EFE

¿Cómo se castiga la necrofilia en México?

El artículo 281 del Código Penal Federal establece una pena de uno a cinco años de prisión para quien:

  • Viole un túmulo, un sepulcro o un féretro
  • Profane un cadáver o restos humanos con actos de vilipendio (denigración), mutilación, brutalidad o necrofilia; sin embargo, se los actos de necrofilia tienen como fin las relaciones sexuales, las penas incrementarán de cuatro hasta ocho años de cárcel.

Otros sanciones relacionadas por violentar un cadáver están incluidas en el artículo 280 del Código Penal Federal, en el que se castiga con 30 a 90 días de multa y de tres a dos años de prisión a quien:

  • Oculte, destruya o sepulte un cadáver o un feto humano, sin la orden de la autoridad competente o sin los requisitos establecidos en los códigos civil y sanitarios vigentes.
  • Oculte, destruya o sepulte sin la licencia correspondiente el cadáver de una persona que haya muerto a consecuencia de golpes, heridas u otras lesiones.
  • También se castigará a quien exhume un cadáver sin los requisitos legales o sin respetar los derechos humanos de víctimas y familiares.

Por último, se castiga con 500 y hasta mil días de multa y de cinco a ocho años de prisión a quien incinere, destruya o desintegre total o parcialmente el cadáver o los restos humanos de una persona no identificada.