Mientras Cristóbal Colón descubría América en 1492, ¿qué pasaba con los incas en Perú?

El descubrimiento de América fue uno de esos eventos trascendentales que han tenido gran impacto a nivel mundial, ya que abrió un nuevo capítulo en la historia y con ello, una serie de cambios que han ayudado a forjar el mundo tal y como lo conocemos actualmente.

El artífice de esta hazaña fue, según narran los libros de historia, Cristóbal Colón, el navegante español que logró hacerse a la mar con tres barcos que sellaron el destino del continente americano apenas fueron divisados en el horizonte.

Tras un largo viaje, la noche del 11 al 12 de octubre de 1492 estuvo marcada por el aviso de ‘tierra a la vista’; y un momento después, las naves desembarcaban en la isla de Guanahaní, llamada por el descubridor San Salvador.

Aunque este hecho revolucionó el panorama mundial y se abrieron nuevos frente de exploración, las civilizaciones que florecían en el continente poco o nada sabían acerca de la llegada de estos barcos. Su conocimiento sobre los procesos históricos y avances en tierras tan lejanas era nulo. Ese era el caso, por supuesto, de los antiguos habitantes del Perú. La pregunta entonces nace por sí sola: ¿qué pasaba en el país durante esa época?

La información sobre los Incas ha llegado a nuestros días gracias las diversas investigaciones que recogieron mitos, leyendas, formas de vida, testimonios, entre otras fuentes que permitieron reconstruir la historia, además del trabajo de los cronistas e incluso algunas disciplinas como la arqueología que hoy en día nos permiten tener un mejor panorama sobre cómo se desenvolvía el imperio antes de que los extranjeros llegaran al continente.

Dentro de esta información, se ha podido conocer algunas historias, incluyendo aquellos tiempos que coincidían con la llegada de Colón a América. Por supuesto, es bien sabido que los incas no tuvieron contacto con los primeros españoles, pero su civilización siguió su curso sin mayores problemas de carácter externo hasta la llegada de los conquistadores encabezados por Francisco Pizarro.

Según la cronología que se ha establecido por el Inca Garcilaso de la Vega, durante el tiempo en que Colón descubrió América, el Tahuantinsuyo era gobernado por el inca Huayna Cápac, quien fuera padre de los recordados Huáscar y Atahualpa. Sin embargo, otras versiones precisan que el imperio era gobernado por el gran Túpac Yupanqui, hijo del gran Pachacútec.

Sin embargo, si se toma como referencia la información de Garcilaso, Huayna Cápac habría sido el gobernante de turno, cuyo periodo abarca desde 1481 hasta 1523. Fue el antepenúltimo inca y su mandato estuvo caracterizado no solo por llevar al imperio Inca hacia su extensión máxima, sino también porque se extendió hacia el norte llevando parte del poderío hacia la zona de Quito. La paz que gozó el incanato en esos tiempos se vio medianamente turbada por noticias que llegaron sobre pálidos hombres extranjeros que trajeron consigo la enfermedad que acabaría con su vida.

No obstante, cabe mencionar que hay más de una versión sobre su muerte, ya que se dice que habría muerto de viruela o por envenenamiento.

En el caso de Túpac Yupanqui, desde su juventud fue designado como correinante debido a sus habilidades y el sentir expansionista que tenía para el imperio. Fue sin duda un guerrero que se encargó de conquistar otras culturas que luego anexó a su reino.

Algunas teorías aseguran que el inca llegó a tierras tan lejanas como la Polinesia. Esto se sustentaría en leyendas y se indica que podría haber traído esclavos de raza negra, entre otros tesoros. No se conoce la fecha exacta de su nacimiento o muerte, pero si se le recuerda por sus hazañas.

Aunque no hay verdades absolutas en cuanto a la historia de los Incas, lo cierto es que estos fueron los últimos momentos de la vida del incanato. La llegada de Cristóbal Colón al continente abrió la puerta al mundo y permitió que años más tarde los conquistadores llegaran al Perú, uno que encontraron sumido en una guerra civil que finalmente concluyó en su caída.