Lactancia: en qué consiste la bajada de la leche

Proceso que se produce entre el tercer y el quinto día posparto. Consejos para sobrellevarlo, y disfrutar.

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Lactancia (Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá)
Lactancia (Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá)

"La bajada de la leche suele producirse entre el tercer y el quinto día posterior al parto. Previamente, el bebé se alimenta con el calostro, que cubre perfectamente sus necesidades alimenticias. Esta sustancia es amarillenta, espesa y de un sabor ligeramente salado, porque contiene sodio. Su volumen va de dos a veinte mililitros por mamada", señala la puericultora Sandra Zampaloni.

Explica también que el calostro tiene varios beneficios. Por empezar, se ingiere en escaso volumen, lo que permite al bebé organizar progresivamente su tríptico funcional (succión-deglución-respiración). Además es rico en vitamina A –que lo inmuniza y hace que si llegara a tener una infección sea menos severa–, previene la enfermedad ocular, y contiene agentes que estimulan la maduración del bebé", agrega.

Favorable

La puericultora cuenta que luego del calostro baja la leche, que es producida en respuesta a la succión del bebé. Esta acción transmite impulsos nerviosos que estimulan la liberación de prolactina (hormona encargada de secretar leche) y en dos o tres minutos como reflejo se da la bajada de la leche.

"Se trata de una leche rica en grasa, que al bebé le aporta energía, favorece su sensación de saciedad, la calidad de sus deposiciones e incide en el aumento de peso", manifiesta la puericultora.

Indica que la producción de la leche y que el bebé la tome están influenciados por la frecuencia de las mamadas, el grado de vaciamiento del pecho en cada toma, la capacidad materna de almacenamiento, la capacidad estomacal del bebé, y el estado anímico de la mamá.

Qué hacer

Según la especialista, es común que los primeros días en que baja la leche los pechos se hinchen un poco, se pongan más tensos, sensibles o dolorosos, debido a que es mayor la producción de leche en relación con lo que el bebé consume. Para aliviar estas molestias, recomienda colocar paños húmedos tibios y masajear el pecho desde la periferia hacia la zona del pezón o hacer esos masajes durante la ducha, con agua tibia.
Aclara que también es posible que este proceso genere fiebre, que puede estar acompañada por síntomas parecidos a los de una gripe (malestar general, escalofríos, etc.). "Por lo general desaparecen después de que el lactante vacíe adecuadamente las mamas, que además le sacia la sed y el hambre", sostiene la puericultora.

Relax, la clave

Por último, la puericultora enumera una serie de consejos para favorecer la bajada de la leche. Algunos de ellos son:
-Dar el pecho en un lugar tranquilo, con la espalda bien apoyada y una almohada entre la falda y el bebé.
-Poner música suave y rítmica.
-Al comenzar a amamantar respirar profundamente y espirar lentamente a presión, con los labios semicerrados por 7 veces. Se puede repetir cada uno o dos minutos de la mamada. Este ejercicio relaja y favorece la liberación de oxitocina (hormona encargada de la eyección de la leche).
-Atraer al bebé hacia el pecho cuando abre la boca y no inclinarse hacia él para amamantarlo.

Por Paula Labonia / Asesoró: Sandra Zampaloni, puericultora universitaria de Fundalam.

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