Checho Batista sobre las Sociedades Anónimas en el fútbol: “Hay muchos clubes en Argentina que lo necesitan”

Leo Montero entrevistó al ex campeón del mundo en Random, el ciclo de Infobae. Se expresó a favor de las Sociedades Anónimas en el fútbol argentino, recordó los consejos de Bilardo en el Mundial ‘86 y reveló cuál fue el paso que lo sacó de la adicción.

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RANDOM - Chucho Batista

Sergio Batista, conocido popularmente como Checho, es un exfutbolista y entrenador. Jugó durante 8 años en la Selección. Integró el recordado equipo campeón de la Copa del Mundo de Fútbol México 1986 y, posteriormente, el plantel que disputó la final en Italia 1990.

Durante su carrera como jugador se desempeñó como mediocampista. Jugó en Argentino Juniors, River Plate, Nueva Chicago y All Boys. También probó suerte fuera del país, llevando su talento a un club japonés.

Al año siguiente de retirarse, en 1999, inició un nuevo rol como entrenador. Fue director técnico de Argentinos Juniors en el Torneo Nacional B, en la temporada 2003-2004, y logró el ascenso del club que lo vio debutar en Primera.

La formación de los campeones del Mundial México 1986.
La formación de los campeones del Mundial México 1986.

Años más tarde dirigió el seleccionado Sub-20 argentino, al equipo olímpico que consiguió la medalla dorada en los Juegos Olímpicos Pekín 2008. En 2009 condujo el seleccionado sub-20 durante el torneo Sudamericano de la categoría.

Batista pasó a ser director técnico interino de la Selección, luego de Diego Maradona. En 2010 fue confirmado oficialmente en el cargo hasta la Mundial 2014. Un año después fue removido tras la Copa América.

Dirigió en China, Baréin y Qatar. Actualmente, es asesor deportivo de la selección de Venezuela, en la que su hermano Fernando asumió la dirección como su sucesor. “Es la primera vez que lo hago. Es nuevo para mí este rol y estoy aprendiendo. Voy transmitiendo lo que aprendí en todos estos años como jugador, como entrenador”, explicó.

"El socio tiene que tener una participación cuando hay una Sociedad Anónima en el fútbol", opinó Checho. (Matias Arbotto)
"El socio tiene que tener una participación cuando hay una Sociedad Anónima en el fútbol", opinó Checho. (Matias Arbotto)

Su carrera

Leo: — La gente cuando saluda a personajes como vos, Burruchaga, Ruggieri, hay como una sonrisa en la cara de “ustedes son mis héroes, campeones del mundo”, ¿a la gente le da alegría verlos?

Checho: — Sí, todavía sigue existiendo toda esa clase de cosas. Más allá que fuimos campeones del mundo, vos pensá que antes de ser campeones del Mundo ahora en Qatar, nosotros éramos todo eso… Una vez que se sale campeón de nuevo, no es que te olvidás, pero son otros los muchachos que empiezan a salir. La verdad que el reconocimiento lo tenemos siempre. La sonrisa de la gente, cómo se alegran. Es lo que nos dijo siempre Bilardo: “El reconocimiento de la gente es lo mejor que hay, es lo que les va a quedar”.

Leo: — ¿Mejor enseñanza que te dejó Bilardo?

Checho: — La mejor enseñanza yo creo que es el comportamiento fuera del campo de juego, más allá de todo lo que uno aprendió tácticamente, es cómo manejarte fuera del campo, transmitir esa humildad, esa tranquilidad. Que podés ser campeón del mundo, pero fuera del campo sos una persona igual que todas. Son todos consejos de Carlos que ahora se lo transmito a los jugadores. Lo que Carlos no decía a nosotros: “Dejen de pedir plata, premios, que lo mejor es que les va a quedar a ustedes siendo campeones del mundo va a ser el reconocimiento de la gente”. Hoy puedo trasmitírselo a los muchachos de Venezuela que es la primera vez que puede llegar a clasificar a un mundial. No clasificó nunca, entonces uno le trasmite que dejen toda esa clase de cosas y que no hay nada más lindo que el reconocimiento de la gente, de por vida.

Leo: — ¿El mejor tramo de tu carrera fueron los años 85 y 86 en la cancha?

Checho: — Yo tuve tres años. La gente por ahí no lo sabe. Yo jugué desde los 18 años hasta los 28. No jugué 20 o 25 años. La gente no lo ve porque no falté nunca en esos 10 años. Era muy difícil que falte a un partido. No me lesionaba, me echaban, pero no tanto. En esos 10 años que jugué, a nivel top tuve tres años que fueron 84, 85 y 86, que fueron los mejores de mi carrera, en los cuales logré cosas importantes, el nivel futbolístico. En el 84 arranqué bien, pero el 85 fue el mejor. Pero en tres años logré todo: metropolitano, nacional, interamericana, mundial. Perdí la final con la Juventus.

"La mejor enseñanza de Bilardo fue el comportamiento fuera del campo de juego: la humildad, la tranquilidad"(@chechobatistaok)
"La mejor enseñanza de Bilardo fue el comportamiento fuera del campo de juego: la humildad, la tranquilidad"(@chechobatistaok)

Leo: — ¿En ese momento te dabas cuenta que era inusual que estuvieras ganando todo eso seguido?

Checho: — Yo jugaba. No me daba cuenta. No pensaba en eso. Sí, pensaba que estaba haciendo doble mérito porque era un club chico, Argentino Juniors, que no llegaba a esas instancias, a ganar todo. Era un club de los denominado chicos, entonces te dabas cuenta el lío que estábamos haciendo. Fue una etapa muy buena, muy linda.

Leo: — Según tu visión, ¿qué Checho es mejor el que juego al fútbol o en que dirigió?

Checho: — El que jugó al fútbol. Toda la vida. A mi dame jugar al fútbol toda la vida. El técnico es lindo, el manager es lindo, pero como jugar al fútbol no hay. Creo que lo mejor que hice fue eso, a lo que me dediqué siempre, lo que quise ser. Como técnico tuve un paso lindo, pasé por la selección, pero lo que logré con el fútbol y como me sentí yo fue jugando a la pelota.

Leo: — ¿Te vino bien para el rol de entrenador haber jugado de 5 en el medio del campo?

Checho: — Yo creo que la posición puede servir porque a la mitad de la cancha, en un puesto donde tenés que manejar, ordenar y decidir cosas de todo el equipo, tenés que estar atento a lo que dice el técnico y muchas veces ser vos el técnico adentro el campo porque estás más cerca. Tenías que ir viendo el partido, analizando y a mi me gustaban esa clase de cosas. Por eso, por ahí, la posición me dio un poquito más de facilidades para ser técnico.

Checho: "La posición me dio un poquito más de facilidades para ser técnico". (Getty Images)
Checho: "La posición me dio un poquito más de facilidades para ser técnico". (Getty Images)

Sociedades Anónimas

Recientemente, el Kun Agüero opinó en redes sobre las Sociedades Anónimas en el fútbol argentino. El exfutbolista opinó sobre la privatización de los clubes argentinos y generó un intenso debate.

Agüero planteó la necesidad de encontrar un equilibrio entre la privatización y la opinión de los socios para aquellos clubes apremiados por la situación económica que corren el riesgo de cerrar sus puertas. “Que no sea obligatorio, los socios tienen que decidir”, sostuvo el ex jugador de la Selección.

Leo: — ¿Las sociedades anónimas en el fútbol, decididas por los socios, estarían bien?

Checho: — Sí, estaría bien. No me parece mal. Me parece bien porque el club es de los socios. Cuando vos armas una sociedad anónima ya los problemas vienen con los socios, seguramente. Que los socios intervengan, me parece bárbaro y que se puedan hacer. Hay muchos clubes que quizásnosotros acá en Argentina decimos: “No, sociedad anónima no” y no queremos, pero lo necesitan porque no están a la altura de otro y no vendría mal. Pero siempre respetando a los socios. Los socios tienen que definir porque el club es de ellos, siguen manteniéndose. Vos podés hacer una sociedad anónima y en cuatro años se van o cambia todo, pero los socios siguen estado, siguen de por vida. Entonces, me parece que tienen que intervenir.

Leo: — Por qué por ahí los clubes más chicos sí necesitan un sustento económico, ¿no?

Checho: — Los socios son los más perjudicados siempre en ese tipo de cosas porque por ahí viene otra gente, se hace dueña del club... Por eso me parece que los socios tienen que intervenir, pero no es que si Boca o River no quieren, otro no lo puede hacer.

Leo: — Afuera es muy común esto de “vendimos el club, pero sigue siendo nuestro”, pero ¿puede haber una confusión en el fútbol argentino?

Checho: — Puede haber una confusión porque no estamos acostumbrados a esas cosas. A que pase eso, entonces hay que explicarlo muy bien. A la gente hay que explicárselo muy bien que no perdés nada sino que, al contrario, vas a ganar cosas. Pero sí que los dejen decidir. El socio tiene que tener una participación cuando hay una sociedad anónima y no que manejen todos los que vengan y a los socios los corran. Es bueno que el socio intervenga y le den la parte que tiene que tener. Yo lo que tengo muchas veces miedo en estas cuestiones es que pueden durar 4 o 5 años y el socio sigue toda la vida.

Leo: — La idea es que al club le haga bien, ¿a muchos les convendría?

Checho: — Yo creo que hay muchos clubes que estarían de acuerdo, que deben estar de acuerdo, porque te hace bien. Es saber que hay gente que va a venir a cuidar el club, a tratar de mejorarlo a nivel futbolístico y en otras cosas. Creo que estaría lindo eso.

"De los japoneses aprendí a tener paciencia. Yo era una polvorita antes, me enojaba y quería todo al momento", confesó el ex jugador. (@chechobatistaok)
"De los japoneses aprendí a tener paciencia. Yo era una polvorita antes, me enojaba y quería todo al momento", confesó el ex jugador. (@chechobatistaok)

Japón

Uno de los momentos más duros de su vida fue en 1991 cuando falleció su padre. Ese momento desencadenó una serie de eventos que terminaron con una decisión drástica: en 1993 viajó a Japón para sumarse al club Tosu Futures.

Leo: — ¿Te arrepentís de algo en estos 61 años?

Checho: — Me pude haber arrepentido en momentos de mi vida en los que la pasé mal. Jugué desde los 18 a los 28 y no es que dejé yo decidí dejar al fútbol sino que una enfermedad me lo hizo dejar y por ahí me puedo arrepentir de eso. Pero no soy de arrepentirme. Fue un error del que no suelo hablar.

Leo: — ¿Te referís a las adicciones?

Checho: — Sí, me arrepiento.

Leo: — En algún momento dijiste que tu viaje a Japón para alejarte de eso, ¿no?

Checho: — Mi último partido fue con Platense en la cancha de ellos y dije: “No puedo jugar más”. Vino el Turquito Maradona, el hermano de Diego, y un chico amigo, que estaban en Japón y me dice: “Necesito un número 2″. Y le digo: “Voy yo”. Ya había dejado un poco de jugar y le dije que me llevara a mí. Yo quería salir. No arreglé contrato, nada, le dije a mi señora: “Me voy a Japón”. Y a la semana estaba allá.

Leo: — ¿Querías ir a Japón para salir de tu vida acá, de las adicciones?

Checho: — Salir del entorno. Yo tenía que salir.

Leo: — ¿Y pudiste salir?

Checho: — Sí, nunca más. Me fui a Japón sin contrato sin nada. “Arreglá la plata que vos quieras”, le dije. Yo me iba igual. Sabía que me tenía que ir, que en ese momento tenía que hacer eso. Sabía que allá iba a estar más tranquilo, que tenía que irme sí o sí.

Leo: — Fuiste por vos, no por el fútbol de Japón.

Checho: — Sí, fui por mí y después me quedé 5, 6 años (risas). Me gustó, me encantó.

Leo: — ¿Qué aprendiste de los japoneses?

Checho: — A tener paciencia. Yo era una polvorita antes, me enojaba y quería todo al momento. Primero aprendés el respeto. Si vos vas a allá y respetas, te quedás. A ellos no les importa cómo juegues, si no respetas, te sacan. Y aprendés la paciencia de pedir las cosas. Yo fui como jugador y después quedé como técnico. Yo recién empezaba y les decía: “Dame 10 pelotas”. Y yo veía que las tenía ahí; y ellos me decían que me quedara tranquilo y yo me encojaba. Ellos no te dicen ni que sí ni que no. Te llevan a llevar paciencia, que estés tranquilo que se te va a dar cuando tiene que ser. Yo trababa de explicarle que si no me la daban, en un minuto podía perder el partido. Pero ellos me enseñaron a tener paciencia, tranquilidad, a no pelear. Ahí bajé un poquito. Carlos y los japoneses me enseñaron a ser puntuales. No me gusta la impuntualidad. Me pone mal. El japonés te dice a las 3 salimos, a las 3 se va; y respetá al otro.

Checho: "Mi función ahora es ir transmitiendo lo que aprendí en todos estos años como jugador, como entrenador". (Matias Arbotto)
Checho: "Mi función ahora es ir transmitiendo lo que aprendí en todos estos años como jugador, como entrenador". (Matias Arbotto)

En una palabra

Para concluir, Leo invitó a Batista a definirse en una sola palabra. Un término que englobe su carrera profesional, su vida personal y la trayectoria de su historia en estos 61 años de vida.

“Sencillo”, es lo primero que esbozó el ex futbolista y agregó: “humilde”, en referencia a todos los aprendizajes que recibió, a sus orígenes y a la gloria que obtuvo junto a sus compañeros en el ‘86, que gracias al consejo de Bilardo lo hizo mantener los pies sobre la tierra.