Veganos fit: ellos desafían los mandatos y alimentan sus músculos con proteínas vegetales

Comer productos de origen animal, como pollo, carne o huevos, parece tan indispensable para ganar musculatura y ser exitoso en el deporte, que (casi) nadie se atreve a refutarlo. Infobae conoció a dos atletas veganos culturistas, que basan su dieta en frutas, verduras y legumbres. De dónde obtiene las célebres proteínas alguien que elige romper los dogmas

Compartir
Compartir articulo
El consumo de productos de origen animal está muy relacionado con la cultura del fitness (Getty)
El consumo de productos de origen animal está muy relacionado con la cultura del fitness (Getty)

Pollo con clara de huevo antes de entrenar. Arroz con atún. Carne. Todos componentes irreemplazables y necesarios de la alimentación de un deportista que se precie de tal, y que busque incrementar su masa muscular.

Ahora, ¿qué ocurre con las personas vegetarianas, que no comen pollo, carne ni pescado? Bueno -dirán los que saben de estas cosas-, les quedan las claras de huevo y los lácteos. Con queso, leche, yogurt y claras de huevo el éxito del entrenamiento está garantizado.

¿Y los veganos? Ellos no consumen nada de origen animal. Tampoco huevos ni lácteos. Entonces a ellos les queda relegado el mundo del deporte por completo. Jamás podrán obtener los mismos resultados a nivel físico que quien se alimenta con proteínas animales. ¿Ah no?

Infobae encontró dos (y seguro no sean los únicos) veganos que no solo aman el deporte sino que se animaron a más: se dedicaron al culturismo y compiten y "evangelizan" a otros a animarse a hacerlo.

Las fuentes principales de proteína de un fisicoculturista vegano son siempre las legumbres

Sebastián Blue –tal el modo en que es conocido en el mundo fitness- es vegano hace unos cuatro años y antes había sido ovolactovegetariano durante 12 años.

"Empecé a practicar karate y otras artes marciales a la temprana edad de seis años. Ese fue el inicio de lo que se convirtió para mí en un viaje épico -recordó a Infobae sus inicios en el deporte-. Siempre fui un niño muy delgado, incluso en mi etapa de crecimiento. Es en parte por ello que pronto me di cuenta de que ser físicamente fuerte era lo que quería, que quería ser grande y fuerte como mis héroes de la TV".

A los 16 años, Sebastián se anotó en la primera competencia de culturismo
A los 16 años, Sebastián se anotó en la primera competencia de culturismo

Así, desde pequeño, él se planteó que quería "ser diferente de todos los demás". Esto lo llevó a levantar pesas a la edad de 14 años. Y anotarse a los 16 años en su primera competición de culturismo. "A los 17 años me hice vegetariano debido a mi creciente interés en las prácticas de yoga y el respeto hacia la vida y el reino animal. Desde ese momento mis hábitos alimenticios se convirtieron permanentemente", mencionó, y destacó que si bien por esos días pensó que iba a perder masa muscular, no solo la mantuvo sino que además comenzó a notar mejoras.

A los 20 dejó de competir, pero jamás de entrenar. Allí abrió su propio gimnasio, donde continúa sus rutinas, al tiempo que prepara y ayuda a que otros se pongan en forma y lleven una vida saludable.

Cuando tomó la decisión de ser vegano no fueron pocos los que -otra vez- le vaticinaban la pérdida de su volumen muscular

"Esto fue solo el comienzo de mi viaje. No mucho tiempo después mi entorno me llevó a escuchar sobre el veganismo, del que hasta ese momento no sabía nada -apuntó-. No pude resistirme a tomar ese camino una vez que supe sobre esta filosofía de vida, de nuevo, por respeto a los animales". Cuando tomó esa decisión no fueron pocos los que -otra vez- le vaticinaban la pérdida de su volumen muscular, asegurando que estaba dado por su consumo de huevos y productos derivados de la leche.

Una vez más se habían equivocado. Sebastián, que transmite todas sus experiencias en el canal de Youtube No pain all gain, decidió volver a las competencias, y durante los últimos años se estuvo preparando para ese fin. "Aumenté mi tamaño, mejoré con éxito mi forma y conseguí estar más magro que nunca", aseguró, y remarcó que su forma de alimentarse jamás representó un escollo en su entrenamiento.

Las fuentes principales de proteína de un fisicoculturista vegano son siempre las legumbres (Getty)
Las fuentes principales de proteína de un fisicoculturista vegano son siempre las legumbres (Getty)

"Empecé a tener más energía por los carbohidratos con que acompaño a las legumbres y la ingesta de frutas. Además, mejoró mi rendimiento y en el caso actual el de mis alumnos, incluso muchas veces les llegan a preguntar si son o no naturales por lo desarrollados que llegan a ponerse", describió el joven.

Consultado sobre cuáles son sus fuentes de las tan famosas proteínas, Sebastián sintetizó: "Las fuentes principales de proteína de un fisicoculturista vegano son siempre las legumbres, en mi caso uso mucha soja porque me gusta. Principalmente, lo que consumo son unas hamburguesas que contienen una mezcla de soja, zapallo y espinaca, cada una tiene 10 gramos de proteína y como cuatro por comida, lo que me aporta unos 40 gramos de proteína de buena calidad, más que suficiente para cualquier atleta".

Un día en su vida

"Habitualmente me levanto y desayuno dos medidas de un suplemento de proteína vegana con un par de frutas, agua y semillas en un licuado. Luego almuerzo cuatro hamburguesas de soja con vegetales si es período de competición o papa batata o arroz si estoy en etapa de ganar volumen. Alrededor de las 16:30 como una banana y luego entreno", comenzó a detallar.

Las dietas culturistas tradicionales tienen mucha proteína, pero carecen totalmente de micronutrientes, vitaminas y minerales

Y siguió: "Mi entrenamiento consiste en una hora y media de ejercicio anaeróbico con pesas en el gimnasio. Tengo un día de bajas repeticiones (entre 6 y 10) y otro de altas repeticiones (entre 12 y 30). Por lo general la frecuencia que utilizo es de un mismo músculo dos veces por semana".

Luego de entrenar, toma otra medida de suplemento de proteína más alguna fruta y quizá un puñado de frutos secos. "A la noche vuelvo a repetir lo mismo que comí en el almuerzo y varío los vegetales que acompañaron a las legumbres o no, depende de mis ganas", contó, y añadió: "Realmente no combino alimentos, me concentro mayormente en la cantidad de macronutrientes que mi cuerpo necesita observando principalmente la cantidad de proteína ingerida, entre 1,5 y 3 gramos de proteína por kilo de músculo magro dependiendo la fecha del año y si estoy o no pre competición".

Desde que es vegano, Sebastián aumentó su tamaño y consiguió estar más magro que nunca (iStock)
Desde que es vegano, Sebastián aumentó su tamaño y consiguió estar más magro que nunca (iStock)

Sebastián se refirió a que él no disfruta tanto el comer gran cantidad de comida, por eso es que recurre a los batidos de proteína para llegar a los requerimientos que su cuerpo necesita. "No es algo necesario si uno dispone del apetito suficiente o quiere comer sólido todo el tiempo; teniendo en cuenta que a mí en particular no me gusta estar todo el día comiendo, opto por agregar batidos de proteína -reconoció-. No es algo fuera de lo común que se utiliza por ser vegano, todos los culturistas toman algún tipo de suplemento y la proteína es el más básico de ellos".

En cuanto a su tono muscular, el joven resaltó que "los resultados son exactamente los mismos, ya que cubriendo los macronutrientes y vitaminas y minerales de forma adecuada no debería haber ningún problema". Para él, "las dietas culturistas tradicionales tienen mucha proteína, pero carecen totalmente de micronutrientes, vitaminas y minerales". "Diariamente incentivo a todo el mundo a probar una dieta basada en plantas y darle una chance a su organismo, al planeta y a los animales", remató.

Los resultados en cuanto al tono muscular son los mismos que en quienes siguen una dieta no vegana

Eliana Ocampos tiene 31 años, es abogada y es vegana hace poco más de cuatro años.

Y si bien su vida siempre estuvo muy ligada al deporte, fue recién hace un año y medio que comenzó a entrenar en un gimnasio, en el que su dueño era culturista (sí, se anotó en el gimnasio de Sebastián y fue él quien le propuso prepararla para competir).

Ahí empezó todo, fue en septiembre de 2016, y para noviembre ya estaba subiéndose a su primer escenario. "Luego de esa primera experiencia, decidí hacerlo más en serio y me tomé un año completo para preparar la segunda competencia, que fue en noviembre de 2017, donde tuve mi primer podio en el campeonato bonaerense de la Federación Argentina de Asociaciones Provinciales de Musculación (FAM)", contó a Infobae.

En noviembre de 2017 Eliana obtuvo su primer podio en el campeonato bonaerense de la Federación Argentina de Musculación
En noviembre de 2017 Eliana obtuvo su primer podio en el campeonato bonaerense de la Federación Argentina de Musculación

Sobre cómo su forma de alimentarse influyó -o no- en su entrenamiento, Eliana resaltó: "Ambas dietas, tanto la especista (omnívora) como la vegetariana estricta, deben ser planeadas y organizadas cuando se tiene en vistas un objetivo deportivo. Se suele decir que la proteína vegetal es de menor calidad, pero la realidad es que hay distintos métodos para medir esto, dependiendo de si nos referimos a la eficiencia con que se absorben (en ese caso la animal es superior, por la fibra que posee la vegetal), o en el funcionamiento o efecto metabólico (en ese caso, la vegetal está muy por encima de la animal)".

Tanto la dieta especista (omnívora) como la vegetariana estricta deben ser planeadas y organizadas cuando se tiene en vistas un objetivo deportivo

Dispuesta a informar a quien no lo sepa, Eliana detalló: "Los métodos más conocidos son el valor biológico (VB), utilización proteica neta (UPN), puntuación corregida de aminoácidos de digestibilidad de proteínas (PDCAAS) y puntuación indispensable de aminoácidos de digestibilidad de proteínas (DIAAS). En resumidas cuentas, unos tienen que ver con el nitrógeno, otros con el aminograma y otros con la digestibilidad. Con lo cual, la calidad de una proteína va a variar dependiendo de qué tipo de medición utilicemos, pero el más empleado hoy día es el PDCAAS, que es un ajuste de datos entre la digestibilidad y el aminograma. La puntuación en este método va de 0 a 1, donde los productos animales tienen comúnmente, y dependiendo de cuál, 1; 0,9; 0,8. La soja suma 1, otras legumbres rondan entre 0,7 y 0,8, las verduras 0,6, y otro tanto los granos. Con lo cual, no puede decirse que haya tanta diferencia en cuanto al valor biológico de las animales por sobre las vegetales".

"Es por esto que la afirmación que asegura que las proteínas vegetales son incompletas es un mito -reforzó Eliana-. Ninguna proteína vegetal es incompleta, en todo caso, es limitante, ya que no tiene el perfil perfecto de aminoácidos, teniendo algunos en cantidades menores".

La proteína animal tiene desventajas que la vegetal no tiene, como la falta de fibra (Shutterstock)
La proteína animal tiene desventajas que la vegetal no tiene, como la falta de fibra (Shutterstock)

Y tras asegurar que "las legumbres y frutas secas son limitantes en ciertos aminoácidos y los granos en otros", destacó que "es por esto que se habla de combinar para tener proteína completa".

"Esto es cierto en parte, ya que se pueden consumir granos y legumbres en distintos momentos del día (no es necesario hacerlo de forma conjunta), o bien, consumir un 15%/20% más de tus proteínas y se asegura de este modo completar la cantidad necesaria de los limitantes", recomendó. "Otra forma más sencilla aún es incluir soja (que tiene el perfil completo) y/o garbanzos (perfil casi completo)", agregó.

La grasa saturada y colesterol que posee la proteína animal es inexistente en la vegetal

Por otro lado, según Eliana, "la proteína animal tiene desventajas que la vegetal no tiene, como la falta de fibra (que si bien afecta la digestibilidad también tiene muchísimos beneficios para el organismo), y fundamentalmente la grasa saturada y colesterol que posee la proteína animal y es inexistente en la vegetal".

Un día en su vida

"Soy abogada, así que me levanto temprano en la mañana; dependiendo del día, puede ser entre las 6:30 y las 8 y trabajo hasta alrededor de las 19. Tengo días más activos, en los que estoy en Tribunales, en la calle, y otros en que paso sentada frente a la computadora la mayor cantidad de la jornada -comenzó a describir Eliana-. Cuando salgo de la oficina voy al gimnasio o a la facultad, si es que tengo algún curso, y luego a entrenar".

Eliana junto con Sebastián, durante su primera competencia
Eliana junto con Sebastián, durante su primera competencia

Su rutina -que repite entre cinco y seis veces a la semana- consta de levantamiento de pesas por alrededor de una hora y media, o un poco más. A las 22:30 aproximadamente vuelve a su casa a descansar.

En cuanto a la dieta y su organización, practica lo que se conoce como "ayuno intermitente"; es una forma de alimentarse, que se basa principalmente en alternar períodos de ayuno y períodos de ingestión de alimentos. En su caso usa el 16/8, aunque no es estricto, porque lo hace "más por comodidad y falta de tiempo que por sus beneficios".

"Me es más práctico realizar tres comidas abundantes donde obviamente incluyo todas mis calorías y macronutrientes, que preparar cinco o seis comidas y tomarme el tiempo para comerlas" -contó-. Después de todo, la cantidad de comidas que hagas y su reparto no tiene prácticamente implicancias, salvo, por supuesto, que seas un culturista de 100 kilos, ya que no podrías incluir todos tus requerimientos en unas pocas comidas, pero en mi caso da igual y me sienta perfecto el intermitente".

El ayuno intermitente es una forma de alimentarse muy usual en el fitness, basada en alternar períodos de ayuno y períodos de ingestión de alimentos

"Rompo el ayuno al mediodía, entre las 13 y las 15, con comida que compro en un restaurante vegano que tengo cerca de la oficina. Siempre almuerzo tofu, soja texturizada y quizá algo de garbanzos, con una buena cantidad de verduras y otra importante de frutas secas. Por la tarde, entre las 16 y las 18, hago la merienda/pre-entreno que generalmente es fruta con algo de proteína (en forma de leche o yogurt vegetal), con frutas secas, otras veces consumo avena. Después de entrenar tomo un batido de proteína aislada de soja, y en la cena una buena porción de legumbres (generalmente garbanzos o arvejas) y otra de vegetales donde puede que incluya papa o batata, o quizá excepcionalmente algún grano", describió.

En el mundo hay muchos ejemplos de deportistas de elite veganos (Getty)
En el mundo hay muchos ejemplos de deportistas de elite veganos (Getty)

Sobre cómo le juega la mirada ajena en las competencias, sentenció: "La gente no sabe que soy vegana, no sabe lo que como, pero quienes me escuchan decirlo o bien tomaron conocimiento de alguna forma, la verdad es que no suelen creerlo. De hecho, tampoco me creen que sea natural, ni en las competencias ni en el gimnasio al que voy actualmente, justamente por la fuerza que tengo".

"El ámbito del fitness y el culturismo es una industria muy cárnica acá en la Argentina. Y digo 'acá', porque basta googlear deportistas veganos o culturistas veganos, para darse cuenta de la cantidad que hay a nivel mundial, incluso deportistas de elite, que destierran la mentira de que por ser veganos estamos en desventajas, todo lo contrario", finalizó.

SEGUÍ LEYENDO

Ellos son vegasexuales: 4 historias de veganos que jamás compartirían la cama con carnívoros

El veganismo en la mira: cuáles son los riesgos de este tipo de dietas en la niñez