Romi, la radióloga: qué la motivó a subir videos en TikTok, la anécdota de su primer canje y el reconocimiento en la calle

En Nacidos en Redes, el nuevo ciclo de Infobae que invita a descubrir a las personalidades del mundo virtual, reveló cómo se convirtió en creadora de contenido, cuál fue su primer canje y cómo le va en el amor.

Compartir
Compartir articulo

Romina Juárez, conocida como Romi la radióloga de TikTok, cuenta con más de 600 mil seguidores en la plataforma china y con 77 mil en Instagram. Su popularidad fue en ascenso en tan sólo un año y casi sin quererlo, creó una comunidad de personas que buscan un contenido divertido, pero también real.

“No veía TikTok y lo poco que la abría era todo el tiempo contenido estético o ‘un día en mi trabajo’ y era toda gente que trabaja en piso número 20 en Puerto Madero, todo lindo, café Starbucks y yo decía: ‘Dios mío. La vida no es así’”, confesó Romi.

Cansada de ver esas “vidas perfectas” y con el objetivo de salir un rato de su rutina diaria, la radióloga decidió grabar su primer video mostrando cómo era un día habitual en su trabajo y el detrás de escena de su profesión.

Fiel a su estilo, le agregó una cuota de humor que hizo que el contenido se viralizara rápidamente. “Mis amigos no consumía TikTok. Tenía como una vida paralela hasta que un día me dijeron: ‘Romi, me pasaron un video tuyo’ y ahí me dio un poco de vergüenza”, admitió.

Actualmente, sus “dos vidas” corren en simultáneo. Romina sigue siendo radióloga en un sanatorio de salud y atendiendo a pacientes; mientras que su lado más artístico se desarrolla a través de sus videos que, con el transcurso del tiempo, fueron cambiando de temáticas en sintonía con sus vivencias.

Romi: "No construí un personaje, las cosas que me pasan en los videos son reales” (TikTok: @ro.mi.na.j)
Romi: "No construí un personaje, las cosas que me pasan en los videos son reales” (TikTok: @ro.mi.na.j)

Mai: — ¿Por qué siendo radióloga decidiste meterte en el mundo de las redes y qué pasó con ese primer video que subiste?

Romi: — La mayoría laburamos en cosas que no sabemos bien qué estamos haciendo ahí (risas). Yo trabajo en un subsuelo, hay humedad, pacientes enfermos y dije: “Voy a hacer un día como radióloga”. Ese día yo tenía guardia, entonces lo filmo, le cuento a mis compañeros la idea, todos se re coparon en ayudarme a filmar. Lo subo a la noche y no lo vio nadie. Al otro día, abro la aplicación y no tenía ningún me gusta. Dije: “No puede ser, está re bueno este video”. Lo borré y lo volví a subir. No lo miré en todo el día. A la noche me junto con unos amigos y les digo: “¿Vieron que subí un video de un día como radióloga?”. Ellos son radiólogos también. Y se había viralizado. Era el primer video y había muchísimos comentarios.

Mai: — Lo interesante de tu perfil es que es un trabajo que no sé ve generalmente en las redes sociales. Sos vos trabajando de radióloga y atendiendo paciente.

Romi: — Sí, aparte lo que tiene radiología es que es todos los días lo mismo. O sea yo todos los días voy a hacer el tórax frente y perfil de la misma manera. “Respire, contenga el aire, gire hacia la derecha”, todos los días de mi vida digo la misma frase. Era cortar la monotonía hacer esos videos. Lo divertido era ver qué paciente excéntrico venía.

Mai: — ¿Subiste ese primer video diciendo: “esto va a funcionar”?

Romi: — No, fue para divertirme.

Mai: — Nunca en tu vida creíste que ibas a ser creadora de contenido, ¿no querías ser ni instagramer ni tiktoker?

Romi: — No. Me daba bronca que no existía algún personaje normal. Una piba que tenga granos, que te diga: “Estoy menstruando y me siento mal”. No había alguien normal en las redes que yo pudiera decir: “Esta piba podría ser mi amiga”.

Mai: — ¿Sentís que lograste comunicar eso?

Romi: — Yo siento que cuando grabo los videos le hablo a mis amigas.

“El trabajo que vos tengas no te define, para mí es un medio para un fin”, opinó la entrevistada.
“El trabajo que vos tengas no te define, para mí es un medio para un fin”, opinó la entrevistada.

Mai: — ¿Por qué estudiaste radiología?

Romi: — Porque mi mamá me obligó. Literal. Terminé el colegio y sabía que quería hacer algo de arte, pero no tenía idea de qué. Empecé diseño gráfico, dejé y mi mamá se la vio venir. Dijo: “Esta va a empezar carreras y va a dejar todas, la voy a tener que mantener hasta no sé qué edad”. Me dijo que estudiara algo corto con salida laboral y ellos tenían un amigo que era radiólogo. Era una carrera corta, de pocas horas de trabajo. Mi vieja me vio ahí y fue el plan. Estudié, me recibí y a los 6 meses empecé a trabajar donde estoy ahora. Igual no fue fácil conseguir trabajo.

Mai: — ¿En el fondo de tu corazón, te considerás radióloga hoy en día?

Romi: — No, a mí me gusta el arte. Yo pinto, dibujo, voy al taller de arte y me encanta. Hay mucha carga en que tenés que salir del colegio y tenés que ser exitoso. A los 17 años elegís la carrera a la que te vas a dedicar un montón de tiempo. Yo, en realidad, soy artista. Me gusta el arte, pero trabajo de radióloga porque es mi trabajo formal. Me parece que el trabajo que vos tengas no te define, te definen un montón de otras cosas. Al menos para mí, era un medio para un fin. Yo con eso me pagaba el taller de arte, iba a museos, me voy de viaje.

Mai: — ¿Te deprimías en el día a día trabajando de algo que no te define?

Romi: — Sí, había días que sí. Pero también había un montón de cosas re copadas. Tampoco la paso mal, pero mi deseo era arte.

“Me gusta el arte, pero trabajo de radióloga porque es mi laburo formal”, confesó la tiktoker.
“Me gusta el arte, pero trabajo de radióloga porque es mi laburo formal”, confesó la tiktoker.

Mi primera chamba

Un beneficio para aquellos que trabajan en redes sociales como creadores de contenido o influencers es que las marcas los contactan para pagarles por promocionar sus productos, entregarles artículos o brindarles servicios con el objetivo de que los promocionen.

Cremas, viajes, entradas vip, cualquier opción está disponible para aquellas cuentas que tienen una vasta cantidad de seguidores o que sus videos se transformaron en virales y tienen un amplio alcance de difusión.

Mai: — ¿Cómo fue el primer contacto con las marcas para hacer publicidad?

Romi: — Fue re triste. La primera marca que me contacta, me dijo: “Romi elegite lo que quieras de la página”. Me elegí un par de cosas, porque tampoco quería abusar, y no me mandaron nada. Nunca me mandaron nada. Me destrozaron el corazón. Me dijeron: “Pasanos tu dirección, mañana te llega todo”. Nunca me mandaron nada y no me volvieron a hablar.

Mai: — ¿No les volviste a hablar?

Romi: — No, ya fue. Mi primer canje fue frustrado y después cuando me iban contactando de otras marcas, yo tenía una ansiedad... Hasta que no me llegaba el producto, decía: “Me van a estafar, no me van a mandar nada. Esto es todo mentira”. Después esa marca me volvió a hablar y de nuevo no me mandó nada.

Mai: — ¿Y la primera vez que tuviste un canje exitoso?

Romi: — La primera vez que me pagaron, que recibí plata por esto, hice un after para todos mis amigos. Me gasté toda esa plata en un after para mis amigos. Invité a todos. Fue el after: mi primera chamba (risas).

Romina: “No veía TikTok y lo poco que abría la aplicación era todo contenido estético y yo decía: ‘La vida no es así’”. (TikTok: @ro.mi.na.j)
Romina: “No veía TikTok y lo poco que abría la aplicación era todo contenido estético y yo decía: ‘La vida no es así’”. (TikTok: @ro.mi.na.j)

Mai: — ¿Cuándo decidiste ponerle valor a eso? ¿Vos sabías cuánto se cobra?

Romi: — No, me contactó una agencia que se hace cargo de toda la parte económica y para mí fue una tranquilidad porque las marcas me pedían métricas. Yo no sabía lo que era una métrica. Me decían: “¿Cuánto me cobrás una storie?”. No tengo idea, no sé.

Mai: — ¿Cuánto te imaginabas que se cobraba un TikTok?

Romi: — No sabía. Cuando me di cuenta dije: “Fua. Esta gente roba” (risas). Si por mí que soy una pichi me pagan esto, imagínate Susana Giménez. Bueno, no sé si la Su está tan pegada en redes, pero alguien muy groso en redes…

Mai: — Recién decías “están robando”, para vos ¿están robando o están laburando?

Romi: — No, no, no quiero decir que están robando (risas). Pero es increíble que por una historia te paguen tanta plata, con lo que cuesta ganarla.

Mai: — ¿En comparación con radiología es mucho más?

Romi: — Yo comparo el esfuerzo más que la plata porque yo voy todos los días al sanatorio, cumplo un horario y soy responsable con todo eso. Lo otro es subir una historia divertida que te lleva un rato. Lo hago con respeto y responsabilidad, pero te puede llevar solo un rato. Entonces comparo el tiempo y esfuerzo de mi laburo de radióloga con lo que me lleva redes. Redes me resulta más divertido, más fácil, más llevadero. No sé si gano más plata. No podría vivir de redes todavía.

Mai: — ¿Dejarías de radiología?

Romi: — No, mi papá me mata. Le llego a decir: “Pá me dedico solo a hacer contenido” y se infarta.

Mai: — Eventualmente, ¿sentís que si te sigue yendo bien vas a dedicarte de lleno a las redes?

Romi: — No, no sé. No pienso tanto en el futuro. Pienso en lo que voy a hacer en una semana y viene como una pared en blanco. Vivo re el día a día.

“Había más chance de pegarla con TikTok que de conseguir pareja”, bromeó la radióloga.
“Había más chance de pegarla con TikTok que de conseguir pareja”, bromeó la radióloga.

Tirar la caña y las “PejeReinas”

Las redes sociales, junto con las plataformas de streaming, los podcasts y otros canales de comunicación emergentes, han democratizado la expresión de ideas y la exposición personal.

Abrieron nuevas oportunidades gratuitas para alcanzar la fama o la popularidad, permitiendo que cualquiera que lo desee pueda demostrar su talento, brindar su opinión o mostrar su realidad, con la creatividad como condimento principal.

Mai: — ¿Te reconocen en la calle? ¿Te saludan los que te sigue en las redes cuando te ven?

Romi: — Sí y me encanta. Me piden fotos.

Mai: — Hay teorías psicológicas que dicen que no existen más los famosos masivos y que a partir de ahora pasa este fenómeno de que estás caminando por la calle, ves un tumulto gente, preguntás quién es y te dicen: “¿Cómo no vas a conocer a Romi, la radióloga?”

Romi: — Me pasó en una fiesta que unas chicas se sacabanfotos conmigo y viene un pibe y se saca también una foto. Ellas le dicen: “¿Sabés quién es?”. Y el responde: “No, pero como todos se sacan una foto, yo me saco”. Pasa a veces eso.

Mai: — ¿Qué es lo que más te dicen?

Romi: — Que les re divierte lo que hago o que capaz estaban medio bajón y que al ver un video mío se pusieron contentos.

Mai: — La faceta tuya que tal vez más pegó es la de mujer que se le tira a los pibes, pero ninguno te da bola.¿Es un personaje o te pasa en la vida real?

Romi: — Ningún pibe me da bola. Había más chance de pegarla con TikTok que de conseguir pareja. Soy un fiasco en cuestiones amorosas. No es un personaje, te juro que es así. Las cosas que me pasan en los videos son reales. Encima son increíbles, pero es real. No construí un personaje. Le pregunté una vez a mi psicóloga si existía la posibilidad de emanar energía bizarra para que me pasen cosas así. Todo el tiempo me pasan cosas bizarras.

Romi: "Me pasa que hablo con un pibe en Tinder, me pide las redes y no se las quiero dar porque se va a dar cuenta que soy yo".
Romi: "Me pasa que hablo con un pibe en Tinder, me pide las redes y no se las quiero dar porque se va a dar cuenta que soy yo".

Mai: — Te viralizaste con tu trabajo de radióloga y después empezaste a mostrar otra faceta tuya que es la mina que se le tira a los flacos que le gustan, pero ninguno le da bola y te volviste a viralizar, ¿cómo se llama eso que hacés?

Romi: — Le puse Tirar la caña y somos las PejeReinas las que hacemos eso. Tirar la caña es lo que pica, pica en cuestión de hombres y lo que pica es anécdota. Ese es el mensaje que quiero dar que si no te dio bola esa pibe, va a venir otro. No pasa nada. No hay que ponerse mal. Este no me dio bola, listo le hablo al que sigue. No me voy a poner mal por un flaco que no me dio bola.

Mai: — Ahora que tenés mayor visibilidad en las redes, ¿te resulta más fácil tener citas?

Romi: — No, siento que los pibes me tienen más miedo ahora porque dicen: “Uy, me vas a subir a TikTok ¿no?”. Me pasa que hablo con un pibe en Tinder y me pide las redes y no se las quiero dar porque se va a dar cuenta que soy yo y me va a dejar de hablar. En cambio, hay otros que se re copan. Quieren vivir la full experience de salir con Romi. Algunos se espantan, otros se copan. Me sirve de material, igual.

Mai: — ¿Te da miedo pensar que no sabés cuánto va a durar esta etapa de TikTok?

Romi: — Sí, obvio. A veces me da un montón de ansiedad. Pero digo: “Hoy sí me está yendo bien”. Ya fue.

Mai: — Antes de subir el video, ¿te da ansiedad o adrenalina?

Romi: — Sí estoy manija antes de subir el video. Es como apostar al dólar. No sabés que va a pasar. ¿La pega o no la pega? ¿Se viraliza o no se viraliza? Estoy al palo, pero confío. Te tenés que lanzar y ya está.

Mai: — ¿Podrías estar en otra red social o te sentís segura con tu comunidad dentro de TIkTok o Instagram?

Romi: — No podría estar con tantas redes a la vez. A veces me busco en Twitter. La mayoría de los comentarios no son malos. Bueno, algunos sí y me ponen un poco mal, pero después digo: “No me conocen, ¿qué saben?”. Lo tomo de quien viene. Me pongo mal un ratito nada más. El 98% de los comentarios que recibo son buenos, entonces me quedo con lo lindo.

Mai: — ¿Qué pasa si mañana cierra TikTok?

Romi: — Nada, tengo mis amigos, mi trabajo estable, mi familia. La vida continúa.

"El 98% de los comentarios que recibo son buenos, entonces me quedo con lo lindo", confesó en relación al hate que se vive habitualmente en las redes.
"El 98% de los comentarios que recibo son buenos, entonces me quedo con lo lindo", confesó en relación al hate que se vive habitualmente en las redes.

Consejos de Romi para ser un creador de contenido

Muchos son los tips que se ofrecen dentro de las redes sociales para lograr un mejor rendimiento en el contenido o incrementar el número de seguidores. Sin embargo, no existe un manual del éxito para alcanzar el objetivo sino herramientas para que cada usuario lo adapte a su estilo, gusto e ideas.

Para Romi existen tres puntos fundamentales que no tienen que ver con algoritmo sino con la motivación personal de quien lleve adelante la decisión de introducirse en este mundo virtual.

“Mi consejo es que sean auténticos, que no mientan y que lo hagan para divertirse sin ninguna expectativa. Para mí la clave es divertirte todos los días con lo que sea que hacés. Si vos no verías el video, no lo hagas”, expresó.

Es que si bien existen las fórmulas de los tres segundos del video como gancho, la tiktoker advirtió que “es muy relativo” y apuntó a la espontaneidad como uno de los factores que generan identificación entre el público y el creador de contenido. “Cuando hice mi primer video no sabía que estaba haciendo y sucedió. Es lanzarse”, concluyó.