Dolarizar Argentina: el plan económico más ambicioso que le falta a nuestra historia

Los caminos de la economía confluyen en una dirección, la necesidad de tomar el sendero de las reformas estructurales con perspectivas de largo plazo

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En el régimen de dolarización oficial, los objetivos difieren radicalmente de las cajas de conversión ya que no se busca fortalecer la moneda doméstica sino que, por el contrario, se la elimina definitivamente del sistema monetario (EFE)
En el régimen de dolarización oficial, los objetivos difieren radicalmente de las cajas de conversión ya que no se busca fortalecer la moneda doméstica sino que, por el contrario, se la elimina definitivamente del sistema monetario (EFE)

A pesar de que todavía no queremos aceptar la enfermedad económica crónica, asociada a la irresponsabilidad en el frente fiscal y monetario, el país se encuentra cada vez más cerca de iniciar un nuevo ciclo, con nuevas reglas de juego. Hago mención a la falta de conducta fiscal y monetaria, donde la emisión monetaria alcanza en 2021 el billón de pesos y el déficit primario de las finanzas públicas se encuentra en el orden del 4% del PBI para el corriente año y 3,3% del PBI proyectado para el año próximo.

Diferencia con la convertibilidad

En la Argentina se suele confundir el proceso de convertibilidad con una dolarización completa de la economía. En general, debido a que ambos programas cobran relevancia en procesos de inestabilidad económica elevada, se mezclan los conceptos y es importante marcar sus extremas diferencias. Las cajas de conversión o convertibilidad tienen como principal objetivo fortalecer la moneda doméstica mediante un compromiso legal de mantener una paridad fija de dicha monecon una divisa.

Las cajas de conversión o convertibilidad tienen como principal objetivo fortalecer la moneda doméstica mediante un compromiso legal de mantener una paridad fija de dicha monecon una divisa

En los 90 la paridad era el “1 a 1″. El objetivo de establecer una caja de conversión es procurar que la población, los agentes económicos, los ciudadanos, crean o vuelvan a creer en la moneda nacional y la usen de acuerdo a todas las funciones del dinero. Lo que se busca en la convertibilidad es dotarle a la moneda nacional de credibilidad ya que el gobierno se compromete a no devaluar y a no financiar su déficit fiscal con emisiones inorgánicas o sin respaldo en reservas en divisas (Naranjo, 2012). Por ende, la convertibilidad resulta ser la máxima expresión del bimonetarismo, ya que dos monedas circulan de manera legal. También, en este régimen monetario, a pesar de que el Banco Central no debería tener libertad para emitir, puede indefectiblemente hacerlo, como ocurrió en la segunda etapa de la convertibilidad, donde se perdió la ortodoxia monetaria.

Lamentablemente, en la Argentina la aplicación de una caja de conversión no logró devolver la credibilidad de los ciudadanos en la moneda nacional. Ni en los mejores momentos de funcionamiento de dicho régimen monetario, los agentes económicos dejaron de estar totalmente dolarizados, un ejemplo fue el diferencial de tasa de interés entre los pesos y dólares en el sector financiero.

Ni en los mejores momentos de funcionamiento de la caja de conversión, los agentes económicos dejaron de estar totalmente dolarizados, un ejemplo fue el diferencial de tasa de interés entre los pesos y dólares en el sector financiero (Reuters)
Ni en los mejores momentos de funcionamiento de la caja de conversión, los agentes económicos dejaron de estar totalmente dolarizados, un ejemplo fue el diferencial de tasa de interés entre los pesos y dólares en el sector financiero (Reuters)

Por otro lado, en el régimen de dolarización oficial, los objetivos difieren radicalmente de las cajas de conversión ya que no se busca fortalecer la moneda doméstica sino que, por el contrario, se la elimina definitivamente del sistema monetario. La dolarización de la economía significa que no existe nunca más la posibilidad de emitir por parte del Banco Central. También, en la dolarización, los dólares circulan por la economía doméstica, ya que los agentes económicos y sus ciudadanos le han dado el respaldo para utilizarla con las 3 funciones que se rigen: reserva de valor, unidad de cuenta y medio de transacción. Por ende, la dolarización resulta ser un régimen monetario, a diferencia de la convertibilidad, que se rige por un sistema bimonetario (moneda nacional más dólares).

Aceptar nuestras limitaciones

Cuando me preguntan la razón de por qué no se ha discutido con mayor detenimiento la dolarización en Argentina, luego de décadas de fracasos económicos, mi respuesta es que todavía no hemos sido capaces de aceptar nuestras limitaciones económicas como Nación. La sociedad argentina ya definió su moneda legal ya que de cada 10 dólares que están fuera de los Estados Unidos, los argentinos poseen 2 (Nicolás Gadano, 2021); pero la política y nuestros lideres todavía piensan o sostienen (porque les conviene en algunos casos) que el país puede convivir en un régimen con soberanía monetaria.

La dolarización de la economía significa que no existe nunca más la posibilidad de emitir por parte del Banco Central (Reuters)
La dolarización de la economía significa que no existe nunca más la posibilidad de emitir por parte del Banco Central (Reuters)

Dolarizar no resulta ser únicamente una reforma monetaria, significa llevar adelante el plan más ambicioso de nuestra historia en materia económica, porque es una condición necesaria pero no suficiente para volver a la prosperidad económica en el mediano plazo. La Argentina necesita realizar cambios y reformas profundas en su dinámica económica, que abarcan el frente fiscal, laboral, previsional, comercial, financiero y bancario para volver a crecer de manera sostenida en el tiempo. Sin estos cambios, y por otro lado, realizando únicamente “ajustes o retoques fiscales” o “ajustes o retoques monetarios”, no tenemos posibilidad de crecer de manera orgánica por los próximos 10 años.

La Argentina necesita realizar cambios y reformas profundas en su dinámica económica, que abarcan el frente fiscal, laboral, previsional, comercial, financiero y bancario para volver a crecer de manera sostenida

Como conclusión, la convertibilidad fija entre el peso y el dólar dejó como enseñanza que el argentino nunca más va a volver a creer en su moneda nacional. También, que ese período económico resultó ser uno donde se instrumentaron la mayor cantidad de reformas (de distinta índole) de nuestra historia económica, pero faltaron varias para que resultara ser exitoso en el mediano y largo plazo. Es por ello que la dolarización resultaría ser la primera reforma del nuevo ciclo económico, que va a requerir de llevar adelante otras reglas de juego a las que conocemos en la actualidad, posibilitando definitivamente ser el ancla para reformular nuestro futuro, y por ende, enfrentándonos al plan más ambicioso de nuestra historia.

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