Por qué las burbujas del champagne suben en línea recta

El fenómeno del “perlage”, sumado al modo habitual en que se comportan las bebidas carbonatadas, da esta característica a la bebida. La explicación detrás de hecho

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¿Por qué las burbujas del champagne suben rectilíneas? Hay una respuesta
¿Por qué las burbujas del champagne suben rectilíneas? Hay una respuesta

El champagne, esa bebida efervescente asociada a las celebraciones, se caracteriza por sus burbujas que se elevan en columnas rectas hasta la superficie, un espectáculo visual y sensorial y a la vez un fenómeno extraño. Pero existen razones detrás de este comportamiento particular.

Estas burbujas, que juegan un papel crucial en el sabor de la bebida, se forman como en cualquier bebida carbonatada: cuando se abre una botella de champán o se vierte su contenido en una copa, el dióxido de carbono (CO2) disuelto en el líquido se libera en forma de burbujas gaseosas. Estas burbujas ascienden hacia la superficie debido a la diferencia de densidad entre el gas y el líquido.

Sin embargo, en el caso del champagne se observa un fenómeno especial, conocido como perlage. Las burbujas se forman en columnas que muestran una línea casi recta desde los sitios microscópicos de nucleación, que son tanto las pequeñas imperfecciones en la superficie del vidrio como las partículas suspendidas en la bebida.

El champagne se caracteriza por tener una alta concentración de CO2 disuelto, lo que resulta en la formación de burbujas más pequeñas y una mayor cantidad de sitios de nucleación. (EFE/ Luis Miguel Pascual)
El champagne se caracteriza por tener una alta concentración de CO2 disuelto, lo que resulta en la formación de burbujas más pequeñas y una mayor cantidad de sitios de nucleación. (EFE/ Luis Miguel Pascual)

La razón detrás de esta formación de cadenas de burbujas estables en el champagne radica en su alta concentración de CO2 disuelto. Esto conduce a la formación de burbujas más pequeñas y a un mayor número de sitios de nucleación. Además, el hecho de que el champagne se sirva en copas altas y delgadas favorece aún más la formación de estas cadenas rectas de burbujas.

Un estudio sobre este fenómeno único, realizado en la Universidad de Brown, señaló que las burbujas del champagne se mantienen en línea debido a los ingredientes particulares de esta bebida, que se adhieren a ellas y alteran el movimiento del líquido mientras ascienden. Eso, subrayó el profesor Roberto Zenit, coautor del trabajo, permite la formación de una cadena estable.

Para comprender mejor este fenómeno se llevaron a cabo experimentos empleando burbujas de nitrógeno en una mezcla —para simular las condiciones del champán— de agua y glicerina. Los resultados mostraron que las moléculas presentes en el champagne inducen cambios en la estela de las burbujas, lo cual evita que se desvíen de su formación en línea.

Las burbujas juegan un papel crucial en el sabor del champagne. (Getty Images/iStockphoto)
Las burbujas juegan un papel crucial en el sabor del champagne. (Getty Images/iStockphoto)

En los experimentos se controlaron varios factores, como el tamaño de las burbujas y la concentración de tensioactivos. Los resultados demostraron que las burbujas más grandes y las mayores concentraciones de tensioactivos generaron cadenas estables, lo cual explica este comportamiento particular del champagne.

Aunque estos hallazgos parecen poco relevantes, en realidad no lo son: comprender la formación de cadenas de burbujas podría tener implicaciones más amplias en problemas de mecánica de fluidos en diversos campos, como la industria y los fenómenos naturales. Zenit resaltó que estos descubrimientos podrían tener aplicaciones prácticas en tecnologías que utilizan mezclas de burbujas, como los tanques de aireación en plantas de tratamiento de agua. Además, este conocimiento también puede ayudarnos a comprender fenómenos como las filtraciones oceánicas.

El estudio publicado en la revista Physical Review Fluids, argumentó que las moléculas de sabor presentes en el champagne, como los ácidos grasos, actúan como tensioactivos, los cuales alteran la tensión superficial de las burbujas y permiten su movimiento en línea recta.

Las burbujas del champagne se forman como en cualquier bebida carbonatada con una característica específica, el perlage. (REUTERS/Shamil Zhumatov)
Las burbujas del champagne se forman como en cualquier bebida carbonatada con una característica específica, el perlage. (REUTERS/Shamil Zhumatov)

Entre las demás explicaciones concurrentes del fenómeno se destacan la presencia de pequeñas partículas en el champagne, como impurezas y restos de levadura, que actúan como puntos de nucleación; también la convección que sucede cuando el champagne se descorcha: se forma una burbuja de gas que se eleva, debido a la menor densidad del gas en comparación con el líquido.

Historia del champagne

La historia del champagne se remonta al siglo XVII y siempre se lo ha considerado un vino de lujo. El proceso comenzó cuando los viticultores locales experimentaron con diferentes métodos —añadirle una pequeña cantidad de azúcar y levadura, justo para crear las burbujas de dióxido de carbono— de fermentación. A lo largo de los siglos, la elaboración del champagne ha evolucionado y se ha perfeccionado, hasta convertirse en un producto reconocido en todo el mundo por su sabor y aroma únicos.

El champagne se elabora exclusivamente en la región de Champagne a partir de una mezcla de uvas. En primer lugar se emplea la Chardonnay, una uva blanca que con la que se elaboran los vinos blancos secos y se caracteriza por su acidez equilibrada. También se usa la uva Pinot Noir, que es tinta, conocida por su cuerpo ligero a medio y sus sabores a frutos rojos. Por último, la Pinot Meunier, otra uva tinta que se utiliza para agregar complejidad y redondez al vino espumoso y se caracteriza por sus sabores frutales y su suavidad.

El champagne tiene una historia que se remonta al siglo XVII y se elabora exclusivamente en la región de Champagne, en Francia.
El champagne tiene una historia que se remonta al siglo XVII y se elabora exclusivamente en la región de Champagne, en Francia.

Brindar con champagne es una tradición arraigada para eventos importantes, tanto sociales como institucionales. El contenido de la copa puede variar debido a la amplia variedad de champagnes en el mercado, los cuales se diferencian por la uva utilizada, el dulzor y otros aspectos relacionados con la crianza y añada —año en que fue recolectada— de la uva.

En el mundo de esta lujosa bebida existen diferencias, como el Champagne Prestige Cuvée, el más caro y de mayor calidad, cuya singularidad se debe a la utilización de diferentes tipos de uvas. Otra opción es el Champagne Blanc de Noirs, elaborado con uvas tintas con la pulpa blanca, como la uva Pinot Noir, y el Champagne Blanc de Blancs, que se elabora únicamente con uva Chardonay.

Otra variedad es el Champagne Rosé, que se obtiene de la mezcla de champagnes tintos y rosados o mediante la maceración del mosto, el zumo exprimido de la uva, antes de fermentar y hacerse vino. El resultado es un champagne rosado de sabor suave y afrutado.

Una de las clasificaciones que se utiliza para diferenciar los distintos tipos es el nivel de dulzor, el cual se indica en la etiqueta de la botella. El Brut Nature es el más seco; en el otro extremo, el dulce contiene más de 50 gramos de azúcar por litro.

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