Ana Estrada: El legado y la vida de la primera peruana que ejerció su derecho a la muerte digna y accedió a la eutanasia

La psicóloga y activista luchó durante casi cinco años para que su derecho a la muerte digna sea respetado mediante el protocolo de la eutanasia. Su caso fue importante, pero su vida y el largo camino en compañía de la enfermedad que la llevó a marcar un precedente en el Perú quedarán para siempre

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Ana Estrada falleció a los 47 años, ejerciendo su derecho a la muerte digna, tras 8 años de lucha en favor de la eutanasia. Composición Infobae Perú / Angela Ponce AFP
Ana Estrada falleció a los 47 años, ejerciendo su derecho a la muerte digna, tras 8 años de lucha en favor de la eutanasia. Composición Infobae Perú / Angela Ponce AFP

La voz de Ana Estrada se ha convertido en un hito para todos los pacientes que buscan que el derecho a la muerte digna les sea otorgado. El último domingo 21 de abril, la vida de la psicóloga y activista de 47 años llegó a su fin, logrando acceder al procedimiento médico de la eutanasia que el Poder Judicial le otorgó en el 2022 tras años de lucha.

Tras conocerse la noticia de su partida, es importante recordar quién fue Ana Estrada durante su vida y cómo logró vivir bajo sus términos pese a la seria enfermedad de la polimiositis que la aquejaba desde los 12 años de edad. Además de conocer cómo es que esta histórica mujer logró ser la primera paciente con una enfermedad degenerativa que pudo acceder a la eutanasia en el Perú.

La enfermedad que la llevó a sentar un precedente

Ana Estrada Ugarte nació en Lima un 20 de noviembre de 1976 y durante su infancia gozó de una niñez usual, en medio de una familia que siempre la apoyó en todo sentido. El pasaje de su nacimiento fue relatado en el blog que creó con la intención de explicar lo que significaba el acceso a la muerte digna y sus esfuerzos por que se le permita optar por el procedimiento médico de la eutanasia.

ARCHIVO - Una enfermera prepara un ventilador médico portátil para Ana Estrada, una psicóloga peruana, para recibir oxígeno en su dormitorio en Lima, Perú, el 18 de diciembre de 2019. Estrada, quien padecía una enfermedad incurable y fue autorizada en 2022 por La Corte el Suprema de Perú a recibir la eutanasia, falleció, dijo su abogada el lunes 22 de abril de 2024. (AP Foto/Martín Mejía, Archivo)
ARCHIVO - Una enfermera prepara un ventilador médico portátil para Ana Estrada, una psicóloga peruana, para recibir oxígeno en su dormitorio en Lima, Perú, el 18 de diciembre de 2019. Estrada, quien padecía una enfermedad incurable y fue autorizada en 2022 por La Corte el Suprema de Perú a recibir la eutanasia, falleció, dijo su abogada el lunes 22 de abril de 2024. (AP Foto/Martín Mejía, Archivo)

Sin embargo, la situación cambió a sus 12 años, cuando fue diagnosticada con la enfermedad de la polimiositis. Una enfermedad degenerativa y crónica que afectaba a sus músculos, inflamándolos y dejándolos sin funcionalidad. Pese a este diagnóstico, Ana Estrada no se amilanó y logró culminar sus estudios universitarios en la Pontificia Universidad Católica del Perú, pasando a ejercer la psicología como profesión.

A los 20 años, Estrada ya no tenía movilidad completa sobre sus piernas, lo que la llevó a desplazarse en silla de ruedas. A partir de ahí, su situación iría en detrimento hasta el año 2015, cuando, a raíz de una neumonía, su situación médica empeoró y la llevó a afrontar un periodo de seis meses internada, recibiendo cuidados intensivos. Es en este periodo en el que los músculos de su garganta fallaron y los médicos del Hospital Rebagliati tuvieron que aplicarle una traqueotomía para salvarle la vida; dejándola en una situación en la que dependía de cuidados permanentes.

Según la misma Ana Estrada, este hecho marcaría un fuerte precedente para que emprenda su lucha por el acceso al procedimiento de eutanasia.

El decisivo año 2019 y la lucha por el acceso a la muerte digna y la eutanasia

“Yo morí aquel día que fui internada en el hospital Rebagliati. Perdí todo lo que había construido, perdí mi vida. Todo me recordaba a mi vida anterior. Era un duelo. Yo había perdido a alguien que era a mí misma. Esa frase que tanto se usa de estar muerte en vida es real”, se lee en el blog de Ana que inició en el 2019 cuando finalmente decidió emprender una lucha para recobrar este derecho.

Su situación fue deteriorándose hasta el 2019, cuando empezó recolectando firmas de manera digital por la plataforma Change.Org, a fin de que el Estado le permita acceder a una muerte digna; por medio de un procedimiento de eutanasia.

Josefina Miró Quesada representó legalmente a Ana Estrada desde el año 2019, cuando el caso de la activista se judicializó. (Foto: Composición - Infobae/Renato Silva)
Josefina Miró Quesada representó legalmente a Ana Estrada desde el año 2019, cuando el caso de la activista se judicializó. (Foto: Composición - Infobae/Renato Silva)

A ojos de su abogada, Josefina Miró Quesada, el nombre de Ana Estrada es “es sinónimo de lucha, resiliencia, coraje y fortaleza. Es una mujer defensora de los derechos humanos que, en su lucha por la defensa de los suyos, ha peleado por los de todos”. Y si bien sus intentos por morir dignamente se hicieron tangibles en una demanda de amparo presentada en dicho año, Miró Quesada, la psicóloga llevaba “años lidiando con su lucha en silencio”.

Con esta demanda, Ana Estrada creó también el blog ‘Ana Busca la Muerte Digna’; a fin de explicar todo lo que conoce y puede informar sobre este derecho que el Ejecutivo mantiene como ilegal en pleno siglo XXI. En un extracto de su blog, explica mejor este hecho.

“La muerte digna en el Perú es ilegal, vivo en un Estado que me quita la libertad, y una vida sin libertad no es vida porque mi cuerpo le pertenece a este Estado. Hablé en la primera entrega de mi nombre, de su fuerza, (...) y empiezo a publicar sobre mi anhelo de morir justamente en el momento en que más vital me siento. Todavía no daré detalles de mis 30 años de enfermedad; pero sí les diré de mi deseo de morir porque llevo 3 años investigando, preguntando, contactando, elucubrando mil formas de hallar la muerte sin que mi familia salga perjudicada”; se lee en una de las entradas de la página.

En su pedido al Estado, plasmado en esta demanda de amparo ante el Poder Judicial, Ana Estrada solicitaba que se le permita acceder a un procedimiento de muerte asistida y poco a poco, la lucha de Ana logró llegar a establecer posturas claras desde instituciones estatales como la Defensoría del Pueblo; que, tambié con un amparo, pidió para Ana la posibilidad de morir dignamente.

El proceso legal que liberó a Ana Estrada

Ana Estrada se presentó en la audiencia final de la Corte Suprema que decidirá si le reconoce su derecho a una muerte digna. VIDEO: CANAL N

La decisión final sobre este segundo amparo llegó el 25 de febrero del 2021; cuando el 11° Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, a cargo del colegiado Jorge Ramírez Niño de Guzmán ordenó no solo al Ministerio de Justicia; sino también al Ministerio de Salud y a EsSalud, a que respeten la decisión de Ana Estrada. Dejando sentado un precedente que pueda dar los primeros visos para que en el Perú se pueda establecer una ley que de fin a la penalidad por la muerte asistida, que la Constitución mantiene como ilegal a través del Código Penal.

Los intentos de las instituciones de Salud por no respetar la decisión de Estrada se dieron, pese a esta decisión, llegando EsSalud a recibir dos multas por parte del Poder Judicial por no establecer un protocolo de tratamiento sobre el caso de Ana Estrada.

Finalmente, y como respuesta a las amonestaciones, la institución finalmente estableció en el 2023 el Plan y Protocolo de Muerte Digna solo aplicable para Ana Estrada, de EsSalud; mediante el cual la activista podría, incluso, escoger qué médico sería el encargado de aplicar el procedimiento; a fin de que pueda acceder al pedido de la paciente. Este mismo plan fue el ejecutado este domingo y dado a conocer este lunes por la mañana, por medio de un comunicado de prensa.

Cinco años después, una demanda de amparo ganada, y miles de pacientes más que ven su caso como un precedente para acceder a la muerte digna, Ana Estrada finalmente descansa en paz, bajo sus términos y con una consigna que marca un hito en la historia del Perú, la primera mujer que accedió a la eutanasia tras años de lucha.