El joven que se quedó sin trabajo por la cuarentena y creó un juego de mesa de fútbol que llegó a la AFA

Nahuel Di Martino creó Wingoal, un juego que mesa de fútbol que ahora hasta tiene licencia de la entidad que dirigue Chiqui Tapia. “Lloré de felicidad cuando comencé a producir la versión de la Selección Argentina”, afirma el emprendedor

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 “No dormí en toda la noche. Me quedé pensando en cómo hacerlo y seguí dibujando”, recuerda el joven sobre el inicio de su emprendimiento
“No dormí en toda la noche. Me quedé pensando en cómo hacerlo y seguí dibujando”, recuerda el joven sobre el inicio de su emprendimiento

Nahuel es emprendedor. Pero además, un entusiasta que no deja de soñar y aspira a que ese invento que se le cruzó por la cabeza en marzo de 2020, cuando todo era incertidumbre en el inicio de la pandemia, salga de las fronteras argentinas. El Wingoal es un juego de mesa futbolero que imaginó cuando su familia, que tenía un salón de fiestas, comenzó a temer por el futuro ante el panorama tan confuso que vivió el mundo entero por el covid-19.

“Estábamos en cuarentena, no se sabía cuándo volverían las fiesta ni nada. Entonces, como me gusta dibujar (cursé tres años de Arquitectura), comencé a diseñar algo que había visto en las redes. Era un jueguito de hockey sobre hielo, y ahí pensé en por qué no hacer uno parecido con el fútbol”, cuenta. Enseguida compartió la idea con su papá.

En ese momento era de madrugada y el hombre lo escuchó entre sueños. “No dormí en toda la noche. Me quedé pensando en cómo hacerlo y seguí dibujando”, recuerda el joven.

El emprendimiento lúdico que nació en plena pandemia

La historia

Como el inicio de todo proyecto hecho a pulmón, este tampoco escapa de las dudas, de los pedidos de opinión y necesidad de ayuda de los afectos ni menos de los bajones existenciales ante el poco amable auto interrogante: “¿Esto en verdad será bueno?”, se preguntaba Nahuel.

Todo eso le pasó a Nahuel, que solo con 22 años, optó por seguir su pálpito y poner toda las fichas —metafórica y literalmente— a su juego de mesa.

Luego de ver aquel video en Facebook, que nunca más apareció, y de contarle a su padre la idea floreciente, el joven se quedó reflexionando antes de dar el salto. “De verdad sentí que con ese proyecto íbamos a subsistir los primeros meses de pandemia y así fue hasta que, como pasó con otros emprendimientos, las ventas cayeron”, cuenta y vuelve un poco más atrás.

Los cuatro prototipos: de la madera a un diseño de plástico liviano
Los cuatro prototipos: de la madera a un diseño de plástico liviano

“Teníamos un salón de fiestas familiar y como en enero y febrero de 2020 nos fue muy bien, con eso subsistimos los primeros meses de la cuarentena hasta que el dinero comenzó a escasear. Ahí fue cuando vi el video de otro país, si bien lo retuve en la mente, no sabía cuáles eran las medidas ni cuál el formato, así que comencé a dibujarlo. Eran las 3 de la madrugada y ahí se lo mostré a mi viejo y le conté la idea. Esa misma mañana, sin dormir porque dibujé toda la noche, fui al galponcito que teníamos en casa, busqué maderas y empecé a hacerlo”.

Justo enfrente, vive la que es su abuela del corazón, que en el fondo tiene un galpón con variadas herramientas. Comenzó a cortar listones, a pegarlas con recortes que encontraba en cualquier lado y armó el primer prototipo. “Me llevó unas horas ¡y era realmente horrible! No era lo que yo imaginaba... Pero, no me desanimé y con los días fui armándolo y modificándolo hasta que encontré el formato que quería. Al mismo tiempo abrí la cuenta de Instagram sin tener el nombre, que elegí junto con mi hermano y quedó @wingoalarg”, repasa la historia.

Lo que siguió fue armar la estrategia de marketing y esperar que el producto comenzara a venderse. Lo logró. Mientras tanto, con el primer prototipo no dejaba de jugar con su hermano. “Nos parecía que realmente estaba bueno y empecé a investigar cómo patentarlo, contacté a un abogado para registrar la marca y el nombre también que nació de la idea de ganar y hacer goles, porque mi idea era apuntarlo al fútbol. Yo soy muy hincha de Racing y por eso lo apunté a ese lado. A las tres semanas, mi novia me dice que estaría bueno mandarle uno a algún influencer del momento, que estaban a full haciendo cosas, para que lo subiera a las redes. Le hablé a la mujer del Chapo Martínez, el chico que le pedía por la Copa Messi, y a los días ella me responde. Lo subió y me llegaron unos mensajes preguntando el precio y nada más; me fui a dormir frustrado porque ya estaba enojado y dejé el celular lejos. A eso de las 3 de la mañana, empezó a sonar, mi pareja me despierta y avisa. Miré y el Chapo había subido como 10 historias jugando y mostrándolo; cuando miro la solicitud de mensaje en el Instagram tenía más de 100 solicitudes y 110 pedidos”, repasa feliz y admite que en ese momento no tenía nada para cumplir con los pedidos.

El juego de AFA
El juego de AFA

A la mañana siguiente, fue a la maderera de unos amigos del barrio, en Berazategui, y explicando la situación acordaron en que se llevaría los materiales para cumplir con los pedidos y que luego les pagaría. Así lo hizo gracias a la ayuda de su familia. No paró de crecer hasta llegar a su gran meta: Racing Club.

Logró convertir a Wingoal en juego oficial del equipo de Avellaneda, fue por otros clubes (Platense y Lanús) y casi sin darse cuenta de lo que estaba viendo, previo al mundial de Qatar se contactó con la AFA. “El 8 de diciembre de 2022, en pleno Mundial, lanzamos el juego, y el día que ganamos el Mundial fue llorar por felicidad, por mi primer Mundial ganado y vivido, y a la vez por la felicidad de que mi juego ya era parte de los productos oficiales de AFA y me daría frutos porque salimos campeones”, dice y cuenta que los modelos de madera cambiaron a modelos de inyección de plástico, mucho mas liviano; del galpón pasaron a una fábrica en la que hay empleados.

Emocionado, admite: “Le puse mucho de mi infancia y todos los movimientos sentimentales que me invadieron me llevaron a meterle tanto empuje y gracias a todo esto, pude vivir el juego de otra manera, como un chico, y además cumplí el sueño de jugar un partido dentro de la cancha de Racing, me invitaron en un evento. Siempre soñé con poder hacerlo, sabiendo que no soy habilidoso”.

Hoy, con 25 años, planea seguir creciendo y expandirse a otros países. “Ya es un juguete que se vende en jugueterías y por internet y todo el tiempo estamos produciendo porque cuando salen juegos a la venta, porque nos hacen pedidos y demás, automáticamente les hacemos la reposición para mantener un stock mínimo y poder mantenernos en el tiempo. La verdad, ni yo imaginé lograr tanto de una idea que surgió de la nada misma”, finaliza.