Encontrar espacio para parques eólicos en Estados Unidos podría ser más fácil de lo que se cree

Las torres de turbinas eólicas salpican los paisajes de todo el país y se extienden cientos de metros hacia el cielo. Pero las enormes estructuras coronadas con enormes aspas giratorias sólo ocupan el 5% del terreno donde se han construido, según muestra una nueva investigación.

El resto del espacio puede destinarse a otros usos, como la agricultura, según un estudio publicado recientemente en la revista Environmental Science and Technology. Esto significa que los promotores podrían instalar turbinas en lugares que a menudo se consideran inadecuados para un parque eólico.

Para cumplir el objetivo del gobierno de Biden de abandonar los combustibles fósiles de la red eléctrica en 2035, Estados Unidos necesita más parques eólicos. Pero encontrar lugares donde instalar las turbinas se ha convertido en un gran obstáculo, debido en parte a la percepción de que los parques eólicos requieren grandes extensiones de terreno.

El nuevo estudio destaca que las turbinas y el desarrollo humano existente, como la agricultura, no sólo no pueden compartir la misma superficie, sino que construir parques eólicos donde ya hay carreteras y otras infraestructuras podría ayudar a reducir el impacto sobre el terreno.

“Un emplazamiento inteligente, la utilización de las infraestructuras existentes, el uso múltiple de los paisajes... todo ello puede contribuir realmente a encontrar soluciones en zonas donde la energía eólica sea aceptable para la población local”, afirma Sarah Jordaan, investigadora principal del estudio.

Según Jordaan, profesora asociada del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad McGill, en los estudios de planificación de parques eólicos se solía dar por sentado que las turbinas perturbarían todo el terreno del emplazamiento y dejarían la zona inutilizable para cualquier otra cosa. Las conclusiones del estudio permiten calcular con más exactitud el terreno necesario para los parques eólicos.

Los investigadores analizaron unos 300 parques eólicos con más de 15.000 turbinas en total que alimentan una red que suministra electricidad a 80 millones de personas en 14 estados de EE.UU. y partes de Canadá y México. Descubrieron que, en la mayoría de los casos, los parques eólicos comparten el paisaje con la agricultura.

Según el estudio, los parques eólicos que se apoyan en infraestructuras ya existentes, como carreteras, ocupan menos terreno y son siete veces más eficientes que los proyectos construidos desde cero. “Nuestros resultados deberían proporcionar a las partes interesadas una base más sólida para comprender mejor las repercusiones de los proyectos energéticos”, afirmó.

Ben Hoen, científico del Laboratorio de Berkeley que no participó en la investigación, dijo que las conclusiones subrayan los beneficios potenciales de construir turbinas en terrenos compartidos. Una de las principales preocupaciones en torno a los proyectos de energías renovables es que puedan desplazar o perturbar la agricultura, perjudicando a la economía local.

“Este estudio podría permitir a la gente considerar de nuevo la posibilidad de conservar algunos de los beneficios económicos de la agricultura sin dejar de codesarrollar o desarrollar la energía eólica en esos lugares”, dijo Hoen.

Pero los expertos afirman que sigue sin saberse si estos nuevos datos estimularán una mayor aceptación de los proyectos eólicos, que pueden encontrar oposición en las comunidades por otros motivos que el estudio no tuvo en cuenta, como el ruido.

“Sobre el terreno, las compensaciones relacionadas con el desarrollo energético son complejas”, afirma Jordaan. “En el caso de la energía eólica, incluye cuestiones como el impacto visual, el ruido y la mortalidad de aves y murciélagos. La forma en que la gente evalúa estas compensaciones es compleja”.

Sin embargo, gran parte del público parece apoyar los proyectos de energías renovables, incluidos los aerogeneradores. Según una encuesta realizada el año pasado por el Washington Post y la Universidad de Maryland, una mayoría amplia y bipartidista de estadounidenses no vería con malos ojos que se construyeran campos de paneles solares y aerogeneradores en sus comunidades.

El nuevo estudio llega en un momento en que el país está experimentando una transición energética hacia fuentes más renovables. En enero, la Administración de Información Energética pronosticó que la energía eólica y solar liderarán el crecimiento de la generación de electricidad en Estados Unidos durante los próximos dos años.

“No se puede negar que el despliegue de la energía eólica y solar va a ocupar terreno”, afirma Hoen. “Pero creo que comprender el impacto real y tener en cuenta algunas de estas oportunidades de uso conjunto -ya sean carreteras o agricultura- es extremadamente importante”.

(c) 2024 , The Washington Post