Una secuela de “El exorcista” con guiños para los fans, pero poco para ofrecer

El director de la nueva trilogía de “Halloween” no logra encontrar el rumbo esta vez

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Cuando Angela y su amiga Katherine desaparecen en el bosque, regresando tres días después sin recordar lo que les sucedió, se desata una cadena de eventos que obligarán a Victor a confrontar el punto más bajo del mal. (Universal Pictures)

El exorcista (The Exorcist, 1973) de William Friedkin es considerada por muchos como la mejor película de terror de todos los tiempos. Basada en la novela de William Peyer Blatty, dicho metraje permanece como un clásico indiscutible. Más allá de la moda aún vigente de films sobre posesiones satánicas, su éxito llevó a la realización de dos secuelas y dos precuelas, ninguna de ellas exenta de debate y controversia. Ahora, con El exorcista: creyentes (The Exorcist: Believer), una nueva trilogía de la misma historia se inicia. Pero Dios nos libre y nos guarde si las siguientes dos entregas son como la que se estrena ahora.

Dos niñas se internan en el bosque a fin de hacer una sesión de espiritismo para conectarse con la madre de una de ellas. Algo ocurre y ambas desaparecen por tres días, al ser encontradas, las pequeñas sólo creen haberse ausentado por algunas horas. El padre viudo de una de ellas y la familia de la otra pronto descubrirán que sus hijas están poseídas y deberán recurrir a una persona que décadas atrás pasó por el mismo sufrimiento: Chris MacNeil.

El portal de reseñas Rotten Tomatoes le otorgó menos de 30% de calificación a la secuela del clásico del terror. (Créditos: Universal Pictures)
El portal de reseñas Rotten Tomatoes le otorgó menos de 30% de calificación a la secuela del clásico del terror. (Créditos: Universal Pictures)

El único motivo para que alguien se interese por una secuela de este tipo es la presencia, justamente, de Ellen Burstyn interpretando el mismo rol que tuvo en 1973 en El Exorcista. David Gordon Green, director, productor y guionista, lo sabe y por eso accedió a pagarle el doble de lo que había ofrecido inicialmente a la legendaria actriz para que participe en este rol secundario. No hay que perder el tiempo y es importante aclarar que su presencia, así como otros regalos a los fans, no son suficientes para justificar la visión de este filme y mucho menos para evitar la sensación de falta de respeto detrás de todo el largometraje.

El propio William Friedkin, enterado del proyecto, confesó a un crítico que esperaba no estar vivo cuando se estrenara la película y que, de existir un más allá, volvería para poseer al director y hacer de su vida un infierno. Ojalá ocurra, porque el gran problema de esta entrega no es sólo que sea de mediocre para abajo, sino que además no tiene ni por donde empezar a ser una secuela digna de una pieza cinematográfica particularmente perfecta. En todo falla El exorcista: creyentes, y eso da entre bronca y tristeza.

David Gordon Green estuvo a cargo del proyecto que se vinculaba directamente con la película original. (Créditos: Universal Pictures)
David Gordon Green estuvo a cargo del proyecto que se vinculaba directamente con la película original. (Créditos: Universal Pictures)

David Gordon Green tuvo un éxito como director llamado Pineapple Express, pero entró de lleno en el canon del cine de terror al hacer una trilogía de secuelas de Noche de brujas (Halloween, 1978) de John Carpenter. Para eso contó con la inmejorable presencia de la protagonista original, Jamie Lee Curtis. Pero mientras que esos títulos lograban algunos momentos muy efectivos y algo de dignidad, acá todo falla. Carpenter es un cineasta clásico, pero Friedkin es un maestro muy preciso con un mecanismo inimitable. Ya la manera en la cual se cuenta aquí el primer tercio de la historia muestra una superficialidad completa, una narración sin trascendencia incapaz de tomarse en serio los temas tratados.

Bajo la tonta idea de ofrecer más cosas, hay dos niñas poseídas, el regreso de un gran personaje y muchas religiones participando del exorcismo —que ocurre en menos de media hora— porque el director no puede entender el significado de los temas que trata. Es verdad que falta la novela y el guion original; es cierto también que el elenco inolvidable ya no está o simplemente se reduce a casi nada, y definitivamente no hay algún concepto visual que produzca un efecto estético en lo que se quiere contar. Quizá estén guardando lo mejor para las dos secuelas, pero todo parece indicar que esta vez el camino empezó mal y ya no podrá ser enderezado. Algunas películas deberían ser dejadas en paz. El exorcista es una que aún hoy aterra y sorprende, nadie la ha olvidado y nadie desea que sigan sumándole secuelas.

La película trae de regreso a Ellen Burstyn como Chris MacNeil. (Créditos: Universal Pictures)
La película trae de regreso a Ellen Burstyn como Chris MacNeil. (Créditos: Universal Pictures)