Cuánto cuesta la criptomoneda terra este 22 de abril

LUNA es una de las altcoins creadas por terra y busca ser una stablecoin

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LUNA de Terra es una criptomoneda de tipo stablecoin que busca su respaldo en un valor externo a fin de disminuir su volatilidad (Infobae)
LUNA de Terra es una criptomoneda de tipo stablecoin que busca su respaldo en un valor externo a fin de disminuir su volatilidad (Infobae)

LUNA, la criptomoneda nativa de la blockchain terra, fue fundada en enero de 2018 y rápidamente se ha convertido en una de las altcoins más populares, especialmente entre los argentinos, quienes han tenido que buscar opciones ante el vaivén financiero que enfrenta su país desde hace varias décadas.

Para entender a LUNA es necesario hablar de terra, la red de blockchain establecida a través del software Cosmos SDK y que tiene como característica la creación de las llamadas stablecoins que, como su nombre lo indica, son criptomonedas que buscan la estabilidad a través de un vínculo con divisas legales, commodities, entre otros, que “eliminan la volatilidad que caracteriza a los activos digitales.

Terra busca eliminar los escenarios en donde una criptodivisa pueda tener movimientos bruscos en un abrir y cerrar de ojos, como sucede con el bitcoin, para lograr una adopción masiva y que esta moneda pueda ser usada en transacciones e instituciones descentralizadas.

En este panorama, terra busca que los usuarios de LUNA puedan hacer compras con sus monederos electrónicos y quienes reciban los pagos puedan tener un cambio automático a otra moneda, como el dólar o el peso con tarifas menores al uno por ciento.

Costo de la criptomoneda terra

La cotización de terra para hoy a las 11:00 horas (UTC) es de 0.665675 dólares, lo que significa que la criptomoneda sufrió un cambio de 0.4% en el último día.

Por otro lado, registró un cambio de 0.21% con respecto a su valor hace una hora. En cuanto a su popularidad, se ubica en la posición #146.

Qué son las criptomonedas

Las criptomonedas están dejando de ser elementos ajenos y han comenzado a meterse en el lenguaje cotidiano, despertando el interés de aquellos a quienes les preocupan las finanzas o hasta llegar al grado de ser legalizadas en algunas regiones del mundo.

Representaciones físicas de varias criptomonedas sobre la placa base de un ordenador(EFE/Sedat Suna)
Representaciones físicas de varias criptomonedas sobre la placa base de un ordenador(EFE/Sedat Suna)

Como su nombre lo dice, las monedas virtuales utilizan métodos criptográficos o de cifrado para realizar transacciones en un sistema desregulado y, la mayoría de ellas, por medio de cadenas de bloques (blockchain), lo que lo aleja de los modelos tradicionales en donde los bancos funcionan como intermediarios.

Su innovación ha ocasionado que muchas personas estén interesadas en invertir en las monedas digitales, pues su valor ha crecido considerablemente en los últimos años siendo bitcoin, ethereum y dogecoin las más populares y las que mayor capitalización cuentan en el mercado.

Cada una de estas unidades son creadas a través de un proceso llamado “minado” y los usuarios las pueden adquirir a través de distintos agentes o bolsas de criptomonedas, para luego almacenarlas en “monederos criptográficos” o hacer diversas transacciones con ellas por medio de claves únicas.

Pese a que fue en el 2009 cuando el bitcoin entró al mercado como la primera criptodivisa en el mundo, lo cierto es que éstas apenas están experimentando un auge en el ámbito financiero, por lo que se espera que su uso aumente en un futuro no tan lejano.

Entre riesgos

Las criptomonedas tienen diversos elementos que las hacen únicas: el no estar controladas por ninguna institución; no requerir de terceros en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.

Un trabajador ayuda a un hombre con el uso de bitcoin frente a un cajero automático de "Chivo", la billetera digital respaldada por el gobierno salvadoreño, en San Salvador, El Salvador. 8 de septiembre de 2021. (REUTERS/Jose Cabezas)
Un trabajador ayuda a un hombre con el uso de bitcoin frente a un cajero automático de "Chivo", la billetera digital respaldada por el gobierno salvadoreño, en San Salvador, El Salvador. 8 de septiembre de 2021. (REUTERS/Jose Cabezas)

Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.

Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el romper esta seguridad es posible pero no tan fácil de lograr , pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.

Quien invierte en este tipo de activos digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.

Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos sólo guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.