Quién es Aida Garifullina, una chica mundial

Lookeada con un fastuoso vestido bordado del diseñador libanés Zuhair Murad, joyas Bvlgari ¡y zapatillas deportivas!, la cantante rusa Aida Garifullina (30) conquistó al público en la ceremonia de apertura del Mundial que se llevó a cabo en el estadio Luzhnikí de Moscú el jueves pasado. Aún poco popular, la prestigiosa soprano sabía que, cuando cantara Angel junto a Robbie Williams, iba a tener las miradas del mundo entero puestas sobre ella. Y supo aprovechar la oportunidad como toda una estrella.

Es que, después de la ceremonia que dio inicio a la Copa del Mundo, ya no queda nadie que desconozca a esta morocha de cara angelical y voz arrolladora.

"Fue un momento inolvidable. Aún me cuesta creer que yo estuve ahí, en la cancha, cantando en la FIFA World Cup 2018 con Robbie. ¡Es como un sueño!", declaró emocionada desde su Instagram.

Ni popstar, ni influencer con millones de seguidores: la elegida para el momento deportivo más importante del momento fue esta cantante de ópera rusa que sueña con acercar la música clásica a los más jóvenes.

APROVECHAR EL MOMENTO. La música corre por el ADN de Aida Garifullina desde antes de nacer en 1987 en Kazán, capital de la República de Tartaristán (Rusia). Pero sus primeros pasos en el mundo de la ópera empezaron cuando tenía tan sólo tres años y su madre, Layla Ildarovna, la inscribió en el coro local en el que trabajaba.

"A los tres años me pasaba el día cantando. Ya fuera jugando, comiendo, caminando, siempre tarareaba, así que mi madre pensó que era una niña musical y empezó a enseñarme canciones. A los 5 años subí a un escenario, en un concurso televisivo de Moscú. Canté un tema ruso de jazz bailando, y a la gente le encantó. Me sentí muy libre frente a la cámara", recordó en una entrevista con La Vanguardia, una de las pocas veces que habló ante la prensa. Es que lo suyo es cantar.

Si bien su niñez transcurrió como la de cualquier chico en Rusia, ya que sus padres querían que Aida terminara el colegio, a los 11 años la invitaron a cantar en el deslumbrante Tchaikovski Hall. A los 17 decidió mudarse a Núremberg para estudiar música.

"Si bien allí tenía amigos, yo sabía que el sueño de mi familia era que estudiara en Austria, así que me tomé un tren sola y me anoté en Universidad de Música y Artes Escénicas de Viena –contó sin dar muchos detalles sobre aquellas épocas–. En Alemania son muy estrictos con la técnica, el solfeo y armonía… Fue difícil y me sentí sola, pero lo hice".

Al principio sólo se dedicaba a estudiar y practicar. "Reconozco que yo misma de adolescente no pensé que podría llegar a llenar un teatro con mi voz. Recuerdo que el director de la Staatsoper de Viena, donde ahora resido, me preguntó cómo era que habiendo estudiando allí tanto tiempo nunca hubiera audicionado. Sencillamente, no me atrevía", expresó la morocha que en 2013 se coronó como la ganadora de la competición internacional de cantantes de ópera de Plácido Domingo, Operalia, en Verona, Italia. En ese momento, todo cambió: "ese premio hizo que empezara a creer en mí misma. Di un gran salto, todo se precipitó".

Con apenas 30 años, Aida lleva más de 27 de trayectoria en el mundo de la música. Formó parte de la compañía Valery Gergiev con sede en el Teatro Mariinsky, en San Petersburgo, sacó dos discos con el sello discográfico británico Decca Classics y actualmente se luce como la voz principal de la Ópera estatal de Viena. Además, se dio el lujo de debutar en el cine junto a Meryl Streep y Hugh Grant, en la película Florence Foster Jenkins.

OPERA GIRL. Poco se sabe de la vida privada de Aida. Como toda diva, usa su cuenta de Instagram (@aidagarifullina) para compartir con su más de medio millón de seguidores tanto sus looks como viajes y próximas fechas. Sin embargo, prefiere mantener su intimidad en secreto.

"A mí me ocupa mucho tiempo el asunto de las redes, y no lo hago por diversión, sino porque es parte de mi trabajo. Al igual que con las retransmisiones en cine, mi objetivo es que los jóvenes conozcan la ópera –aclaró la soprano rusa de la que todos hablan–. Porque nosotros somos chicos y chicas como ellos, interesados en moda, hablamos de yoga, deporte, comida sana o películas. Quizás algunas personas se sientan atraídas por cualquiera de estos motivos y, a partir de ahí, descubran que canto ópera. O sea que una it girl puede ser una cantante de ópera".

Dueña de una voz privilegiada, una belleza exótica y una carrera construida sobre la base del esfuerzo y el trabajo… Aida supo aprovechar su momento de gloria en la apertura del Mundial de Rusia 2018. Ahora depende de ella cuándo volveremos a verla.

Texto: Agustina D'Andraia (adandraia@atlantida.com.ar) fotos AFP/ Instagram de Aida Garifullina

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