El Día de las Madres se celebra durante diferentes días de mayo dependiendo del país. En lugares como México, Guatemala y El Salvador se conmemora el 10 de mayo.
Este festejo sirve para rendirle honor a las mujeres que nos trajeron al mundo; es por eso que celebramos también a las madres más devotas del mundo animal, quienes dan lo mejor de sí por proteger, criar y sacar adelante a sus bebés.
Entre las madres más dedicadas del reino animal se encuentran las orangutanes, osos polares, elefantes y ballenas jorobadas.
Instinto materno y devoción animal
Los primates que aman con locura
El vínculo que una madre orangután tiene con su cría es uno de los más fuertes de la naturaleza, según autoridades de la organización World Wildlife Fund (WWF). A lo largo de sus primeros dos años de vida, los bebés dependen “exclusivamente” de sus progenitoras para alimentarse y transportarse.
Durante los próximos entre seis y siete años los hijos aprenderán dónde encontrar alimento, qué y cómo comer. Sus madres además les enseñará la técnica correcta para construir un nido sobre el cual dormir.
Miembros de la organización aseguran que las hembras visitan a sus madres orangutanes hasta que cumplen 15 años.
Osos polares y el amor hacia sus crías
Según integrantes del WWF, las madres osas polares tienden a dar a luz a gemelos, los cuales se mantendrán a su lado un par de años con el objetivo de aprender habilidades de supervivencia.
Utilizan su calor corporal para mantener abrigados a sus cachorros y constantemente los alimentan con leche materna. Después de este breve período, los oseznos abandonarán sus madrigueras entre marzo y abril para acostumbrarse a las heladas temperaturas exteriores antes de aprender a cazar.
Pingüinos emperadores con un increíble instinto maternal
La maternidad de una pingüina emperador comienza desde la anidación. Las hembras dejan los frágiles huevos al cuidado de los machos antes de embarcarse en un viaje de más de 80 kilómetros en el océano.
Al regresar regurgita la comida en el pico de los recién nacidos y se mantendrá cerca de ellos para asegurar que reciben calor y protección suficientes.
Un animal con un corazón gigantesco
Las ballenas jorobadas son animales que se caracterizan por viajar solas. Únicamente tienen compañía cuando dan a luz. Las madres llevan a sus crías a la superficie para que respiren por primera vez y después permanecerán junto a ellas el resto del año, según la revista National Geographic.
A lo largo de esta época, las madres les enseñarán cómo batir la cola. Su vínculo es tan grande que a menudo se han observado ejemplares “tocándose las aletas” como si de una muestra de afecto se tratara.
Gracias a la dedicación de las madres, los bebés ballena no tendrán problemas en un futuro viviendo por su cuenta.
Madres dedicadas a la crianza
Las elefantas africanas son un ejemplo claro de devoción materna, pues cuando nace un bebé, todas las hembras de la manada ayudan en su crianza.
Durante sus primeros años las crías aprenderán todo lo necesario de su madre como buscar alimento, aprender lo que es comestible y a fabricar y utilizar diferentes tipos de herramientas.
Duras por fuera pero tiernas y amorosas por dentro
Aunque parezca extraño, los cocodrilos del Nilo cuentan con un gran instinto maternal. Las hembras vigilan de cerca sus nidos hasta que las crías eclosionan.
Tan pronto como eclosionan los huevos, las madres corren hasta el nido para desenterrar a sus crías y protegerlas de posibles depredadores a lo largo de los siguientes meses.
Para mantenerlos a salvo del mundo exterior, los cocodrilos hembra transportan a sus bebés dentro de su hocico. Es común que esta costumbre se mantenga a lo largo de los próximos dos años.