‘Fiasco’, la curiosa comedia francesa de Netflix de un rodaje que sale mal

El cine francés lleva años conquistando la cartelera con sus “comedias del año”, esas películas de bajo y medio presupuesto inofensivas y llenas de carcajadas fáciles que tan bien funcionan. No obstante, tras varios años de hornadas y hornadas de estas “comedias francesas del año”, ahora la industria gala ha puesto su mirada en un nuevo objetivo: Netflix. Tras demostrar su valía con series como Lupin, protagonizada por todo un gran rostro del cine francófono como Omar Sy, ahora ha llegado a la plataforma otra serie de origen francés dispuesta a hacer reír a todo el mundo, y de paso reflexionar un poco sobre el propio estado de la industria cinematográfica en el país.

Se trata de Fiasco, la nueva serie original de Netflix procedente de Francia y que viene producida bajo el sello de Ninety Films, compañía fundada por el actor francés y gran protagonista de la serie, Pierre Niney. El actor de películas como El hombre perfecto o Yves Saint Laurent -no confundir con el otro biopic dirigido por Bertrand Bonello en 2014 y con Gaspard Ulliel en el papel del diseñador- es el gran líder de esta producción que poco a poco se está convirtiendo en un fenómeno de la plataforma. Pero cabe preguntarse, ¿qué tiene esta serie francesa para estar conquistando a tanta gente?

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Pues bien, lo primero que hay que tener en cuenta es su loca premisa. Fiasco nos presenta a Raphaël Valande (Pierre Niney), un director de cine a punto de rodar su primer largometraje, el cual ha decidido dedicar a la heroica vida de su abuela. Sin embargo, al llegar a rodaje Valande descubre todas las complejidades que este entraña, y una serie de catástrofes comienzan a sucederse en plató. Situaciones inverosímiles, personajes ridículos y desastres imprevisibles se agolpan a lo largo de los siete episodios de los que consta la serie, mientras el equipo de rodaje intenta avanzar en el desarrollo de la ficticia película.

Para entender una de las claves del éxito de Fiasco, hay que prestar atención a su formato y tono. La premisa metacinematográfica ayuda, pero es el formato mockumentary -o falso documental- lo que le da el toque de gracia, y le acerca a series que ya son garantía de éxito como The Office, una de las primeras en popularizar el falso documental con sus miradas a cámara. La serie hace uso de esta herramienta para generar situaciones aun más absurdas al tiempo que expone desde dentro cómo se desarrolla el ficticio rodaje de una película. A ello hay que sumar la presencia de otras ilustres figuras del cine francés además de Niney, como la del mítico actor Vincent Cassel o el joven François Civil, quien precisamente coincidió con Cassel en el díptico Los tres mosqueteros, en el que da vida a D’Artagnan.

Por otro lado, viendo el éxito que está teniendo Fiasco en Netflix no resulta raro preguntarse si tendrá una continuación. De momento ni Netflix ni la productora se han pronunciado al respecto, mientras que la serie apenas acaba de echar a andar en la plataforma y aun disfruta de su reciente triunfo. Habrá que esperar a la recepción final de la serie, aunque sus implicados están tan satisfechos con el resultado que no se descarta seguir viendo más aventuras de Valande y su equipo de rodaje. En cualquier caso, Fiasco ya supone un nuevo gran triunfo para el cine francés y sus alocadas comedias, ahora en formato serie y con Netflix nada menos.