El inesperado escritor que abrió el camino para que los libros hablaran de la dictadura militar argentina

El australiano Morris West, autor de best-sellers a nivel global, publicó “Proteo” en 1978. En la trama, una organización secreta combate a la Junta Militar y lucha por los derechos humanos.

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Morris West es autor de libros como "Las sandalias del pescador" y "Lázaro". (Getty)
Morris West es autor de libros como "Las sandalias del pescador" y "Lázaro". (Getty)

A veces me avergüenza poner en evidencia el casi inconfesable motivo que me hace elegir un libro para comentar en esta columna, porque lleva lo aleatorio a su máxima expresión.

Resulta que, desde hace algún tiempo, recibo semanalmente en mi casa a una entrenadora con quien practico una rutina de gimnasia que debe figurar en los manuales del PAMI para conservar el uso de algunos músculos y articulaciones.

La mayor parte de los ejercicios la hago en una habitación que alberga parte de mi biblioteca, la que diría menos activa. Y en una de esas jornadas dedicadas al cuerpo vi de refilón el lomo de un libro cuya lectura me había resultado particularmente significativa en su momento, en mi exilio venezolano, y en plena dictadura cívico militar argentina.

El autor es alguien que no se sospecharía que un intelectual leería en la época: Morris West, inveterado generador de súper ventas (para usar el sinónimo castizo de best-seller). Sí, Morris West, el australiano (1916-1999) que se hizo famoso con la tetralogía Las sandalias del pescador, Los bufones de Dios, Lázaro y Eminencia, también autor de otros títulos muy vendidos, como La salamandra y El abogado del diablo, varios de ellos llevados al cine.

El nombre completo de la obra de West: "Proteo - Una novela de denuncia".
El nombre completo de la obra de West: "Proteo - Una novela de denuncia".

Imagino a los hipotéticos lectores de esta columna frunciendo el ceño: ¿Divinsky consume best-sellers? Y trato de justificarme: no todos los títulos que integran esa categoría son desdeñables, especialmente los escritos hace varios años, cuando el/la autor/a los creaba por su propio impulso, sin someterse a los dictados de la investigación de mercado del departamento pertinente que implementaron después los grandes sellos transnacionales. Recuerdo uno en particular, exquisitamente construido y con una prosa elegante: El día del Chacal, de Frederick Forsyth.

La novela de West de la que hablaré, Proteo, publicada originalmente en inglés en 1978 y en castellano el mismo año con el sello Pareja Editor (que era el nombre del taller donde se imprimió: puede imaginarse que los verdaderos editores temieron quedar al descubierto) me cautivó por su temática: creo que es la primera novela que habla sin tapujos de las tropelías y crímenes de la más reciente dictadura argentina, que hoy algunos todavía reivindican.

El protagonista es un magnate ítalo-norteamericano, John Spada, quien, a sus inmensas y variadas empresas suma la dirección una organización secreta, Proteo, nombre de “el dios marino, pastor y guardián de todas las criaturas que viven en las profundidades (a quien) Poseidón le confirió el conocimiento de todas las cosas pasadas, presentes y futuras”.

Proteo teje una red tan intrincada como la de las trasnacionales, en la que participan comunistas arrepentidos, curas progresistas, agentes secretos y marginales, dedicada a combatir dictaduras y defender de alguna manera los derechos humanos, sin perjudicar en nada los negocios del capo.

"Las sandalias del pescador", una de todas las novelas de Morris West que se adaptaron al cine.
"Las sandalias del pescador", una de todas las novelas de Morris West que se adaptaron al cine.

Sucede que Spada tiene una hija médica, que se casa con un combativo periodista argentino, liberal antidictadura. La pareja vive en nuestro país y la muchacha es secuestrada por militares, a causa de una intervención médica humanitaria. Poco después, el periodista sufre la misma mala suerte y el magnate se traslada en persona a Buenos Aires para gestionar la liberación de ambos. Se entrevista con verosímiles militares de alto rango, hasta con el presidente de la Junta Militar, se conecta con una inverosímil Junta Revolucionaria que conspira en el exterior del país para derrocar a la dictadura, e interviene, cuándo no, la Embajada de los Estados Unidos…

No les voy a contar la novela, que está muy diestramente escrita y poblada de historias paralelas. Lo que me hace rescatar el libro, especialmente en estos días, es cómo el autor refleja muy bien el clima de asesinatos, desapariciones y torturas que tuvieron por víctimas a sectores transversales de la sociedad, tan temprano como 1978, cuando muchos en el país no se daban por enterados.

No fue el único escritor extranjero que se ocupó del tema. Colm Toïbín, un irlandés que anduvo por Buenos Aires en agosto de este año y presentó un libro de poemas, Mysterium Lunae, y una pieza teatral en el San Martín, El testamento de María, escribió la novela Crónica de la noche, publicada en castellano por Emecé en 1996, donde refleja lo que sucedía en la época a partir del relato en primera persona de un argentino gay, hijo de madre inglesa, que investiga la desaparición de amigos.

Si bien la novela tiene errores de contexto (en las calles céntricas de la Capital los locales comerciales están cerrados después del mediodía porque es la sagrada hora de la siesta), es eficaz en la descripción del clima opresivo.

A cuarenta años de la recuperación de la democracia, estos textos, de desigual valor literario, sirven de bienvenidos recordatorios ante tanto negacionismo imperante.