Fraudes

Los delitos informáticos no son exclusivos de ninguna región, pero en Argentina su reciente auge genera una especial alarma. Estos delitos, que buscan comprometer sistemas informáticos o defraudar mediante tecnología y redes sociales, han encontrado terreno fértil en nuestro país debido, en parte, a la rápida adopción de la tecnología digital sin una contraparte educativa robusta sobre seguridad en línea.

Según registros oficiales, este tipo de criminalidad ha mostrado un ascenso consistente, desafiando la capacidad de respuesta de las entidades judiciales y fiscales.

Las modalidades de ciberdelitos mas habituales en Argentina son:

El Phishing: Este método implica el envío de correos fraudulentos que simulan ser de entidades legítimas con el propósito de obtener información personal y financiera de las víctimas. Una vez que logran su cometido, los criminales proceden a vaciar cuentas bancarias o hacerse con perfiles de redes sociales para revenderlos. Especialmente codiciadas son las cuentas con gran número de seguidores. De acuerdo con un estudio de ESET, Argentina ocupa el séptimo puesto en América Latina en cuanto a casos de phishing.

Estafas con tarjetas de crédito: La sustracción y uso no autorizado de datos de tarjetas de crédito sigue siendo una amenaza. Aunque estas prácticas pueden ser menos devastadoras, dado que las entidades crediticias suelen reintegrar los fondos a las víctimas tras el desconocimiento del pago. Para evitar este tipo de estafas, la prevención es vital. Activar notificaciones instantáneas de movimientos y consumos con tarjeta son las medidas de seguridad mas efectivas.

Ransomware: Es un tipo de software malicioso que encripta y retiene información vital, exigiendo un rescate para su liberación. Según el reciente informe de PwC, “Global Economic Crime and Fraud Survey 2022″, el panorama de riesgo actual es más volátil que nunca. A pesar de los esfuerzos constantes, el 46% de las organizaciones informaron haber experimentado algún tipo de fraude o delito económico en los últimos 24 meses.

En este entorno volátil, la protección del perímetro digital es más crucial que nunca para las empresas, ya que pueden perder el control de toda su información, incluyendo datos personales e incluso datos sensibles de los clientes. Esto último puede exponer a las empresas no sólo a ser demandadas por los clientes cuyos datos son expuestos, sino también a sufrir multas de parte de la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales, encargada por aplicar las multas establecidas en la Ley de Protección de Datos Personales (Ley 25.326).

Los estafadores suelen aprovechar momentos específicos, como tardes de viernes, fines de semana o vísperas de feriados, debido a la limitada operatividad bancaria. Ante llamadas o correos sospechosos de entidades oficiales o bancarias, la mejor herramienta es la precaución: colgar o no hacer clic en enlaces desconocidos. La autenticidad siempre debe ser verificada accediendo directamente a los portales oficiales guardados en nuestros “Favoritos”.

Finalmente, para proteger nuestras casillas de correo, lo ideal es tener activada la verificación de dos pasos, para agregar una medida de seguridad extra que protegerá de forma efectiva tus cuentas personales mas importantes.

Tras ser víctima de una ciberestafa, es imperativo actuar con rapidez:

- Denunciar inmediatamente el hecho en una comisaría, o a través de los canales digitales.

- Realizar reclamaciones administrativas a bancos o entidades de crédito.

- En ausencia de soluciones, acudir a la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor.

- Como último recurso, considerar una demanda civil.

El panorama actual requiere de usuarios más informados y precavidos ante los continuos desafíos que la era digital presenta en Argentina y en el mundo.