Alberto Gallardo, el máximo ídolo de Sporting Cristal cuyo nombre lleva el estadio, brilló en Italia y Brasil, y jugó un Mundial

La época dorada del fútbol peruano se gestó en los 70′s y 80′s. Y es que diversas figuras destacaron en ese entonces y plasmaron en la selección nacional un juego muy atractivo que marcó un antes y un después. Uno de los jugadores más destacados fue Alberto Gallardo, quien se convirtió en máximo ídolo de Sporting Cristal, brilló en el extranjero y jugó un Mundial.

La Hacienda Rosero Bajo de la ciudad de Chincha vio nacer el 28 de noviembre de 1940 a Félix Alberto Gallardo Mendoza. Provino de una familia muy humilde que se mudó a Lima en busca de un mejor futuro. De hecho, tuvo la oportunidad de ingresar al Puericultorio Pérez Araníbar mediante unas gestiones especiales debido a su extrema pobreza, ya que en dicho centro solo ingresan los niños huérfanos de padre y madre.

Infobae Perú pudo conocer a través del historiador Antenor Guerra García, que desde muy chico, Gallardo Mendoza mojaba la pelota para que su peso aumente y sea más dura al momento de patearla. ¿Qué pasaba con esto? Le permitió tener mayor potencia en el disparo con su pierna izquierda, tanto de corta como de media distancia, teniendo en cuenta que se fue formando como un atacante que se desenvolvía tanto por banda como por el centro.

“Tenía una gran potencia en las piernas. A veces la mandaba arriba y lo pifiaban, pero generalmente sus disparos eran acertados. Tenía una gran zancada, pasaba rápido y apilaba rivales. Era alto y su contextura física era muy buena para el fútbol”, acotó Guerra García sobre sus características de juego.

En los 50′s, llegó a Mariscal Castilla del Rímac, club que había ascendido a la Primera División y que estaba ligado a Guardia Republicana, cuyos dirigentes y jugadores eran suboficiales de la Policía Nacional del Perú. En 1958, el equipo acabó en el tercer lugar del Campeonato Descentralizado y Alberto fue una de las grandes figuras.

Sporting Cristal se fijó en sus condiciones y decidió ficharlo de cara a 1960. Producto de su alto rendimiento, en esa misma temporada integró la selección peruana que participó en los Juegos Olímpicos de Roma. Y un año más tarde se proclamó campeón nacional con los ‘cerveceros’.

Las buenas actuaciones del ‘Jet’ (fue llamado así por su velocidad) causaron que el técnico Juan Valdivieso lo convoque para la Copa América de Bolivia 1963, donde la ‘bicolor’ quedó en el quinto lugar y Gallardo convirtió 4 goles en 6 partidos.

Las virtudes de Alberto Gallardo traspasaron las fronteras y AC Milán lo contrató a mediados de 1963 y compartió vestuario con otro peruano, Víctor Benítez, quien llegó una campaña anterior y alzó la UEFA Champions League. Su rendimiento en los Juegos Olímpicos de Roma también colaboró para que pudiera ser visto atractivamente.

“Lo de Gallardo trascendió porque había jugado en los Juegos Olímpicos de Roma y la selección había hecho una gira por Europa y Asia. Juan Seminario abrió las puertas a los peruanos en Europa en Sporting Lisboa (1959). Por eso que AC Milán lo contrató (a Gallardo)”, dijo Antenor Guerra García.

Sin embargo, en el cuadro ‘rossonero’ no tuvo mucha continuidad pese a que ganó la Serie A, de ahí que fue prestado a Cagliari para la 1964/1965. En el elenco ‘rossoblu’ jugó en dos temporadas y pudo brillar, coincidiendo en la ofensiva con Luigi Riva, uno de los más grandes delanteros en la historia de Italia. Ambos formaron una de las duplas más temidas en el país de la bota.

Luego de su paso por Europa, Alberto Gallardo arribó a Palmeiras de Brasil en 1967, donde se hizo con un puesto en el once titular y fue bicampeón del Brasileirao, además de coronarse en el Campeonato Paulista. En ese plantel del ‘verdao’ estaba Ademir da Guia (hijo de Domingos Antonio da Guia, ídolo de Flamengo y Corinthians), quien posteriormente se convirtió en el jugador con más encuentros jugados y el tercer máximo goleador en la historia del club.

Su estadía en el conjunto ‘alviverde’ fue tan exitosa, que en su primer año llegó a ser elegido el mejor extremo del torneo, así como el segundo mejor futbolista. En total, hizo 19 anotaciones en 45 compromisos, generando que también sea apodado como la ‘Gacela’.

El potente jugador retornó a Sporting Cristal en 1968 por petición expresa del técnico Didí, que lo había visto jugar en Brasil y quedó encantado con sus cualidades. De hecho, fue crucial en la consecución del campeonato local de ese año.

En 1969 formó parte de la selección peruana que encaró las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de México 1970. Jugó ante Argentina y Bolivia, anotando un tanto ante la ‘verde’. Se perdió el segundo choque con la ‘albiceleste’ por sanción, por lo que Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez ingresó en su lugar y convirtió los dos goles de la clasificación en La Bombonera.

Ya en la cita mundialista, integró la nómina junto a grandes ‘cracks’ de la ‘blanquirroja’ como Héctor Chumpitaz, César Cueto, Pedro Pablo León, Hugo Sotil, Teófilo Cubillas, entre otros.

Alberto Gallardo jugó como titular en los tres partidos de la fase de grupos, pero solo le anotó a Bulgaria en el triunfo 3-2. También se hizo presente en el marcador en el choque con Brasil con los cuartos de final, que significó la eliminación tras un 4-2.

Ese mismo año, el ‘Jet’ consiguió el título nacional con Sporting Cristal, al igual que en 1972. Seis temporadas después, se dio su retiro profesional del fútbol con 38 años.

Gallardo Mendoza se convirtió en entrenador y dirigió a Sporting Cristal, con el que ganó el campeonato nacional en 1988. También trabajó en clubes de Segunda División como Unión Huaral, Guardia Republicana, Alcides Vigo y Coronel Bolognesi, adjudicándose de los títulos con los tres primero equipos (1994, 1995 y 1996).

A su vez, se dedicó a inculcar a los jóvenes no solo cómo pegarle a la pelota y otras destrezas del balompié, sino también de cómo cuidar en su vida personal. “Fue un jugador muy correcto, nunca estuvo involucrado en hechos extradeportivos, de perfil bajo”, contó el historiador.

Por todo lo que logró en Sporting Cristal como futbolista y DT, el estadio donde habitualmente juega el club, San Martín de Porres, pasó a llamarse como estadio Alberto Gallardo el 2012, 11 años después desde su fallecimiento el 19 de enero.

Sin duda, se trata de un futbolista que ha dejado una huella gigante en el club ‘celeste’ convirtiéndose en leyenda. Sus éxitos en las dos facetas lo avalan, además de su destacada trayectoria en el extranjero.