Desde que los transbordadores espaciales estadounidenses con capacidad para siete tripulantes, dejaron de funcionar en 2011, las cápsulas Soyuz son hoy las únicas que pueden poner un ser inteligente en el espacio. O mejor dicho tres, dada su limitada capacidad.
Pero la próxima misión espacial tripulada (expedición 56-57) irá con tres astronautas y un cuarto pasajero capaz de pensar y razonar llamado CIMON. No se trata de un ser humano más, sino del primer robot con inteligencia artificial en viajar al espacio.
CIMON (Crew Interactive MObile CompanioN, o compañero móvil interactivo de la tripulación), es un asistente basado en inteligencia artificial (IA) desarrollado por la empresa Airbus con tecnología de IBM para trabajar con los astronautas en la Estación Espacial Internacional (EEI). ES un poco más grande que una pelota de básquet y pesa 5 kilos.
Será probado en la misión Horizons de la Agencia Espacial Europea (ESA) en julio próximo y su misión es ayudar en varios experimentos, ser compañero de juego de los ocasionales tripulantes y por sobre todo, servir como modelo para estudiar las relaciones entre humanos y máquinas inteligentes en futuras misiones y viajes espaciales.
"En pocas palabras, CIMON será el primer sistema de asistencia en vuelo y misión basado en IA", afirmó a Infobae, Manfred Jaumann, responsable del área Microgravity Payloads en Airbus.
"Somos la primera compañía europea que llevará a la EEI un free flyer, una especie de cerebro volador, y que desarrollará inteligencia artificial para la tripulación a bordo de la estación espacial. También se está realizando un trabajo pionero en la fabricación en 3D de la estructura completa de CIMON, el robot hecho de plástico y metal", detalló Jaumann.
Este robot se desplazará como un dron ya que aprovechará la ausencia de gravedad para moverse por medio de unas pequeñas hélices y chorros de aire. Para reconocer el entorno, cuenta con visión artificial basada en infrarrojos.
Los trabajos de CIMON
CIMON se ha diseñado para ayudar a los astronautas a realizar trabajos rutinarios, por ejemplo, visualizando procedimientos u ofreciendo soluciones a problemas, gracias a su red neuronal de IA con tecnología de Watson de la nube de IBM y su capacidad de aprender, convirtiéndose en un auténtico "colega" a bordo.
Con este robot, los miembros de la tripulación pueden no solo trabajar repasando una vista esquemática de las listas de comprobación y los procedimientos necesarios, sino que también se pueden relacionar con su asistente.
"CIMON simplifica de este modo el trabajo de los astronautas cuando realizan tareas diarias rutinarias, les ayuda a mejorar la eficiencia, facilita el éxito de la misión y mejora la seguridad, ya que también puede utilizarse como un sistema de alerta temprana de problemas técnicos", añadió Jaumann.
Airbus recordó que en un principio se consideró el concepto del sistema de asistencia como parte de un estudio autofinanciado; sin embargo en agosto de 2016, la agencia espacial DLR encargó el desarrollo del proyecto a los expertos aeroespaciales de Airbus.
Desde entonces, un equipo compuesto por 50 personas que incluye miembros de diversas organizaciones, colabora para hacer que CIMON tome forma y cobre vida, quien está en proceso de aprendizaje para acumular conocimiento y conocer a sus colegas humanos.
Cerebro inteligente
El cerebro del aparato inteligente posee un vocabulario de más de 1000 palabras. Además, se le han cargado los planos y procedimientos del módulo Columbus, el laboratorio científico que la ESA, tiene en la estación espacial. Durante los últimos meses, CIMON estuvo interactuando y estudiando al astronauta alemán Alexander Gerst, quien será su entrenador en el espacio.
Ya está programado para ir cuando es llamado y seguirlo en sus tareas diarias y algunas especiales: colaborará con Gerst en unos experimentos de cristalización, asistiéndolo en cada paso con datos precisos y colaborará en experimentos médicos con su potente cámara.
También, ayudará a Gerst a completar el cubo de Rubik. Puede que para un robot con el respaldo de Watson sea cuestión de segundos resolverlo. Pero lo que buscan sus creadores es evaluar la capacidad del robot de trabajar como compañero.
Esta no es la primera vez que un robot viaja al espacio. La NASA llevó a su Robonaut 2, o R2, al módulo Destiny de la estación espacial en 2011. Pero R2 es un androide no autónomo, teleoperado por los astronautas o desde Tierra.
El robot tenía torso, brazos y cabeza y funcionó correctamente los primeros años. Pero cuando en 2014 los estadounidenses le agregaron un par de piernas robóticas y una gran actualización de software, R2 no fue el mismo. Empezó a tener un comportamiento extraño y dar un número creciente de errores, lo que llevó a los responsables del proyecto a desconectarlo.
Para el tiempo de R2, hace ya 7 años, la IA no estaba muy desarrollada. Por eso la importancia de CIMON, que además de ayudar a pensar a los astronautas, hasta puede identificar la aparición de estrés en sus colegas humanos y actuar para mitigarlo.
Para 2020, los creadores de CIMON piensan implantarle una especie de brazo para que pueda manipular objetos. Y también será capaz de idear acciones para contrarrestar la posible aparición de problemas psicológicos en sus compañeros humanos.
SEGUÍ LEYENDO
Restos de una estación espacial china podrían caer en la Argentina
El misterioso objeto espacial que nadie sabe qué es
Watson, el asistente virtual que piensa y saca sus propias conclusiones