Francisco propicia magistrados para salvar la Tierra

Ante los jueces del Comité Panamericano de Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, el Papa señaló que “el Poder Judicial es el último recurso disponible en el Estado para remediar las vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social”

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El papa Francisco dirige la oración Regina Caeli desde su ventana en el Vaticano. 14 de abril de 2024
El papa Francisco dirige la oración Regina Caeli desde su ventana en el Vaticano. 14 de abril de 2024

Dice Heidegger sobre la salvación de la tierra: “Los mortales habitan en la medida en que salvan la tierra…La salvación no solo saca de un peligro, sino que salvar significa en realidad hacer que algo sea libre para su esencia específica. Salvar la tierra es más que aprovecharla o incluso agotarla. La salvación de la tierra no domina la tierra ni la convierte en súbdita de sí: de ahí solo hay un paso hasta la explotación irrestricta. Los mortales habitan en la medida en que reciben el cielo como cielo. Les dejan al sol y a la luna sus trayectorias, a los astros sus órbitas, a las estaciones del año su bendición y su iniquidad, no convierten la noche en día ni el día en un ajetreado desasosiego.”(Byung-Chul Han, Loa a la Tierra).

Mensaje del Papa a miembros de COPAJU

¿Qué justificación puede tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas y dignas? ¿Puedo ser un buen magistrado mirando hacia el costado frente al sufrimiento del otro? Con estas preguntas, el Papa quiso hacer reflexionar en un mensaje a los jueces del Comité Panamericano de Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana en la inauguración de su sede en Buenos Aires.

Destacó la importancia de la Justicia en “este presente tan complejo” y dijo que es trascendente y crucial “la misión de los abogados, jueces, fiscales y defensores.”

“El Poder Judicial es el último recurso disponible en el Estado para remediar las vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social”.

La Justicia en medio de tanta injusticia

Francisco recordó que, en estos tiempos, en que hay “pocos ricos cada vez más poderosos y millones de pobres negados y descartados”, no hay futuro, desarrollo, justicia ni democracia.

“Vivimos épocas de intensa injusticia… en un mundo en donde millones de niños comen diariamente sólo los desechos de aquellos que sí consumen”.

Un mundo lleno de injusticias

El Papa nombró a los miembros del Comité las tantas injusticias presentes: ”Los derechos sociales no son gratuitos. La riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas, racionales y equitativas”.

El Estado, hoy más importante que nunca, dijo, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social. Y las normas ya han sido dictadas y son las que rigen, el problema, afirmó Francisco, es su vigencia efectiva, su concreción. Y es allí donde empieza vuestro papel, los alentó el Papa.

Falsas deidades: dios Mercado y diosa Ganancia

El Santo Padre aseveró que son el “dios Mercado y la diosa Ganancia”, las “falsas deidades que nos conducen a la deshumanización y a la destrucción del planeta”.

“Aconsejó que la palabra de Jesús que fundamenta a la Doctrina Social de la Iglesia, es un sendero seguro y luminoso para coadyuvar en el ejercicio de la magistratura… y agregó: ¿puede ser “un buen magistrado mirando hacia el costado frente al sufrimiento del otro”?

Concluyó su discurso pidiendo “firmeza y decisión frente a los modelos deshumanizantes y violentos”. “La paz es una construcción diaria y ustedes son obreros de la paz”, les dijo. (de la nota de Patricia Ynestroza - Vatican News).

Hacia una justicia en salida

Hace un poco más de un año, el 31 de marzo de 2023 se realizó en el Vaticano una Jornada encabezada por el juez argentino Roberto Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (COPAJU). Luego se llevó a cabo la Cumbre sobre Colonialismo, Descolonización y Neocolonialismo partiendo de las premisas según las cuales los nuevos colonialismos son las nuevas estrategias de dominación. El Papa había afirmado:

“…que cada gobierno cumpla con su propio e indelegable deber de preservar el ambiente y los recursos naturales de su país, sin venderse a intereses espurios locales o internacionales.” (Papa Francisco Enc. Laudato sí, Nro. 38, Corrupción y pecado, J M Bergoglio).

La nueva entidad el 1 de marzo de 2024 inauguró su sede en Avenida Huergo 1189 Capital Federal. La organización tiene carácter pontificia.

La inauguración de la sede contó con la presencia de referentes judiciales de todos los espacios políticos y de casi todos los espacios oficiales. Gallardo reiteró que el objetivo “es dar operatividad a los derechos sociales, con el compromiso de buscar y desarticular todos los argumentos que atenten con su confesión”.

Relación de la cuestión ambiental y los derechos sociales

Lleva dicho el Papa: ”…no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres” (Francisco, Laudato sí Nro. 49)

La COPAJU tiene una misión enorme que no se agota en la enseñanza y trasciende todos los tratados y teorías imaginables.

¿Cómo hacer? Sintiendo misericordia, vendando las heridas, bañándolas con aceite y vino y acompañando al otro en la protesta y los recursos para cuidar de él o ellos y salvar la tierra adoptando las decisiones necesarias.

La parábola del buen samaritano (Lucas, X, 25-27)

Recordemos que en el relato según el cual un fariseo, un doctor en la Ley le pregunta a Jesús cómo ganar la vida eterna. Jesús le contesta con otra pregunta: ¿qué dice la Ley? Y aquel rápidamente le contesta: “Ama a Dios por sobre todas las cosas, con todo tu corazón, con toda tu alma y toda tu fuerza y con toda tu inteligencia y a tu prójimo como a tí mismo” a lo que le dice Jesús, bien dicho, haz eso y vivirás…entonces el fariseo queriendo, según dicen los intérpretes de la parábola, poner en aprietos a Jesús, le pregunta:

—¿Y quién es mi prójimo?

Entonces Jesús respondió:

—Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo despojaron y lo molieron a golpes y se marcharon, dejándolo medio muertoa un costado del camino (este cronista hizo ese mismo camino a pie después de una misa celebrada por Francisco en la plaza de Belén), un camino angosto, semejante a los de las sierras cordobesas. Entones pasó un sacerdote quien, al ver al herido, se desvió y siguió de largo, así también llegó a aquel lugar un levita y al verlo, se desvió y siguió de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva”. ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

—El que se compadeció de él —contestó el experto en la Ley.

—Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.

¿Quién era “un prójimo”? Para el Antiguo Testamento (Deut. 6,5, y Levit. 19,18) el sentido de este término está referido al próximo, al pariente, vecino, de donde el mandato de “amar como a uno mismo” estaría referido al otro israelita, al habitante del mismo pueblo y no al extranjero.

Al extranjero puro y simple -dice Laín E. -al nokri, está permitido explotarle sin escrúpulo (Deut. 15, 2-3; 23-21). Sin embargo, el Eclesiástico dice así: “La misericordia del hombre se ejerce para con el prójimo, pero la misericordia del Señor se extiende a toda carne” (Eccli., 18, 13). De ahí que Jesús predique el amor a todos y que en la parábola exponga al samaritano, un extranjero, como prójimo ejemplar. Enseñanza evangélica que cobra vida en el ejemplo y encíclica Fratelli Tutti y demás actos y documentos del Papa Francisco.

Una queja

Los magistrados, ex magistrados e invitados, oyeron la palabra del Santo Padre con unción y después las alusivas del presidente Gallardo. Mientras tanto un hombre y una mujer ya ancianos, ocultaban para la ocasión su proverbial militancia. Injusto e insolidario del que este cronista fue víctima, cuando vieron al mal herido a un costado del camino, maltrecho por peligrosos delincuentes del poder político y judicial. No solo miraron para otro lado. Impidieron ver y revisar lo condenado con el implacable sello de la Corte o el abandono del recurso ante la CIDH sin más razón que las presiones de un perverso agente de la prensa y de otras oficinas internacionales con poder en la Justicia federal. El mismo que con tal delirio viralizó por las redes su falsa denuncia contra el cardenal argentino para que fuera elegido obispo de Roma en la semana del 13 de marzo de 2013.

Señor Juez:

“Óyeme con los ojos,

Ya que están tan distantes los oídos,

Y de ausentes enojos

En ecos de mi pluma mis gemidos;

Y ya que a ti no llega mi voz ruda,

Óyeme sordo, pues me quejo muda.”

Sor Juana Inés de la Cruz