‘Lobo’ Gonzales-Vigil, el multifacético e icónico futbolista: entrena caballos, fue piloto y jugó en todos los grandes del Perú

El fútbol peruano está lleno de jugadores icónicos. Uno de ellos es Juan Diego Gonzales-Vigil. Su frondosa cabellera y opulenta barba lo llevó a ganarse el apodo de ‘Lobo’. Pero, detrás del nacido en Lima hay más que un look e imponente apelativo, lo que hace que los hinchas lo recuerden al día de hoy.

Un dato desconocido es que pudo haber salido de la órbita nacional y hacer su carrera al otro lado del mundo. Y es que Juan Diego, a corta edad, pasó pruebas en poderosos equipos del ‘Viejo Continente’. Ajax, Borussia Dortmund y Bayern Munich son algunos de los nombres de las instituciones por donde desfiló. Un problema con su pasaporte lo truncó.

Años más tarde, formó parte de la reducida lista de futbolistas que han vestido las camisetas de todos los clubes grandes del país. Paseó su talento por Universitario, Sporting Cristal, Sport Boys, Deportivo Municipal y Alianza Lima. Por estos dos últimos en mención tiene un sentimiento muy especial. Además, se desempeñó en todas las posiciones del campo: defensor, volante y delantero.

No solo demostró sus múltiples facetas dentro del campo de juego. A la par del ‘deporte rey’, se dedicó a otras ocupaciones tales como criador de gallos de pelea, corredor de autos, jugador de fútbol americano y ahora último entrenador de caballos. Todos estas pasiones fueron transmitidas por su fallecido padre.

Infobae Perú conversó con el ‘Lobo’ a corazón abierto, quien reveló detalles inéditos de su carrera deportiva, como la vez que no pudo seguir jugando en Europa por problemas con sus documentos. Asimismo, habló sobre su nueva pasión por los caballos y el legado que le dejó su papá.

- ¿Cómo llegas al fútbol? ¿Alguna persona te introduce en este mundo?

Desde chico juego al fútbol por mi papá, él en un momento también jugó. Además, en el colegio Alpamayo, el entrenador era Jaime Duarte, entonces él con mi papá fueron los que me enseñaron sobre el fútbol y el amor por el fútbol. Jaime fue mi entrenador hasta que entré a Alianza, básicamente me formó.

- ¿Jaime Duarte es el que te lleva a Alianza Lima?

Sí, jugué con él en el colegio, luego me llevó a Regatas, ahí jugué hasta los 14 años, de ahí con Jaime pasé a Alianza.

- ¿Con qué te encuentras en tu llegada a Alianza Lima?

Llegué a los partidos de práctica para ver si me aceptaban o no, era de la categoría 85, justo había venido el Ajax de Holanda a ver algunos jugadores y me tocó irme de gira con el Ajax con 15 años. Ahí nomás me suben a la categoría 84, que era muy fuerte porque estaban Paolo Guerrero y Jefferson Farfán. Era un año menor y entrenaba con ese equipazo.

- Comentas que te fuiste con el Ajax, ¿fue el único club de Europa por donde pasaste?

Estuve entrenando en Borussia Dortmund, Bayern Munich, Bayer Leverkusen, pero estaba con el tema del pasaporte comunitario que por esos años no lo pude solucionar. No teniendo cupo de extranjero, es más complicado, tienes que sobresalir mucho más, no fue tan sencillo, pero fue una bonita experiencia.

- ¿Había posibilidades concretas que te quedes en Europa si obtenías el pasaporte comunitario?

Sí, obviamente con un poco más de nivel me quedaba, pero el pasaporte ayuda. Igual me ayudaron un montón esas experiencias, me sumaron bastante.

- Tras tu frustrada carrera en Europa, regresas a Alianza Lima...

Sí, me quedo haciendo divisiones menores en Alianza y en 2002 me fui a Deportivo Wanka que me llevó el profe Roberto Mosquera, con él debuto en Primera.

- En mitad del 2002, vuelves a Europa, en esta ocasión a una liga exótica como la de Georgia, ¿qué recuerdas de esa experiencia?

Jugué media temporada ahí. Fue todo diferente, fue una conexión que hice con el profe Luis Zacarías, fui con Rafael Gallardo de compañero, todo distinto. Era un país que recién se había independizado en 1991, antes pertenecía a la Unión Soviética. Era un bonito club (Lokomotivi Tbilisi), era Primera, jugamos buenos partidos.

- Una vez más vuelves a Alianza, en lo general, ¿cuál fue tu mejor temporada con la camiseta ‘blanquiazul’?

Estuve en 2003 y 2004. En 2003 jugué un poquito menos pero estaba siempre, campeonamos. En 2004, jugué varios partidos de titular, hice algunos goles y volvimos a campeonar. En la segunda mitad del 2005 salgo goleador del campeonato y me llevan al Málaga B de España.

- ¿Cómo te fui ahí?

Bien, estuve de goleador todo el primer semestre, pero luego me lesioné. Me operaron y tuve tres meses de para. Me recuperé, acabé el campeonato de Segunda, tenía un contrato para jugar en el primer equipo, pero descienden. Después me voy a Zulte de Bélgica.

- Con el equipo de Bélgica disputas la Europa League e incluso enfrentas a un Ajax repleto de estrellas de la selección de Holanda....

Sí, era un equipazo, fue un bonito partido, creo que nos ganaron 3-1, entré 25 minutos, partido duro, pero buena experiencia jugar la Europa League.

- A tu regreso a Perú, fichas por Cienciano y le marcas un gol a Boca Juniors por la Copa Libertadores. ¿Qué se te viene a la mente al recordar ese gol?

A Cienciano me llevó Julio César Uribe, pero él después se va a la selección peruana. Con él no jugué mucho, de ahí vino el profe José Basualdo y me puso en todos los partidos, convirtiéndome en goleador. En la Copa Libertadores no clasificamos a la siguiente ronda, pero le hicimos un buen partido a Boca, le ganamos 3-0, creo que es el mejor partido en mi carrera.

- De ahí pasas a Universitario...

Paso a la ‘U’, había tenido problemas con el presidente de Alianza Lima, voy a la ‘U’ con el profe Jorge Amado Nunes, él se fue rápido, luego vino el profe Ricardo Gareca, no llegué a jugar tanto, no me fue bien.

- ¿Fue difícil tomar esa decisión de irte a Universitario por tu pasado en Alianza Lima?

Sí, al final llegas a un punto que tienes que decidir por tu carrera y trabajo. Me costó por el cariño que le tenía a Alianza, no fue fácil. Pero, más que todo fue por las diferencias con el presidente de Alianza que no me dejaron volver en ese momento y la ‘U’ puso una buena oferta.

- ¿La llegada de Ricardo Gareca aceleró tu salida de la ‘U’?

Sí porque no llegamos a congeniar, de repente no le gustaba cómo jugaba, no me necesitó a fin de temporada y cambié para Bolognesi. Gareca tenía sus planes y sus jugadores, eso se entiende, no siempre le vas a gustar a todos los entrenadores.

- Posteriormente, Juan Reynoso te lleva a Sporting Cristal y cumples el hecho histórico de jugar por los tres grandes de la capital...

Lo tomo como casualidades de la vida. Reynoso me llevó y estuve una temporada ahí. También jugué en Sport Boys y Deportivo Municipal, así que he jugado todos los clásicos del fútbol peruano, en ambos camerinos, es algo bonito e interesante, no todo el mundo lo ha logrado a hacer, he vivido todos los clásicos desde todos los ángulos posibles.

- Ahora que mencionaste a Municipal, ¿jugar por la ‘franja’ te generaron sentimientos encontrados porque tu papá era hincha de dicho club?

Sí, siempre fue mi sueño jugar por Municipal, estuve dos años muy buenos, jugué un montón de partidos y clasificamos a la Copa Sudamericana y Copa Libertadores. Por diferencias con el presidente, tuve que dar un paso al costado.

- En 2016 te distancias del fútbol, ¿por qué? ¿A qué te dedicaste en ese entonces?

Me dediqué a los autos de carrera y los caballos. Me distancié del fútbol porque me dolió la salida de Municipal, pensé que me quedaría más tiempo. Además, ya estaba grande, tenía una carrera larga y a mí siempre me gustó hacer otras cosas. No quería esperar a ser muy mayor para comenzar a hacer otras cosas, por eso empecé a hacer otras cosas y a disfrutar de la vida. Después volví al fútbol con Sport Boys, tuve un breve paso por Segunda y terminé mi carrera.

- En ese momento, también se hizo viral una foto tuya practicando fútbol americano...

Era más por afición. Era un deporte que siempre me gustó, era muy táctico, y aquí nadie lo jugaba. Entonces aproveché el tiempo libre, vino un grupo de gente, me junté con ellos y jugaba más que todo por vacilón. Por el hecho de probar un deporte que veía y nunca había podido jugar.

- En fotos de archivo, me encontré con una tuya como criador de gallos, ¿es otra de tus pasiones?

Sí, toda la vida. Mi familia, soy cuarta generación de criador de gallos, lo sigo haciendo y me encanta, lo haré hasta que pueda. Mi papá y mi abuelo también tenían afición a los gallos de pelea.

- Y que podrías contarnos de tu faceta como corredor de autos, ¿ganaste alguna carrera?

Corrimos bastante con los piques legales, a mi papá le iba muy bien, después comencé a correr, armamos un auto que salió campeón nacional. Mi amigo Jimmy Gutiérrez me llamaba para las carreras largas, tuvimos buenos resultados, ganamos unas tres horas peruanas y quedamos en segundo o tercer lugar en las seis horas.

- ¿Tu sueño era correr un rally?

Me gusta más la pista, pero todo lo que sea con autos de carrera, siempre trato de subirme y disfrutarlo. Me gustó toda la vida, pero con el fútbol no tenía tiempo para hacerlo.

- ¿Entonces se podría relacionar tu retiro a temprana edad con el deseo de tener más tiempo para hacer otras cosas que te apasionaban?

Sí, tal cual. Empecé a jugar a los 16 años, tuve una carrera larga con altas y bajas, el fútbol me dio un montón de alegrías, pero desde que inicié en este deporte tenía claro que no quería jugar muchos años porque la vida es corta y quería disfrutar otras cosas. El fútbol tuvo su tiempo, lo disfruté y me entregué al máximo, estando joven me dediqué a mi familia y hacer otras cosas que me gustaban.

- Post retiro del fútbol, retomaste otra de tus pasiones, los caballos, ¿cómo se dio tu regreso?

Con los caballos de carrera tengo una historia. Cuando era chiquito, mi papá tenía caballos, crecí viéndolos y se creó un sentimiento. Entonces ya con tiempo post retiro, comencé a ir al hipódromo, me compré un par de caballos, los comencé a ver entrenar, fui con unos tíos y enganché otra vez. Comencé a ver a mis caballos correr, los comencé a entrenar y con el tiempo me convertí en preparador de caballos.

- Eres preparador, pero también propietario de caballos, ¿cuántos tienes en la actualidad?

Empecé como propietario, tuve algunos socios como ‘Lucho’ Andrade y llegamos a tener como 20 caballos, pero ahora caballos míos tengo pocos, solo dos. Y entreno alrededor de 45 caballos de otras personas.

- ¿Ganaste algún premio?

Sí, me han salido un par de caballos buenos. Tuve una yegua que la compramos y llegamos a comprar 10 carreras y cuatro clásicos. Esa ha sido la mejor que hemos tenido. La semana con una yegua nueva hemos ganado un clásico de dos años. Así de a poquitos vamos ganando carreras más bonitas.

- ¿Qué tan cierto es que acoplaste algunos factores del fútbol a los entrenamientos de tus caballos?

Claro, estuve casi 20 años en el fútbol, siempre fui muy dedicado a la parte física, era mi fuerte. Eso es aplicable con los caballos porque son animales que generan una cantidad de potencia. Hay muchos aspectos del entrenamiento físico del fútbol que los voy adaptando a los caballos y va funcionando.

- Para terminar esta entrevista Juan Diego, a lo largo de esta conversación he descubierto que coincides con muchas pasiones de tu papá, en ese sentido, ¿cuál es el legado que más atesoras de él?

Mi papá me compartió todas sus pasiones y me transmitió de hacer las cosas con pasión siempre. Me dejó eso y entregarte a todas las cosas que haces es lo más bonito de la vida.