Plan Mil, la revolución del sistema de salud pública nacional

Titular del Ministerio de Salud reflexiona sobre el sistema en el país y hace un recuento de los beneficios del programa impulsado por el gobierno de Dina Boluarte que van más allá de la infraestructura

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Andina
Andina

Como médico que inició su carrera en una posta en la sierra del norte, comprendo los desafíos que enfrenta nuestro primer nivel de atención. Mi experiencia atendiendo en comunidades remotas y vulnerables, además de ser parte de un gobierno enfocado en los ciudadanos, forjó mi convicción sobre la necesidad de reforzar este nivel esencial del sistema de salud, que debe ser el más accesible y ampliamente distribuido, sirviendo como la primera línea de defensa contra las enfermedades y promotor de una vida saludable para todos los peruanos.

Historias como la mía son comunes entre los médicos formados y desplegados en provincias, quienes encuentran una brecha significativa entre la teoría y la realidad del terreno. Esta brecha se ha ensanchado debido a políticas de salud equivocadas que terminaron siendo más un ejercicio de populismo que de pragmatismo efectivo. La construcción de grandes hospitales, prometidos en cada provincia, se convirtió en un símbolo de progreso, pero sin un fundamento técnico que justificara su ubicación o dimensionamiento. Este enfoque desvió recursos esenciales y dejó al primer nivel de atención desatendido y subfinanciado, privando a muchas comunidades del acceso básico a cuidados preventivos y de emergencia.

El Plan Mil, promovido por el gobierno Dina Boluarte, representa un cambio de dirección necesario y esperado. Con una inversión de más de 10 mil millones de soles, apunta a transformar de raíz el primer nivel de atención. Vamos a mejorar las infraestructuras de más de mil centros de salud a nivel nacional, dotándolos de equipos modernos y asegurando que el personal médico no solo sea suficiente en número, sino también excelente en calidad. Este es un cambio que trasciende la mera infraestructura; es un cambio hacia un sistema de salud más inclusivo y equitativo.

Además, se implementará en colaboración con los gobiernos locales, quienes conocen las necesidades específicas de sus comunidades. Ellos serán responsables de ejecutar las obras de infraestructura. Esta cooperación garantiza que las intervenciones sean relevantes, permitiendo una respuesta adaptada y efectiva a los desafíos particulares de cada región. Esta alianza potencia la eficacia del Plan Mil y fortalece el tejido social y la capacidad administrativa de nuestras localidades.

El “Grupo Comando - Plan Mil” juega un papel importante en esta transformación. Compuesto por un equipo multidisciplinario de expertos en salud pública, este grupo es responsable de implementar, monitorear y ajustar las políticas necesarias para garantizar el éxito del plan. Como su presidente, aseguro la coordinación efectiva entre diferentes sectores y niveles de gobierno, fundamental para que los cambios sean sostenibles y estén bien integrados dentro del sistema de salud existente.

No solo se enfoca en la infraestructura física y el equipamiento, sino también en el aspecto humano del servicio de salud. Estamos estableciendo programas de formación continua para nuestro personal, garantizando que los médicos, enfermeras y técnicos no solo estén mejor distribuidos a través del país, sino también mejor preparados para los retos específicos de sus comunidades. Estas acciones incluyen una estrategia de mantenimiento preventivo y correctivo, asegurando que los equipos y las instalaciones permanezcan operativos y eficientes en el tiempo.

El impacto del plan se está empezando a sentir en las comunidades más alejadas, donde pequeñas mejoras significan grandes cambios. Cada nueva cama, cada médico adicional y cada renovación de una posta se suman para formar un sistema de salud más justo y accesible.

El Plan Mil más que una política, es un compromiso con el futuro de la salud. Es una promesa a nuestros ciudadanos de que cada uno, sin importar dónde se encuentre, tendrá acceso a la atención médica que merece. Esta es la revolución que lidera el gobierno de la presidenta Dina Boluarte, una que coloca al primer nivel de atención en el corazón de nuestra estrategia de salud pública. Es un honor para mí, como ministro y como médico formado en las provincias, contribuir con este cambio hacia un Perú más saludable.

César Vásquez
César Vásquez